BRUSELAS.- Los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y América Latina se reunirán a partir de mañana en Lima sin tener prevista la adopción de acciones concretas para materializar los compromisos políticos que asumirán durante la ministerial.
"No hay mucho que esperar de estas reuniones, lo hemos visto en las ediciones pasadas, los logros concretos han sido realmente pobres", dijo a REFORMA Nowak Lehmann, experta del Instituto Iberoamericano de Investigación Económica de la Universidad de Göttingen, Alemania.
"Tengo una fe muy limitada de que pasemos finalmente de las palabras a los hechos", declaró por su parte el Presidente de la Asamblea Eurolatinoamericana, el eurodiputado español, José Ignacio Salafranca.
Para no crear falsas expectativas sobre el alcance de la reunión, la Comisaria Europea de Exteriores, Benita Ferrero, adelantó que el único anuncio tangible será el lanzamiento del programa Euroclima, que contará con una línea presupuestaria y estará destinado a promover el intercambio de buenas experiencias en lo relativo al agua, la biodiversidad y los bosques.
De manera que todo parece indicar que en la quinta edición de la cumbre Eurolatinoamericana, seguirán quedándose en el tintero las propuestas diseñadas por el Parlamento Europeo para que el discurso de las cumbres no continúen quedándose en letra muerta como hasta la fecha.
Por ejemplo, la propuesta parlamentaria de crear un Fondo de Desarrollo Regional sería una respuesta tangible en el rubro de la cohesión social y lucha contra la pobreza, uno de los temas estrella de la cumbre.
Mientras que la iniciativa para establecer un Observatorio Migratorio, serviría principalmente para darle cause a un discurso que habla de fomentar la movilización de las personas y de dar seguimiento a los flujos entre la zona.
"Se requiere dar una respuesta tangible, contante y sonante al discurso, pero veo un serio problema del orden burocrático", dijo Salafranca, quien encabezó la misión de observación europea de las elecciones presidenciales realizadas en México en 2006.
América Latina llega a la cita fragmentada. El Presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, quiere que la UE ratifique su apoyo a los biocombustibles pese a las recientes criticas sobre el impacto que tienen en el costo y abastecimiento de productos alimenticios.
El anfitrión, el Presidente peruano Alan García Pérez, quien enfrenta el índice de popularidad más bajo desde su llegada al poder, se ha olvidado de pelear por el interés colectivo para buscar que la UE incluya al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru en su lista de organizaciones terroristas.
"Se ha convertido en una obsesión para el Gobierno peruano luego del fracaso de su Embajador (Jorge Valdez). ¡No se vale! no es un encuentro con Perú, sino con toda América Latina", se quejó un alto diplomático latinoamericano en Bruselas.
A su vez, la bancada europea se distingue por la notable ausencia de líderes como el Presidente Nicolas Sarkozy, y el Canciller británico Gordon Brown.
"No hay mucho que esperar de estas reuniones, lo hemos visto en las ediciones pasadas, los logros concretos han sido realmente pobres", dijo a REFORMA Nowak Lehmann, experta del Instituto Iberoamericano de Investigación Económica de la Universidad de Göttingen, Alemania.
"Tengo una fe muy limitada de que pasemos finalmente de las palabras a los hechos", declaró por su parte el Presidente de la Asamblea Eurolatinoamericana, el eurodiputado español, José Ignacio Salafranca.
Para no crear falsas expectativas sobre el alcance de la reunión, la Comisaria Europea de Exteriores, Benita Ferrero, adelantó que el único anuncio tangible será el lanzamiento del programa Euroclima, que contará con una línea presupuestaria y estará destinado a promover el intercambio de buenas experiencias en lo relativo al agua, la biodiversidad y los bosques.
De manera que todo parece indicar que en la quinta edición de la cumbre Eurolatinoamericana, seguirán quedándose en el tintero las propuestas diseñadas por el Parlamento Europeo para que el discurso de las cumbres no continúen quedándose en letra muerta como hasta la fecha.
Por ejemplo, la propuesta parlamentaria de crear un Fondo de Desarrollo Regional sería una respuesta tangible en el rubro de la cohesión social y lucha contra la pobreza, uno de los temas estrella de la cumbre.
Mientras que la iniciativa para establecer un Observatorio Migratorio, serviría principalmente para darle cause a un discurso que habla de fomentar la movilización de las personas y de dar seguimiento a los flujos entre la zona.
"Se requiere dar una respuesta tangible, contante y sonante al discurso, pero veo un serio problema del orden burocrático", dijo Salafranca, quien encabezó la misión de observación europea de las elecciones presidenciales realizadas en México en 2006.
América Latina llega a la cita fragmentada. El Presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, quiere que la UE ratifique su apoyo a los biocombustibles pese a las recientes criticas sobre el impacto que tienen en el costo y abastecimiento de productos alimenticios.
El anfitrión, el Presidente peruano Alan García Pérez, quien enfrenta el índice de popularidad más bajo desde su llegada al poder, se ha olvidado de pelear por el interés colectivo para buscar que la UE incluya al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru en su lista de organizaciones terroristas.
"Se ha convertido en una obsesión para el Gobierno peruano luego del fracaso de su Embajador (Jorge Valdez). ¡No se vale! no es un encuentro con Perú, sino con toda América Latina", se quejó un alto diplomático latinoamericano en Bruselas.
A su vez, la bancada europea se distingue por la notable ausencia de líderes como el Presidente Nicolas Sarkozy, y el Canciller británico Gordon Brown.
Nota de Inder Bugarin, corresponsal, Reforma, 15 de mayo.
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