Tijuana: llaman a paro por violencia

TIJUANA, BC.— El llamado a aplicar la ley del Talión o cobrarles “ojo por ojo” a los secuestradores que han cometido cientos de plagios en Tijuana, refleja “miedo y crispación” social ante la falta de soluciones de las autoridades, consideró el investigador de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), José Manuel Valenzuela Arce.

Motivados por el testimonio de una mujer que sufrió el secuestro de su hermano, cuyo paradero se desconoce a pesar de que pagaron el rescate en dos ocasiones, ciudadanos propusieron tomar las armas para “cazar” a delincuentes y malos policías, que, afirman, en lugar de hacer su trabajo se coludieron con el crimen organizado.

Además han propuesto medidas como proveer armas a quienes lo soliciten y contratar a quien secuestre a hijos de servidores públicos “para que vean lo que se siente”. Así como suspender actividades productivas y económicas, y hacer manifestaciones y vestir de blanco.

La propuesta que ha obtenido más apoyo es el paro de labores y podría llevarse a cabo el 1 de junio, con la posible participación de médicos, entre otros profesionistas, por estar entre los sectores más afectados por secuestros y extorsiones telefónicas, incluso ya han suspendido actividades.

Límites rebasados

Estas reacciones reflejan el hartazgo de la sociedad ante un problema que se dejó crecer y rebasó todos los límites, analiza Valenzuela, integrante del Departamento de Estudios Culturales de El Colef.

Es una situación que afecta principalmente a la clase media, media baja y media alta, pero la delincuencia golpea a toda la sociedad. Y Tijuana está considerada entre las ciudades más violentas de uno de los países más peligrosos del mundo, dijo el doctor en sociología.

El alcalde local, Jorge Ramos Hernández (PAN), sostuvo que su gobierno hace un esfuerzo para combatir el crimen organizado y destacó los acuerdos tomados el pasado 9 de mayo por el Gabinete Nacional de Seguridad en Tijuana; entre otros, poner mayor énfasis en la lucha contra el secuestro.

Advirtió que no bajará la guardia hasta mejorar las condiciones de la ciudad y ofrecer un clima seguro a los tijuanenses que huyeron de la violencia.

Señaló como parte de las estrategias, el arribo de 300 elementos de la Policía Federal para participar en las tareas de combate a la delincuencia.

Medidas desesperadas

Ante lo que considera incompetencia del gobierno, la sociedad recurre a diversas acciones, desde solicitar “ayuda divina”, criticar a las autoridades por no dar resultados ante la gravedad del problema, hasta tomar las armas y aplicar la ley del Talión amplificada o cobrar “ojo por ojo”, explicó el investigador.

Este último recurso refleja la indignación, la impotencia, falta de confianza y terror de ser víctima del crimen organizado. Es una reacción ante el despojo total de la vida, la tranquilidad, el patrimonio y el destierro de quienes se han visto obligados a huir del país y han podido hacerlo porque ésta no es una posibilidad para todos, dijo José Manuel Valenzuela.

Tomar las armas para aplicar la ley por cuenta propia no es deseable, pero advirtió que ante las manifestaciones sociales, la autoridad está obligada a responder con resultados y no dar la impresión de que está rebasada por los criminales, opinó.

Nota de Julieta Martínez, El Universal, 14 de mayo.



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