Caracas, 11 de abril. “Todo golpe tendrá siempre su contragolpe revolucionario”, sostuvo el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al conmemorar hoy el octavo aniversario del golpe de Estado que lo sacó dos días del poder, el cual fue recordado también por una multitud que se concentró en el centro de Caracas bajo la consigna de “nunca más”.
El jefe de Estado aseguró que el golpe de 11 de abril de 2002 “es un punto de inflexión en nuestra historia como pueblo, que cobró conciencia de que él mismo es quien lucha y construye su propia historia y nos mostró que todo 11 siempre tendrá su 13 en la patria de Bolívar”.
En su columna dominical Las líneas de Chávez, recordó el inicio del auge y caída de la dictadura más breve de la historia, y en un símil con lo que dice la religión católica destacó: “recordamos el calvario del Cristo-pueblo que resucitó al tercer día, nuestro 13 eterno”.
Poco después, en su programa Aló, Presidente, aseguró a sus opositores que cualquier intento por dar un golpe de Estado, realizar un acto terrorista o atentar contra su vida, “radicalizará” la revolución bolivariana y que recibirán una respuesta contundente del pueblo y de las fuerzas armadas.
Chávez también se refirió a la “multipolaridad como un nuevo orden mundial, que pasa necesariamente por la consolidación de nuestra América Latina con la unión de países que compartimos un legado y un destino común”.
En La Paz, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, reforzó lo señalado por Chávez, y dijo que las luchas por la total independencia tienen vigencia en la región, pues las oligarquías siguen rechazando procesos de cambio como el de su país y el de Bolivia.
Seguidores de Chávez se concentraron para recordar a los caídos de aquel día 19, en un acto al que asistieron altos personajes como la jefa del gobierno del Distrito Capital, Jacqueline Farías, quien responsabilizó al gobierno de Estados Unidos del golpe.
En este contexto las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) negaron la existencia de una trama entre esa organización guerrillera, el grupo armado vasco ETA y Venezuela, como acusó el juez español Eloy Velasco, y tomaron la acusación como una guerra sucia contra Chávez, en una nota divulgada en Bogotá.
Colombia expulsó a un efectivo de la policía de Maracaibo que seis meses atrás entró de manera ilegal a su territorio, y recodó que ya son seis los elementos de la fuerza pública venezolana expulsados desde octubre, mientras un detective colombiano sigue detenido en Venezuela desde hace 180 días.
El jefe de Estado aseguró que el golpe de 11 de abril de 2002 “es un punto de inflexión en nuestra historia como pueblo, que cobró conciencia de que él mismo es quien lucha y construye su propia historia y nos mostró que todo 11 siempre tendrá su 13 en la patria de Bolívar”.
En su columna dominical Las líneas de Chávez, recordó el inicio del auge y caída de la dictadura más breve de la historia, y en un símil con lo que dice la religión católica destacó: “recordamos el calvario del Cristo-pueblo que resucitó al tercer día, nuestro 13 eterno”.
Poco después, en su programa Aló, Presidente, aseguró a sus opositores que cualquier intento por dar un golpe de Estado, realizar un acto terrorista o atentar contra su vida, “radicalizará” la revolución bolivariana y que recibirán una respuesta contundente del pueblo y de las fuerzas armadas.
Chávez también se refirió a la “multipolaridad como un nuevo orden mundial, que pasa necesariamente por la consolidación de nuestra América Latina con la unión de países que compartimos un legado y un destino común”.
En La Paz, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, reforzó lo señalado por Chávez, y dijo que las luchas por la total independencia tienen vigencia en la región, pues las oligarquías siguen rechazando procesos de cambio como el de su país y el de Bolivia.
Seguidores de Chávez se concentraron para recordar a los caídos de aquel día 19, en un acto al que asistieron altos personajes como la jefa del gobierno del Distrito Capital, Jacqueline Farías, quien responsabilizó al gobierno de Estados Unidos del golpe.
En este contexto las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) negaron la existencia de una trama entre esa organización guerrillera, el grupo armado vasco ETA y Venezuela, como acusó el juez español Eloy Velasco, y tomaron la acusación como una guerra sucia contra Chávez, en una nota divulgada en Bogotá.
Colombia expulsó a un efectivo de la policía de Maracaibo que seis meses atrás entró de manera ilegal a su territorio, y recodó que ya son seis los elementos de la fuerza pública venezolana expulsados desde octubre, mientras un detective colombiano sigue detenido en Venezuela desde hace 180 días.
La Jornada, 12 de abril.
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