BUENOS AIRES.— El gobierno colombiano mostró ayer su inconformidad y su inquietud por el incremento del arsenal armamentístico que viene adquiriendo Venezuela y que, según el presidente Álvaro Uribe “es una carrera inmensa”.
“Colombia ha enfrentado el desafío de la violencia, pero no participa e la carrera armamentística”, dijo Uribe en una conferencia de prensa en Cartagena, antes de la inauguración del Foro Económico Mundial, en su versión latinoamericana, que arrancó ayer.
En la víspera, Venezuela confirmó la compra de armamento a Rusia por 2.2 mil millones de dólares, mientras que el ex presidente y actual “hombre fuerte” de Rusia, Vladimir Putin, dijo la semana pasada que Moscú recibió pedidos de armamento desde Caracas por más de 5 mil millones de dólares. En Estados Unidos, el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, dijo que lo que al país le preocupa “no es si Venezuela quiere adquirir ese material, sino si va a aumentarlo y si este material acaba en otras partes de la región”.
El gobierno venezolano denunció la detención de ocho ciudadanos colombianos por llevar a cabo diversas acciones de espionaje, según explicó el ministro del Interior, Tareck El Aissami, quien dijo que esas personas poseían material y fotografías de centrales eléctricas venezolanas, en momentos en que el país atraviesa una severa crisis energética.
“Tenían imágenes de varias subestaciones eléctricas del país, del sistema interconectado nacional y de la infraestructura vial. Las detenciones se llevaron a cabo en distintos estados y tenían por objeto las centrales eléctricas del país”, puntualizó el ministro.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela se encuentran congeladas desde mediados del año pasado y, según el canciller venezolano Nicolás Maduro, el gobierno de su país esperará la salida de Uribe y la llegada de su sucesor “para normalizarlas”.
De inmediato, Uribe denunció que lo que Venezuela espera es que llegue “otro gobierno bien mansito” que no exija “derrotar al terrorismo”. El mandatario pidió a los colombianos no caer “en ese engañito”.
“Colombia ha enfrentado el desafío de la violencia, pero no participa e la carrera armamentística”, dijo Uribe en una conferencia de prensa en Cartagena, antes de la inauguración del Foro Económico Mundial, en su versión latinoamericana, que arrancó ayer.
En la víspera, Venezuela confirmó la compra de armamento a Rusia por 2.2 mil millones de dólares, mientras que el ex presidente y actual “hombre fuerte” de Rusia, Vladimir Putin, dijo la semana pasada que Moscú recibió pedidos de armamento desde Caracas por más de 5 mil millones de dólares. En Estados Unidos, el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, dijo que lo que al país le preocupa “no es si Venezuela quiere adquirir ese material, sino si va a aumentarlo y si este material acaba en otras partes de la región”.
El gobierno venezolano denunció la detención de ocho ciudadanos colombianos por llevar a cabo diversas acciones de espionaje, según explicó el ministro del Interior, Tareck El Aissami, quien dijo que esas personas poseían material y fotografías de centrales eléctricas venezolanas, en momentos en que el país atraviesa una severa crisis energética.
“Tenían imágenes de varias subestaciones eléctricas del país, del sistema interconectado nacional y de la infraestructura vial. Las detenciones se llevaron a cabo en distintos estados y tenían por objeto las centrales eléctricas del país”, puntualizó el ministro.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela se encuentran congeladas desde mediados del año pasado y, según el canciller venezolano Nicolás Maduro, el gobierno de su país esperará la salida de Uribe y la llegada de su sucesor “para normalizarlas”.
De inmediato, Uribe denunció que lo que Venezuela espera es que llegue “otro gobierno bien mansito” que no exija “derrotar al terrorismo”. El mandatario pidió a los colombianos no caer “en ese engañito”.
José Vales corresponsal, El Universal, 7 de abril.
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