Por un voto de diferencia, el Senado rechazó ayer hacer un llamado al Gobierno de Cuba para que
garantice la integridad de los presos de conciencia y otorgue la libertad a aquellos que tienen problemas de salud.
El voto decisivo para poner fin a una discusión de tres semanas en la Cámara alta lo dio el único panista que no respaldó el punto de acuerdo impulsado por su bancada: Augusto César Leal, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores para América Latina.
"La Cámara de Senadores lamenta profundamente el fallecimiento de Orlando Zapata Tamayo y hace un llamado a las autoridades de la hermana República de Cuba a garantizar la integridad y dignidad de quienes se encuentran recluidos en sus cárceles y propiciar canales políticos que eviten la reiteración de este tipo de situaciones.
"Se exhorta al Ejecutivo federal para que a través de los medios pertinentes conmine, respetuosamente a la República de Cuba, a que encauce mecanismos de diálogo con los disidentes, y pondere la liberación de quienes, habiéndose asumido como presos de conciencia, se encuentran de tenidos, en particular aquellos cuya salud se encuentre quebrantada", indicaba el dictamen que fue rechazado por 42 votos contra 43.
En los últimos días la senadora perredista Yeidckol Polevnsky, cercana a la Embajada cubana en México, convenció de no apoyar el exhorto a la mayoría de su bancada y a la del PRI, excepto a la ex Canciller Rosario Green, quien no acudió a la sesión.
El panista Leal reconoció que hace unos días habló con el Embajador de México en la Isla, Gabriel Jiménez Remus, y le pidió "ser sabio" en el tema.
"Jiménez Remus me habló y me dijo: 'aquí en Cuba se espera que seas muy sabio, tienen mucha confianza en ti, no vayas a hacer una bobada'. Le dije al coordinador (del PAN, Gustavo Madero) que yo no podía votar en contra de mis convicciones.
"No se imaginan (las consecuencias que hubiera provocado), es muy sensible la atmósfera cubana a estos temas de derechos humanos", indicó.
A nombre de los 19 priistas que votaron en contra del llamado, Jesús Murillo aseguró que México siempre ha asumido una política exterior de respeto a la decisión que cada país toma, por lo que respetarían ese principio.
Polevnsky y el coordinador del PT, Ricardo Monreal, afirmaron que es una contradicción promover el respeto de los derechos humanos en otro país, cuando se permite que el Gobierno mexicano cometa abusos.
Los panistas Rubén Camarillo y Adriana González aseguraron los senadores no podían quedarse callados ante una situación como la que padecen los cubanos, cuando justo hace una semana aprobaron reformas en materia de derechos humanos.
Graco Ramírez, uno de los tres perredistas que votaron a favor del llamado, exigió a los legisladores "aprender a ver lo que sucede en Cuba" y comprender que hay un problema derivado del autoritarismo de un régimen.
Erika Hernández y Claudia Guerrero, Reforma, 16 de abril.
garantice la integridad de los presos de conciencia y otorgue la libertad a aquellos que tienen problemas de salud.
El voto decisivo para poner fin a una discusión de tres semanas en la Cámara alta lo dio el único panista que no respaldó el punto de acuerdo impulsado por su bancada: Augusto César Leal, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores para América Latina.
"La Cámara de Senadores lamenta profundamente el fallecimiento de Orlando Zapata Tamayo y hace un llamado a las autoridades de la hermana República de Cuba a garantizar la integridad y dignidad de quienes se encuentran recluidos en sus cárceles y propiciar canales políticos que eviten la reiteración de este tipo de situaciones.
"Se exhorta al Ejecutivo federal para que a través de los medios pertinentes conmine, respetuosamente a la República de Cuba, a que encauce mecanismos de diálogo con los disidentes, y pondere la liberación de quienes, habiéndose asumido como presos de conciencia, se encuentran de tenidos, en particular aquellos cuya salud se encuentre quebrantada", indicaba el dictamen que fue rechazado por 42 votos contra 43.
En los últimos días la senadora perredista Yeidckol Polevnsky, cercana a la Embajada cubana en México, convenció de no apoyar el exhorto a la mayoría de su bancada y a la del PRI, excepto a la ex Canciller Rosario Green, quien no acudió a la sesión.
El panista Leal reconoció que hace unos días habló con el Embajador de México en la Isla, Gabriel Jiménez Remus, y le pidió "ser sabio" en el tema.
"Jiménez Remus me habló y me dijo: 'aquí en Cuba se espera que seas muy sabio, tienen mucha confianza en ti, no vayas a hacer una bobada'. Le dije al coordinador (del PAN, Gustavo Madero) que yo no podía votar en contra de mis convicciones.
"No se imaginan (las consecuencias que hubiera provocado), es muy sensible la atmósfera cubana a estos temas de derechos humanos", indicó.
A nombre de los 19 priistas que votaron en contra del llamado, Jesús Murillo aseguró que México siempre ha asumido una política exterior de respeto a la decisión que cada país toma, por lo que respetarían ese principio.
Polevnsky y el coordinador del PT, Ricardo Monreal, afirmaron que es una contradicción promover el respeto de los derechos humanos en otro país, cuando se permite que el Gobierno mexicano cometa abusos.
Los panistas Rubén Camarillo y Adriana González aseguraron los senadores no podían quedarse callados ante una situación como la que padecen los cubanos, cuando justo hace una semana aprobaron reformas en materia de derechos humanos.
Graco Ramírez, uno de los tres perredistas que votaron a favor del llamado, exigió a los legisladores "aprender a ver lo que sucede en Cuba" y comprender que hay un problema derivado del autoritarismo de un régimen.
Erika Hernández y Claudia Guerrero, Reforma, 16 de abril.
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