Cambia AMLO tono de discurso

Ubicado como el presidenciable más conocido entre los mexicanos y el mejor posicionado de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador posee también el mayor número de opiniones adversas y el porcentaje de quienes no votarían por él ha crecido, por lo que busca recuperar simpatías perdidas. Esa franja, conocida como “números negativos”, es la población a reducir por el político tabasqueño, quien en aras de alcanzar la Presidencia en 2012 ha modificado su discurso al punto de ser conocido ahora en redes sociales como “Amlove”. Detrás de su transformación está “él mismo”, sostiene uno de los intelectuales que ha participado como asesor en su Proyecto Alternativo de Nación, Ignacio Marván. Su operador político y legal, Ricardo Monreal, representante ante el Diálogo para la Reconstrucción de México (Dia), que se convertirá en la coalición que dispute la Presidencia, dice desconocer sobre estrategias mediáticas del tabasqueño. César Yáñez, vocero del político tabasqueño desde hace casi 16 años, señala que no hay tal viraje ni asesoría. Cambio de actitud En 2008, ante un Zócalo lleno clamó: “Aceptemos la afirmación del amor como la mejor forma de hacer política. No debe caber en nosotros ni el odio, ni la amargura. Seamos el amor que todo lo da. Amar es perdonar en todo instante”. Ahora, más recientemente lo que llamó la atención fue su discurso del 15 de noviembre pasado en el que planteó una “república amorosa”, al quedar como el virtual aspirante de las izquierdas a la Presidencia tras ganar en las encuestas al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard. Pero aunque todos los sondeos lo señalan como el mejor posicionado, existe una alta franja de rechazo. El 19 octubre de 2010 se puso en marcha la Fundación Encuentro Asociación Civil, encabezada por Alfonso Durazo, con el objetivo, según documentos de su Coordinación Operativa Nacional, de “disipar dudas en los sectores mediáticamente manipulados” respecto a López Obrador y su movimiento. Tras un año de operación, esa red ha permitido acercar a López Obrador a organizaciones sociales y civiles, además de miles de empresarios. Ante ese sector también ha matizado su discurso. El 28 de febrero en el University Club ofreció garantías a este y otros sectores, antes repudiados por él. “Estamos nosotros por buscar acuerdos con todos, incluso con los integrantes de los que denominamos la mafia del poder, me refiero a que, al triunfar como va a suceder, nosotros no vamos a desterrar a nadie, no va a haber persecución de nadie, la única cosa es de que ya ellos ya no van a mandar”, les dijo. “Ya no voy a hablar de la mafia del poder, me dicen que ya no debo de seguir diciéndolo”. Sobre el tema hablan, no sin cierto malestar, quienes están cerca de él. Ignacio Marván, investigador del CIDE y quien forma parte del Consejo Consultivo de López Obrador para el Proyecto Alternativo, dijo a EL UNIVERSAL que el tabasqueño es receptivo a las recomendaciones y una de ellas seguramente fue valorar “cuál es la mejor manera de que llegue el mensaje”. “Tu dices mafia para ser muy concreto y muy específico, eso resulta que ofende a mucha gente”, aunque sea innegable que hay una oligarquía. Para el académico del Tecnológico de Monterrey y especialista en estrategias de comunicación e imagen, Jesús Meza Lueza, el plan es correcto. “Antes él era el peligro para México, era el violento, pero ahora con este discurso pretende anular todo eso mediante una estrategia donde se muestra como una persona madura y evolutiva, es un discurso correcto”. Así, valoró, el tabasqueño experimenta hoy una fase de “curación”, pues el que se presenta hoy no es el mismo de 2006, en que el imaginario lo etiquetó como un personaje radical. “Proyecto electoral” En contraste, para el analista político Macario Schettino la estrategia del tabasqueño corresponde a la necesidad de reducir sus puntos negativos, que se acrecentaron después de las elecciones de 2006. Explicó que desde hace mucho tiempo ha tenido una baja considerable en las encuestas, por lo que trata de aparecer como una persona más razonable de lo que la gente percibía. “Por eso [hace] viajes al exterior, reuniones con empresarios y ha hecho un discurso menos agresivo; creo que esa es la intención”. En principio, reiteró el analista, es un proyecto electoral, donde pretende aparecer más atractivo para los votantes. Carina García y Francisco Nieto, La Crónica, 24 de noviembre.