'Hay un verdadero cierre de filas'

MORELIA.- Poco favorecidos por algunas encuestas, los perredistas no tiran la toalla. Jesús Zambrano, su líder nacional, saca fuerzas de flaqueza, lanza nuevas metrallas contra sus rivales y pone en duda cada sondeo que los hunde en el tercer lugar de las preferencias electorales. "No las desestimamos de ninguna manera, pero lo que verdaderamente nos importa es el estado de ánimo de la gente", argumenta. El perredista departe en un hotel adjunto a la avenida principal de Morelia, donde un mar de gente les hace recordar a los perredistas los llenos del 88, en tiempos del Frente Democrático Nacional, o los de 2001, cuando, ya como PRD, descarrilaron al PRI en esta tierra. A unos metros está Cuauhtémoc Cárdenas, el tres veces candidato presidencial, quien se subió a la campaña de su partido en la recta final de la contienda. Cada perredista que llega lo saluda y hasta le hacen reverencia. A esas alturas también ha llegado Marcelo Ebrad, Jefe de Gobierno del Distrito Federal, acompañado de su nueva esposa y de tres camionetas repletas de hombres armados que les abren paso sobre la avenida central. El también aspirante presidencial comió, habló y se fue cuando apenas calentaba Silvano Aureoles, el candidato de la izquierda al Gobierno del estado. Su discurso lo descargó contra quien ve como posible rival en la contienda presidencial, el mexiquense Enrique Peña Nieto, al que acusó de imponer como líder del PRI a un saqueador, a un sinvergüenza. Se refería al coahuilense Humberto Moreira. Cárdenas, más mesurado, llamó a la movilización de la estructura del PRD. Llamó a convencer que cualquier otro camino significa el retroceso. Sólo faltó la cereza en el pastel, cortada desde Tabasco. Problemas de agenda, argumentó Aureoles ante la ausencia de Andrés Manuel López Obrador. Pero más que las ausencias o las encuestas, lo que Zambrano destacó es la decisión de cerrarle el paso al PRI de Peña Nieto, y al PAN de Calderón. Al tricolor lo acusó de ofrecer el canto de las sirenas, y a los panistas de utilizar políticamente y hasta llorar la muerte de su Alcalde en La Piedad, Ricardo Guzmán, abatido a balazos el pasado jueves. "Qué poco les duró el luto", ironizó al saber que la candidata panista cerró 48 horas después un mitin al son de Joan Sebastian. "Así que ni lágrimas de cocodrilo blanquiazules, ni cantos de sirenas tricolor. Nosotros vamos a ganar", desafió. Adán García corresponsal, Reforma, 6 de noviembre.