CULIACÁN.- "No habrá día más tranquilo que hoy", aseguró el Coronel Homero Mendoza, comandante del 19 Regimiento de Caballería Motorizada.
Mendoza, adscrito a la 22 Zona Militar, con sede en Toluca, Estado de México, encabezó la incursión del Ejército en el municipio de Navolato, considerado como uno de los más peligrosos por las autoridades estatales debido a las actividades del Cártel de Sinaloa.
A bordo de 45 hummers artilladas con fusiles MK-19, 200 efectivos arribaron a Navolato, entre el asombro de sus pobladores.
Doña Sara Martínez, de 60 años, opinó que los militares traerán seguridad a la zona.
"El sábado pasado se balacearon allá adelante, por el IMSS, por las noches es imposible salir. Los que venden droga ya se apoderaron de las calles en Navolato. ¡Bienvenidos los militares!", dijo, mientras esperaba a su hija afuera de una secundaria.
"Es la primera vez que el 19 Regimiento acude a operativos de alto impacto. Todas las acciones las realizamos en el Estado de México, de vigilancia principalmente", reconoció Mendoza.
No obstante, animó a sus muchachos. "Estamos entrenados para enfrentar cualquier situación, debemos estar alertas con las emboscadas o los atentados. La seguridad es lo más importante, debemos devolver la tranquilidad a Sinaloa", les gritó.
Los soldados portan armas G-3 calibre 762, casco, chaleco antibalas, cientos de cartuchos y una maleta de 47 kilos de peso con artículos de sobrevivencia.
El 19 Regimiento se trasladó, en un avión 727 de la Fuerza Aérea, al Aeropuerto Internacional de Culiacán. Luego de pasar lista en la Novena Zona Militar, se dirigió a Navolato como pudo. En dos ocasiones tomaron la carretera equivocada.
'Vamos con todo'
Culiacán, amaneció con seguridad extrema.
Seis helicópteros, también artillados, realizaron tareas de reconocimiento en diversas zonas. Sobre la Avenida Emiliano Zapata, la principal de esta ciudad, se observaron decenas de efectivos pertenecientes a las Fuerzas Especiales, apostados frente a bancos y centros comerciales.
El contingente del 19 Regimiento de Caballería fue la cereza del pastel. "¿Dónde es la guerra?", gritó un automovilista.
Ante el exceso de vigilancia, varios comercios bajaron sus cortinas.
"Está tensa la situación en Sinaloa", indicó el Coronel Mendoza.
El comentario coincidió con los pensamientos de la tropa que miró a Culiacán desde el avión. "Se ve tranquilo, pero desde acá arriba, abajo ha de estar cabrón", dijo un sargento.
Un tráfico intenso y un calor de 38 grados recibieron a los militares. "La instrucción es actuar en tareas de grupo contra el crimen organizado, el narcotráfico y la portación de armas prohibidas. No sabemos cuánto tiempo vamos a estar, todo depende del Alto Mando, pero estamos preparados, vamos a ir con todo", indicó el sargento.
Las principales actividades de los soldados serán patrullar zonas conflictivas de Culiacán y Navolato, así como instalar puestos de control para la detección de droga y armas.
Con esto, la guerra al Cártel de Sinaloa está declarada.
Mendoza, adscrito a la 22 Zona Militar, con sede en Toluca, Estado de México, encabezó la incursión del Ejército en el municipio de Navolato, considerado como uno de los más peligrosos por las autoridades estatales debido a las actividades del Cártel de Sinaloa.
A bordo de 45 hummers artilladas con fusiles MK-19, 200 efectivos arribaron a Navolato, entre el asombro de sus pobladores.
Doña Sara Martínez, de 60 años, opinó que los militares traerán seguridad a la zona.
"El sábado pasado se balacearon allá adelante, por el IMSS, por las noches es imposible salir. Los que venden droga ya se apoderaron de las calles en Navolato. ¡Bienvenidos los militares!", dijo, mientras esperaba a su hija afuera de una secundaria.
"Es la primera vez que el 19 Regimiento acude a operativos de alto impacto. Todas las acciones las realizamos en el Estado de México, de vigilancia principalmente", reconoció Mendoza.
No obstante, animó a sus muchachos. "Estamos entrenados para enfrentar cualquier situación, debemos estar alertas con las emboscadas o los atentados. La seguridad es lo más importante, debemos devolver la tranquilidad a Sinaloa", les gritó.
Los soldados portan armas G-3 calibre 762, casco, chaleco antibalas, cientos de cartuchos y una maleta de 47 kilos de peso con artículos de sobrevivencia.
El 19 Regimiento se trasladó, en un avión 727 de la Fuerza Aérea, al Aeropuerto Internacional de Culiacán. Luego de pasar lista en la Novena Zona Militar, se dirigió a Navolato como pudo. En dos ocasiones tomaron la carretera equivocada.
'Vamos con todo'
Culiacán, amaneció con seguridad extrema.
Seis helicópteros, también artillados, realizaron tareas de reconocimiento en diversas zonas. Sobre la Avenida Emiliano Zapata, la principal de esta ciudad, se observaron decenas de efectivos pertenecientes a las Fuerzas Especiales, apostados frente a bancos y centros comerciales.
El contingente del 19 Regimiento de Caballería fue la cereza del pastel. "¿Dónde es la guerra?", gritó un automovilista.
Ante el exceso de vigilancia, varios comercios bajaron sus cortinas.
"Está tensa la situación en Sinaloa", indicó el Coronel Mendoza.
El comentario coincidió con los pensamientos de la tropa que miró a Culiacán desde el avión. "Se ve tranquilo, pero desde acá arriba, abajo ha de estar cabrón", dijo un sargento.
Un tráfico intenso y un calor de 38 grados recibieron a los militares. "La instrucción es actuar en tareas de grupo contra el crimen organizado, el narcotráfico y la portación de armas prohibidas. No sabemos cuánto tiempo vamos a estar, todo depende del Alto Mando, pero estamos preparados, vamos a ir con todo", indicó el sargento.
Las principales actividades de los soldados serán patrullar zonas conflictivas de Culiacán y Navolato, así como instalar puestos de control para la detección de droga y armas.
Con esto, la guerra al Cártel de Sinaloa está declarada.
Nota de Benito Jiménez, Reforma, 14 de mayo.
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