El gobierno colombiano aseguró ayer que la guerrillera de las FARC, Nelly Ávila Moreno, alias Karina, primero deberá ser investigada por la Fiscalía para acceder a la Ley de Justicia y Paz, instrumento jurídico que otorga beneficios como la reducción en la condena a los miembros de grupos armados que se desmovilicen.
Frank Peral, un alto consejero para la reintegración, sostuvo que mientras la Fiscalía no dé un concepto sobre la situación jurídica de Nelly Ávila Moreno, el gobierno no puede postularla para la Ley de Justicia y Paz, norma creada para la desmovilización de los grupos paramilitares.
“Sobre eso, lo único que le puedo decir, que es lo único que se conoce hasta el momento, es que ella debe pasar por los filtros de la justicia y en ese momento el gobierno podrá decidir si la postula como beneficiaría, pero hay que esperar que eso pase”, expresó Peral.
Por su lado, el fiscal general de la Nación, Mario Iguarán, afirmó que la ex integrante de FARC sí podrá acceder a Justicia y Paz, pero siempre y cuando sea postulada por el gobierno.
“Su situación para no descartar la procedencia de la aplicación de Justicia y Paz, en ente caso, tendremos que mirar si estos hechos fueron cometidos durante y con ocasión a la permanencia al grupo, que es la exigencia de la norma”, dijo Iguarán.
En tanto, la ex rebelde comentó que se le acusa de muchos delitos que no cometió y de los que tampoco formó parte.
“No soy tan sanguinaria como dicen, me considero una humanista a la que le tocó combatir, pero no por gusto”, añadió.
“Todo en lo que pueda colaborar con la justicia lo diré, pero no acepto que se me acuse de tantas cosas y de que soy lo peor”, subrayó Karina, que también negó que el frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia se financiara con cultivos ilícitos.
Mientras, el diario colombiano El Tiempo publicó ayer que la entrega voluntaria de Karina es un duro revés de gran magnitud en lo militar y moral para los insurgentes de las FARC.
Recordó también que en 24 años de vida guerrillera, Karina ganó la fama de ser una de las combatientes más crueles y sanguinarias en la historia del conflicto armado colombiano.
La ex guerrillera comentó que a pesar de desertar no está de acuerdo con que a sus antiguos compañeros de armas se les tilde de terroristas.
“Para mí las FARC no son una organización terrorista, estamos en una confrontación y los excesos se producen de parte y parte”, finalizó.
Frank Peral, un alto consejero para la reintegración, sostuvo que mientras la Fiscalía no dé un concepto sobre la situación jurídica de Nelly Ávila Moreno, el gobierno no puede postularla para la Ley de Justicia y Paz, norma creada para la desmovilización de los grupos paramilitares.
“Sobre eso, lo único que le puedo decir, que es lo único que se conoce hasta el momento, es que ella debe pasar por los filtros de la justicia y en ese momento el gobierno podrá decidir si la postula como beneficiaría, pero hay que esperar que eso pase”, expresó Peral.
Por su lado, el fiscal general de la Nación, Mario Iguarán, afirmó que la ex integrante de FARC sí podrá acceder a Justicia y Paz, pero siempre y cuando sea postulada por el gobierno.
“Su situación para no descartar la procedencia de la aplicación de Justicia y Paz, en ente caso, tendremos que mirar si estos hechos fueron cometidos durante y con ocasión a la permanencia al grupo, que es la exigencia de la norma”, dijo Iguarán.
En tanto, la ex rebelde comentó que se le acusa de muchos delitos que no cometió y de los que tampoco formó parte.
“No soy tan sanguinaria como dicen, me considero una humanista a la que le tocó combatir, pero no por gusto”, añadió.
“Todo en lo que pueda colaborar con la justicia lo diré, pero no acepto que se me acuse de tantas cosas y de que soy lo peor”, subrayó Karina, que también negó que el frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia se financiara con cultivos ilícitos.
Mientras, el diario colombiano El Tiempo publicó ayer que la entrega voluntaria de Karina es un duro revés de gran magnitud en lo militar y moral para los insurgentes de las FARC.
Recordó también que en 24 años de vida guerrillera, Karina ganó la fama de ser una de las combatientes más crueles y sanguinarias en la historia del conflicto armado colombiano.
La ex guerrillera comentó que a pesar de desertar no está de acuerdo con que a sus antiguos compañeros de armas se les tilde de terroristas.
“Para mí las FARC no son una organización terrorista, estamos en una confrontación y los excesos se producen de parte y parte”, finalizó.
Nota de agencias en Bogotá, Milenio, 21 de mayo.
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