“¿Tiene México que ser un país exportador de petróleo?” “¿Cuál es el gran beneficio de ello?” “¿Dónde está el buen resultado de esa exportación?”, cuestionó el historiador Lorenzo Meyer a senadores y diputados, para luego responder que cuando el país exportó en serio, como nunca, “la economía nacional perdió dinamismo”.
Luego dijo que México no necesariamente debe ser comparado con otras naciones exportadoras de crudo que han privatizado sus recursos energéticos o que tienen una industria mixta, porque en ese sentido el país “ha sido un gran laboratorio entre 1910 y 1938” y lo que ocurre a partir de entonces.
“Hay que ver que en México tenemos las dos posibilidades: el petróleo en manos privadas, con la lógica del mercado muy competitivo hasta 1938, y luego el otro paradigma (modelo)”; es decir, a partir de la nacionalización.
Durante su participación en el arranque de los foros sobre el debate energético, Meyer recordó que hasta 1938 el petróleo funcionó absolutamente en manos privadas, en medio de una competencia real, porque estaban las empresas El Águila y La Huasteca y otras “chiquitas”.
Meyer sostuvo que México no siempre fue proveedor petrolero hacia el exterior. Ahora, agregó, el país produce y exporta el energético “en cantidades fantásticas” y por eso también se agotan los yacimientos mexicanos. Entonces “¿eso es lo que se quiere?”, “¿es eso lo que más conviene?”, interrogó de nuevo.
Aclaró que no sugiere que México deje de ser una nación exportadora de petróleo, sino que al momento del análisis legislativo se reflexione sobre si es realmente necesario agotar el recurso en la forma en que se hace ahora.
Por otra parte, Lorenzo Meyer manifestó que en México es indisoluble el concepto de nacionalismo con petróleo y que el país no puede ser soberano en el sentido profundo y absoluto del término. “No tiene fuerza para ello”, pero el país escogió en el energético su más cercana posibilidad de alcanzar ese estado, recalcó.
Luego dijo que México no necesariamente debe ser comparado con otras naciones exportadoras de crudo que han privatizado sus recursos energéticos o que tienen una industria mixta, porque en ese sentido el país “ha sido un gran laboratorio entre 1910 y 1938” y lo que ocurre a partir de entonces.
“Hay que ver que en México tenemos las dos posibilidades: el petróleo en manos privadas, con la lógica del mercado muy competitivo hasta 1938, y luego el otro paradigma (modelo)”; es decir, a partir de la nacionalización.
Durante su participación en el arranque de los foros sobre el debate energético, Meyer recordó que hasta 1938 el petróleo funcionó absolutamente en manos privadas, en medio de una competencia real, porque estaban las empresas El Águila y La Huasteca y otras “chiquitas”.
Meyer sostuvo que México no siempre fue proveedor petrolero hacia el exterior. Ahora, agregó, el país produce y exporta el energético “en cantidades fantásticas” y por eso también se agotan los yacimientos mexicanos. Entonces “¿eso es lo que se quiere?”, “¿es eso lo que más conviene?”, interrogó de nuevo.
Aclaró que no sugiere que México deje de ser una nación exportadora de petróleo, sino que al momento del análisis legislativo se reflexione sobre si es realmente necesario agotar el recurso en la forma en que se hace ahora.
Por otra parte, Lorenzo Meyer manifestó que en México es indisoluble el concepto de nacionalismo con petróleo y que el país no puede ser soberano en el sentido profundo y absoluto del término. “No tiene fuerza para ello”, pero el país escogió en el energético su más cercana posibilidad de alcanzar ese estado, recalcó.
Nota de Luciano Franco, Crónica, 14 de mayo.
0 Responses to "Desacelerar la explotación petrolera, plantea Meyer"
Publicar un comentario