Y se cuadraron ante el hijo del general

En 5 segundos, Cuauhtémoc Cárdenas recuperó la bandera de su padre, ondeada reiteradamente por el PAN y por el gobierno en los últimos días para defender la apertura de Pemex a la iniciativa privada.
Se la arrancó al dirigente nacional del PAN, Germán Martínez Cázares, quien en la contrarréplica sólo tuvo un reconocimiento para su interlocutor.
Transcurría el primer foro sobre la reforma petrolera organizado por el Senado con la presencia en la mesa de representantes de todos los partidos, menos del PRD.
Su fundador, Cuauhtémoc Cárdenas, se deslindó de cualquier representación partidista.
"No vengo representándome más que a mí mismo", dijo el ingeniero ante la pregunta del Niño Verde sobre si hablaría a nombre del PRD.
"Yo no puedo responderle más que por mis propios criterios", le dijo a Jorge Emilio González Martínez, de quien lo separaban decenas de macetones con tulipanes de color naranja.
Siete horas de exposiciones en un formato riguroso y acartonado, que impedía un verdadero debate.
Horas llenas de discursos de reclamos, y de una incesante repetición de conceptos muy traídos y llevados: "privatización, "no privatización", "soberanía".
"Un debate inútil", consideró el académico Carlos Elizondo, en referencia a la discusión sobre la constitucionalidad de las reformas propuestas.
Casi al final, Elizondo se quejaría de que los senadores "trabajan muchas horas y ni siquiera dan de comer".
Germán Martínez Cázares abrió la disertación.
Se lanzó contra López Obrador, presente en la mesa a través de su representante, José Agustín Ortiz Pincheti. Arremetió también contra quienes tomaron las tribunas del Congreso.
Luego, en la réplica, leyó un fragmento de la exposición de motivos de la iniciativa de Ley Reglamentaria del 27 constitucional de 1939, exactamente el mismo que leyó el pasado jueves la secretaria de Energía, Georgina Kessel, en el mismo lugar.
Muy serio, muy sereno, Cuauhtémoc Cárdenas le respondió que en 1938 había muchas carencias de carácter técnico y profesional y por eso quedó abierta en ese entonces, la posibilidad de que los particulares participaran en el sector.
Germán Martínez ya no replicó. Reconoció el "nacionalismo con el que usted se dirige en el tema" y le expresó "nuestro reconocimiento desde Acción Nacional".
El dirigente panista abandonó el recinto y muchos de los ponentes, como Arturo Núñez y Pablo Gómez, se quedaron con ganas de responderle.
Más de uno aplaudió en el patio central de Xicoténcatl 9 la postura de Cárdenas.
Ahí estaba la dirigente del PRI, Beatriz Paredes, quien destacaba por su huipil rosa mexicano fosforecente en medio de tanto traje oscuro.
También aplaudieron Jesús Ortega y Guadalupe Acosta, sentados detrás del ingeniero.
Muy serio, indiferente, Porfirio Muñoz Ledo observaba desde las sillas de invitados especiales.
Manuel Bartlett seguía muy atento las disertaciones desde el hueco que le hicieron los legisladores del PT.
El receso de 10 minutos decretado por el senador del PRI, Francisco Labastida, fue aprovechado por muchos de los presentes para saludar a Cuauhtémoc.
Él se dejó querer. De pronto le hicieron "bolita" los legisladores de Michoacán, entre ellos el priista José Ascensión Orihuela.
Dante Delgado, líder de los senadores de Convergencia y muy cercano a López Obrador, se sumó a los saludos.
Cárdenas se quedó a todo el foro. Observó ecuánime cómo Carlos Elizondo le hablaba fuerte al oído, casi le gritaba, a Ortiz Pincheti, sentado a su lado.
Le decía a Ortiz y enfatizaba ante el micrófono que él no hablaba a nombre de ningún gobierno.
Esa discusión se la perdió el senador del PT, Alejandro González Yáñez, porque se quedó dormido.
El panista Rubén Camarillo la vio poco porque estaba muy metido en su laptop.
Cerca de las 17:00 horas terminó el primero de 22 foros similares que tendrán lugar en el mismo patio y que, según la promesa de Manlio Fabio Beltrones, contarán en lo subsecuente con comida para los ponentes.
Crónica de José Contreras, Crónica, 14 de mayo.

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