El canciller Felipe Pérez Roque descartó ayer que, de momento, su gobierno expulse del país a diplomáticos estadunidenses acusados de operar como “correos entre terroristas en Miami y mercenarios” en la isla, aunque advirtió que Washington “no debe subestimar la gravedad de esos hechos”.
“Esperamos que Estados Unidos tome medidas” sobre esta violación, no sólo de las leyes cubanas y los acuerdos que dieron lugar hace 30 años a la apertura de oficinas diplomáticas en Washington y La Habana, sino de la Convención de Ginebra, puntualizó.
Pérez Roque dijo que todavía no se ha decidido procesar judicialmente a un grupo de cubanos residentes en la isla y vinculados al “terrorista Santiago Álvarez”, quien vive en Miami y cumple condena por “obstrucción de la justicia”. “La investigación todavía está en curso”, puntualizó el ministro en conferencia de prensa, en la que consideró “increíble” la actuación de diplomáticos estadunidenses asociados a Álvarez, quien ha sido sometido a tres procesos judiciales en EU, es buscado con “alerta roja” por Interpol y tiene orden de captura en la isla. Pérez Roque se preguntó cuál sería la reacción de EU si ciudadanos residentes en ese país recibieran apoyo financiero de un grupo terrorista a través de diplomáticos cubanos estacionados en Washington, y apelando a términos boxísticos dijo que con sus denuncias Cuba le había hecho “un conteo de protección” a la administración del presidente George W. Bush. El canciller calificó también de “discurso irrelevante y cínico” el pronunciado el miércoles por el presidente Bush sobre Cuba y consideró como “acto de propaganda de mal gusto” la proclamación por su parte del “día de la solidaridad” con los cubanos. “Bush es un gobernante agotado, desacreditado, rechazado abrumadoramente en su país”, afirmó.
Por otra parte, en un gesto inusual, el programa de mayor audiencia en Cuba, Haciendo radio, presentó ayer entrevistas a disidentes efectuadas en la entrada de una residencia diplomática estadunidense, donde escucharon el discurso del presidente Bush. Periodistas de la emisora estatal Radio Rebelde interrogaron a Laura Pollán, de la organización Damas de Blanco, y a Elizardo Sánchez, activista de derechos humanos, sobre el dinero que recibieron los disidentes cubanos de parte de Santiago Álvarez. “La clave no está en quien envía la ayuda, sino en qué se hace con la ayuda”, explicó Sánchez.
Las entrevistas también fueron transmitidas por la televisión en la noche del miércoles, en el programa Mesa redonda, que abordó durante tres programas el tema del financiamiento desde Miami de la disidencia interna.
“Esperamos que Estados Unidos tome medidas” sobre esta violación, no sólo de las leyes cubanas y los acuerdos que dieron lugar hace 30 años a la apertura de oficinas diplomáticas en Washington y La Habana, sino de la Convención de Ginebra, puntualizó.
Pérez Roque dijo que todavía no se ha decidido procesar judicialmente a un grupo de cubanos residentes en la isla y vinculados al “terrorista Santiago Álvarez”, quien vive en Miami y cumple condena por “obstrucción de la justicia”. “La investigación todavía está en curso”, puntualizó el ministro en conferencia de prensa, en la que consideró “increíble” la actuación de diplomáticos estadunidenses asociados a Álvarez, quien ha sido sometido a tres procesos judiciales en EU, es buscado con “alerta roja” por Interpol y tiene orden de captura en la isla. Pérez Roque se preguntó cuál sería la reacción de EU si ciudadanos residentes en ese país recibieran apoyo financiero de un grupo terrorista a través de diplomáticos cubanos estacionados en Washington, y apelando a términos boxísticos dijo que con sus denuncias Cuba le había hecho “un conteo de protección” a la administración del presidente George W. Bush. El canciller calificó también de “discurso irrelevante y cínico” el pronunciado el miércoles por el presidente Bush sobre Cuba y consideró como “acto de propaganda de mal gusto” la proclamación por su parte del “día de la solidaridad” con los cubanos. “Bush es un gobernante agotado, desacreditado, rechazado abrumadoramente en su país”, afirmó.
Por otra parte, en un gesto inusual, el programa de mayor audiencia en Cuba, Haciendo radio, presentó ayer entrevistas a disidentes efectuadas en la entrada de una residencia diplomática estadunidense, donde escucharon el discurso del presidente Bush. Periodistas de la emisora estatal Radio Rebelde interrogaron a Laura Pollán, de la organización Damas de Blanco, y a Elizardo Sánchez, activista de derechos humanos, sobre el dinero que recibieron los disidentes cubanos de parte de Santiago Álvarez. “La clave no está en quien envía la ayuda, sino en qué se hace con la ayuda”, explicó Sánchez.
Las entrevistas también fueron transmitidas por la televisión en la noche del miércoles, en el programa Mesa redonda, que abordó durante tres programas el tema del financiamiento desde Miami de la disidencia interna.
Nota de Manuel Juan Somoza y AFP, Milenio, 23 de mayo.
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