SANTAFÉ DE BOGOTÁ. El máximo comandante y fundador de las FARC, Manuel Marulanda alias Tirofijo murió en marzo por un ataque cardiaco, confirmó la guerrilla al tiempo que anunció que Alfonso Cano se convirtió en su nuevo líder y el gobierno consideró que se abre la posibilidad de buscar una solución negociada al conflicto armado.
En un video difundido por la cadena de televisión Telesur, el integrante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Timoleón Jiménez reconoció la muerte del legendario líder rebelde de 78 años.
"Con inmenso pesar informamos que nuestro Comandante en Jefe, Manuel Marulanda Vélez, murió el pasado 26 de marzo como consecuencia de un infarto cardiaco, luego de una breve enfermedad", dijo Jiménez de pie frente a un micrófono y con una bandera colombiana ondeando al fondo.
Para el ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos "las FARC están en su peor momento en 44 años, por eso estamos diciendo, para nadie puede ser una sorpresa, que por primera vez el final de las FARC está a la vista".
Además Santos convocó a Cano y al jefe militar de las FARC, Jorge Briceño, alias Mono Jojoy, para que piensen en el camino de un acuerdo directo con el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez.
Marulanda, un campesino que fundó las FARC en 1964, comandó un movimiento que llegó a tener unos 17,000 combatientes y que tras la ofensiva de las Fuerzas Militares colombianas las han dejado con unos 6,000 combatientes a comienzos de este año, según datos de la Defensa.
El Ministro explicó que según las fuentes de inteligencia, las FARC "se encuentran divididas" y la designación de Cano generó numerosas fricciones en la guerrilla.
"Sabemos que hay problemas de comando y de control".
Para el funcionario, Tirofijo representaba la visión arcaica del país, del mundo. "Era un personaje anclado al pasado y fue siempre un obstáculo para negociar la paz, y por eso hoy se abre una nueva oportunidad", agregó.
La muerte de Tirofijo, según Santos, se suma a la de otro dos importantes cabecillas: Raúl Reyes el 1 de marzo en un campamento en Ecuador e Iván Ríos asesinado por uno de sus lugartenientes.
Para Francia, la muerte del líder allanaría el camino hacia la puesta en libertad de rehenes en manos de los rebeldes, entre ellos, la ciudadana franco-colombiana Ingrid Betancourt.
Las FARC mantienen en su poder a unos 39 rehenes, entre ellos a Betancourt y tres estadounidenses, que pretenden canjear por rebeldes presos.
En un video difundido por la cadena de televisión Telesur, el integrante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Timoleón Jiménez reconoció la muerte del legendario líder rebelde de 78 años.
"Con inmenso pesar informamos que nuestro Comandante en Jefe, Manuel Marulanda Vélez, murió el pasado 26 de marzo como consecuencia de un infarto cardiaco, luego de una breve enfermedad", dijo Jiménez de pie frente a un micrófono y con una bandera colombiana ondeando al fondo.
Para el ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos "las FARC están en su peor momento en 44 años, por eso estamos diciendo, para nadie puede ser una sorpresa, que por primera vez el final de las FARC está a la vista".
Además Santos convocó a Cano y al jefe militar de las FARC, Jorge Briceño, alias Mono Jojoy, para que piensen en el camino de un acuerdo directo con el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez.
Marulanda, un campesino que fundó las FARC en 1964, comandó un movimiento que llegó a tener unos 17,000 combatientes y que tras la ofensiva de las Fuerzas Militares colombianas las han dejado con unos 6,000 combatientes a comienzos de este año, según datos de la Defensa.
El Ministro explicó que según las fuentes de inteligencia, las FARC "se encuentran divididas" y la designación de Cano generó numerosas fricciones en la guerrilla.
"Sabemos que hay problemas de comando y de control".
Para el funcionario, Tirofijo representaba la visión arcaica del país, del mundo. "Era un personaje anclado al pasado y fue siempre un obstáculo para negociar la paz, y por eso hoy se abre una nueva oportunidad", agregó.
La muerte de Tirofijo, según Santos, se suma a la de otro dos importantes cabecillas: Raúl Reyes el 1 de marzo en un campamento en Ecuador e Iván Ríos asesinado por uno de sus lugartenientes.
Para Francia, la muerte del líder allanaría el camino hacia la puesta en libertad de rehenes en manos de los rebeldes, entre ellos, la ciudadana franco-colombiana Ingrid Betancourt.
Las FARC mantienen en su poder a unos 39 rehenes, entre ellos a Betancourt y tres estadounidenses, que pretenden canjear por rebeldes presos.
AFP, AP, Reuters y Notimex, El Economista, 26 de mayo.
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