Mandatario colombiano casi llega a los golpes

BUENOS AIRES.— El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, anda en los últimos días alterado, nervioso y, según algunas versiones, propenso a liarse a golpes.

En ese estado lo puso la detención de su primo el senador Mario Uribe, acusado de tener vínculos con los paramilitares.

El jefe de Estado protagonizó una discusión que casi termina con escenas de pugilato en la Cámara de Representantes, cuando acudió a la Comisión de Acusación a ampliar la denuncia en contra del ex presidente de la Corte Suprema César Julio Valencia. Ahí, Uribe terminó trabándose en una fuerte discusión con el abogado del ex magistrado, Ramiro Bejarano.

Todo ocurrió el martes, cuando una vez terminada la diligencia, por la que Uribe ratificó las acusaciones de falso testimonio contra Valencia, quien lo señala de haber intentado presionar a la justicia para mejorar la situación procesal de su primo. Ahí, el presidente habría comenzado a increpar de palabra a Bejarano, ex director del DAS (policía secreta), durante el gobierno de Ernesto Samper (1994-1998).

“El presidente me dijo en algún momento que si yo tenía nostalgia de las FARC. Le contesté que no tengo nostalgia ni de las FARC, ni de los paramilitares ni del narcotráfico... Me dijo que en mi época del DAS no había hecho nada contra las FARC ni contra los paramilitares. Le respondí ‘que bueno sería, señor presidente, que usted averiguara qué hizo la administración que yo presidí para capturar a Ramón Izaza (un ex jefe paramilitar) cuando usted era gobernador de Antioquia’”, narró al diario El Tiempo el abogado, quien además negó que el mandatario haya estado a punto de pasar a los golpes.

Sin embargo, diversas fuentes que presenciaron el hecho aseguraron a medios locales que durante cuatro horas hubo agresiones verbales mutuas, “con el presidente acusándolo, prácticamente de no haber hecho nada por el país cuando era funcionario y con el abogado tratando de demostrar que Uribe había acusado a la Corte Suprema de Justicia”, explicaron las fuentes.

Mientras tanto, la ex congresista Yidis Medina se declaró ayer culpable por el delito de cohecho y se acogió a sentencia anticipada después de acusar a miembros del gobierno de ofrecerle dádivas a cambio de la aprobación de la enmienda constitucional que permitió la reelección del presidente Uribe


En otros asuntos, desde Caracas el canciller francés, Bernard Kouchner, resaltó ayer la labor del presidente Hugo Chávez en la mediación con las FARC para la liberación de los rehenes y le pidió que retomase las labores de “facilitador”, según dijeron voceros del gobierno venezolano tras una reunión del mandatario con el jefe de la diplomacia gala. Hipótesis que Uribe había desechado el lunes cuando dialogó con Kouchner.

Nota de José Vales, El Universal, 1º de mayo.



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