Si los migrantes mexicanos que trabajan en Estados Unidos decidieran enviar remesas a México en euros, como forma de protegerse ante un dólar débil, perderían hasta 10% del valor total de su dinero por el cambio de paridades, señalan expertos del medio financiero.
En términos económicos esto no sería conveniente, porque si el migrante mexicano tomara la decisión de mandar euros en lugar de dólares, al hacer las conversiones recibiría menos dinero en pesos.
Por ejemplo, si cambiara 100 dólares a euros, recibiría aproximadamente 59 euros, que al pasarlos a pesos se convertirían en 967.6 pesos; mientras que, si enviara dólares desde Estados Unidos, obtendría mil 040 pesos en México.
“Para un mexicano indocumentado es muy difícil ir a un banco o casa de cambio a comprar euros; además no tiene ningún sentido pagar la conversión entre divisas”, señaló Jesús Cervantes González, director de Medición Económica del Banco de México.
Los migrantes tendrían que ahorrar en euros o en cheques de viajero e ir a un banco a comprar la divisa europea, lo que no resulta muy bueno por los márgenes, pues le cobran dos veces, explicó.
“Incluso aquí mismo (México) es sofisticado ir a hacer una operación en euros para una persona común y corriente; ahora, para un trabajador indocumentado resulta más difícil”, añadió.
Actualmente, 94.8% de las remesas se envían a través de medios electrónicos; 3.2% son money orders, y 2% se entregan directamente a los familiares cuando los migrantes vienen a México.
Los únicos instrumentos que llegan en dólares a México son los money orders, cuya participación actual en las remesas es mínima, indicó Jesús Cervantes.
Los money orders son papeles denominados en dólares que la persona convierte a pesos en un banco o casa de cambio, pero esta vía está en extinción, porque lo más eficiente es mandar las remesas por medios electrónicos, expresó.
En 1995 sólo 51.5% se mandaban por vía electrónica y en money orders era 39.7%
Por su parte, el investigador de El Colegio de la Frontera Norte, doctor Eliseo Díaz pronosticó que en el mediano plazo ve difícil que los migrantes mexicanos decidan enviar euros a México por lo complicado que resultaría, ya que tendrían que ir a un banco o casa de cambio, y después hacer el envío.
En términos económicos esto no sería conveniente, porque si el migrante mexicano tomara la decisión de mandar euros en lugar de dólares, al hacer las conversiones recibiría menos dinero en pesos.
Por ejemplo, si cambiara 100 dólares a euros, recibiría aproximadamente 59 euros, que al pasarlos a pesos se convertirían en 967.6 pesos; mientras que, si enviara dólares desde Estados Unidos, obtendría mil 040 pesos en México.
“Para un mexicano indocumentado es muy difícil ir a un banco o casa de cambio a comprar euros; además no tiene ningún sentido pagar la conversión entre divisas”, señaló Jesús Cervantes González, director de Medición Económica del Banco de México.
Los migrantes tendrían que ahorrar en euros o en cheques de viajero e ir a un banco a comprar la divisa europea, lo que no resulta muy bueno por los márgenes, pues le cobran dos veces, explicó.
“Incluso aquí mismo (México) es sofisticado ir a hacer una operación en euros para una persona común y corriente; ahora, para un trabajador indocumentado resulta más difícil”, añadió.
Actualmente, 94.8% de las remesas se envían a través de medios electrónicos; 3.2% son money orders, y 2% se entregan directamente a los familiares cuando los migrantes vienen a México.
Los únicos instrumentos que llegan en dólares a México son los money orders, cuya participación actual en las remesas es mínima, indicó Jesús Cervantes.
Los money orders son papeles denominados en dólares que la persona convierte a pesos en un banco o casa de cambio, pero esta vía está en extinción, porque lo más eficiente es mandar las remesas por medios electrónicos, expresó.
En 1995 sólo 51.5% se mandaban por vía electrónica y en money orders era 39.7%
Por su parte, el investigador de El Colegio de la Frontera Norte, doctor Eliseo Díaz pronosticó que en el mediano plazo ve difícil que los migrantes mexicanos decidan enviar euros a México por lo complicado que resultaría, ya que tendrían que ir a un banco o casa de cambio, y después hacer el envío.
Nota de Ixel González y Ricardo Jiménez, El Universal, 13 de mayo.
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