Narcos alquilan ciudadanos de EU para comprar armas

Según se desprende de la investigación, ante el alto volumen de compras realizadas por los cárteles en las ferias, la oficina de la ATF en Houston —encargada de llevar buena parte de la lucha contra el tráfico de armas hacia México— desarrolló un programa de “compradores encubiertos” para determinar cómo es que los cárteles logran evadir la restricción que impide a extranjeros sin papeles o con antecedentes penales (como sicarios) adquirir rifles de alto poder en la
Unión Americana.

El informe detalla que no son los sicarios los que consiguen los arsenales: a instancias de operadores de los cárteles, grupos de compradores falsos de armas proporcionan su dirección y papeles legales a los vendedores en las ferias —como marca la ley— para después entregar las adquisiciones a un contrabandista al que se le encarga llevar el cargamento a México.

“Las divisiones de Houston y Phoenix han tenido que enfrentar un amplio tráfico de armas por individuos que cruzan la frontera con México cargados de armas y dinero, y después regresan a su país con cargamentos enteros de armas obtenidos a través de la renta de identidades en los estados del sur”, se especifica en el reporte.

De 2004 a 2006 la agencia encontró que en 21 ferias investigadas por su división en Phoenix —encargada de Arizona y Nevada— 15 fueron utilizadas por los cárteles para adquirir de forma ilegal armamento que después fue transportado a México.

Las divisiones en Houston y Dallas reportaron ocho casos de “actividad ilegal” en las ferias de sus respectivas adscripciones. Un total de 21 personas, entre ciudadanos estadunidenses y mexicanos, fueron detenidas y encarceladas por adquirir armamento de forma irregular.

La cacería

El reporte revela, por primera vez, parte de la estrategia seguida por la ATF para tratar de frenar el flujo de armas desde EU a México y detalla que equipos infiltrados se han dado a la tarea de interceptar a decenas de operadores de los cárteles
antes de que crucen la frontera.

Se narra que en McAllen “potenciales rentadores de identidad” fueron seguidos de cerca en julio de 2006 hasta determinar que formaban parte de una red
de contrabando.

Tras comprar un paquete de rifles de alto poder y enfilar hacia México, el grupo fue detenido por agentes del Departamento de Seguridad Interna, que confiscaron el cargamento. Llevaban consigo miles de ojivas útiles, cargadores e incluso granadas de fuerzas especiales flashbang, que generan luz y sonido para aturdir.

“Tan sólo en la oficina de la ATF en McAllen, nuestros operativos en las ferias de armas han resultado en el arresto de tres mexicanos indocumentados después de que compraron tres mil ojivas y 14 rifles de alto poder que iban a ser llevados a México”, se añade en el reporte.

Se cita otro caso: un mexicano con permiso de residente fue arrestado en 2007 cuando adquirió 10 armas de alto poder, entre las que se encontraban rifles de francotirador de corte militar.

La ruta de contrabando no ha pasado desapercibida para las autoridades de México.

“El agente especial a cargo de la oficina de la ATF en McAllen nos informó que el gobierno mexicano ya ha manifestado serias preocupaciones por lo que está pasando en la zona. ‘Tenemos que hacer algo’, nos dijo el agente”, citaron los investigadores del informe.

Tradición

Es una tradición en el sur de EU, se realizan de forma anual, semestral o bimestral, además se pueden adquirir armas nuevas y usadas como pistolas, semiautomáticas, escopetas, rifles y reliquias.

Las ferias más grandes se llevan a cabo en Virginia, Texas y Nevada

El gobierno mexicano ha denunciado insistentemente que buena parte de las armas utilizadas por los cárteles proviene de estas ferias.

Reportaje de Víctor Hugo Michel, Milenio, 19 de mayo.