El debate en torno a la llamada reforma energética dejará clara ante los mexicanos la intención del gobierno de Felipe Calderón de entregar la renta petrolera a extranjeros, sostuvieron el perredista Carlos Navarrete y el coordinador petista, Alejandro González Yáñez.
La convocatoria emitida el pasado miércoles por la Comisión de Energía incluye las reglas específicas: habrá ocho ponentes por sesión cuyos nombres serán “insaculados” para definir el orden en que habrán de intervenir. El secretario de ese organismo, el perredista Graco Ramírez, explicó que no había otra opción para regular el debate.
La próxima semana cada fuerza política presentará su propuesta de participantes en los 23 foros de debate sobre la reforma energética, que se iniciarán el próximo 13 de mayo con el criterio de elegir a personalidades y expertos que aporten elementos a la discusión.
Para el PRD, subrayó Navarrete, es fundamental poner en evidencia la intención de privatizar Pemex que está implícita en las cinco iniciativas de Calderón, así como dejar claro que la paraestatal puede modernizarse y operar con toda eficiencia sin necesidad del capital privado.
Por ello, junto con los demás coordinadores del Frente Amplio Progresista (FAP) y del Movimiento en Defensa del Petróleo, “evaluaremos los nombres de los posibles participantes que representen nuestras posiciones, así como el tema de la difusión en los medios electrónicos de comunicación”, agregó.
Navarrete dijo que aún no está definido si Andrés Manuel López Obrador asistirá a los foros de discusión, ya que ello es parte de las decisiones que tomará el FAP en los primeros días de mayo.
Al respecto, el petista González Yáñez comentó que es importante también la amplia difusión del debate en los medios de comunicación masiva, con el propósito de contrarrestar la “mentirosa” campaña de propaganda que el gobierno de Calderón paga en radio y televisión.
Los grupos parlamentarios en el Senado podrán disponer de tiempos oficiales en los medios electrónicos para transmitir cápsulas informativas en torno a lo expuesto en los foros de discusión.
La Comisión de Energía expidió el miércoles la convocatoria a los 23 foros de discusión, en la que se precisa que sólo podrán participar en ese debate sobre la reforma de Pemex “aquellas personas que han sido invitadas por las directivas de las comisiones convocantes, previo acuerdo de la Junta de Coordinación Política”.
Hay ya un acuerdo, comentó el perredista Graco Ramírez, de que sean ocho ponentes por sesión, propuestos por los grupos parlamentarios con base en la representación de cada fuerza. PAN, PRI y PRD elegirán a dos cada uno y los dos restantes los definirán PT, Convergencia y PVEM.
En la convocatoria, en tanto, se indica que el orden en que participarán los ponentes se decidirá “por insaculación”; contarán hasta con 30 minutos iniciales para exponer sus puntos de vista y después de que todos hayan intervenido, “se abrirá una ronda de debate entre ellos, con derecho a réplica y contrarréplica hasta por cinco minutos”.
Los senadores inscritos podrán formular preguntas o hacer comentarios a los ponentes hasta por cinco minutos. Tanto unos como otros tendrán derecho a réplica y contrarréplica.
La Comisión de Energía determinó que sus integrantes “tendrán prioridad en el uso de la palabra” y fijó un máximo de diez participaciones de legisladores, “distribuidas conforme a la representación numérica de cada grupo parlamentario”.
En esas “disposiciones generales y reglas para los foros de debate sobre la reforma energética”, publicadas en la Gaceta del Senado, se precisa que “los ponentes, legisladores y demás asistentes estarán obligados a conducirse con respeto a las normas establecidas para el debate”.
Habrá un control rigorista del tiempo: se utilizará un reloj para contabilizar el uso de la palabra, se instalará un sistema electrónico que avise a los oradores sobre la proximidad del fin de sus intervenciones y la presidencia del foro podrá solicitar al ponente que concluya, “e incluso ordenar el cierre de los micrófonos que se estén usando”.
La convocatoria emitida el pasado miércoles por la Comisión de Energía incluye las reglas específicas: habrá ocho ponentes por sesión cuyos nombres serán “insaculados” para definir el orden en que habrán de intervenir. El secretario de ese organismo, el perredista Graco Ramírez, explicó que no había otra opción para regular el debate.
La próxima semana cada fuerza política presentará su propuesta de participantes en los 23 foros de debate sobre la reforma energética, que se iniciarán el próximo 13 de mayo con el criterio de elegir a personalidades y expertos que aporten elementos a la discusión.
Para el PRD, subrayó Navarrete, es fundamental poner en evidencia la intención de privatizar Pemex que está implícita en las cinco iniciativas de Calderón, así como dejar claro que la paraestatal puede modernizarse y operar con toda eficiencia sin necesidad del capital privado.
Por ello, junto con los demás coordinadores del Frente Amplio Progresista (FAP) y del Movimiento en Defensa del Petróleo, “evaluaremos los nombres de los posibles participantes que representen nuestras posiciones, así como el tema de la difusión en los medios electrónicos de comunicación”, agregó.
Navarrete dijo que aún no está definido si Andrés Manuel López Obrador asistirá a los foros de discusión, ya que ello es parte de las decisiones que tomará el FAP en los primeros días de mayo.
Al respecto, el petista González Yáñez comentó que es importante también la amplia difusión del debate en los medios de comunicación masiva, con el propósito de contrarrestar la “mentirosa” campaña de propaganda que el gobierno de Calderón paga en radio y televisión.
Los grupos parlamentarios en el Senado podrán disponer de tiempos oficiales en los medios electrónicos para transmitir cápsulas informativas en torno a lo expuesto en los foros de discusión.
La Comisión de Energía expidió el miércoles la convocatoria a los 23 foros de discusión, en la que se precisa que sólo podrán participar en ese debate sobre la reforma de Pemex “aquellas personas que han sido invitadas por las directivas de las comisiones convocantes, previo acuerdo de la Junta de Coordinación Política”.
Hay ya un acuerdo, comentó el perredista Graco Ramírez, de que sean ocho ponentes por sesión, propuestos por los grupos parlamentarios con base en la representación de cada fuerza. PAN, PRI y PRD elegirán a dos cada uno y los dos restantes los definirán PT, Convergencia y PVEM.
En la convocatoria, en tanto, se indica que el orden en que participarán los ponentes se decidirá “por insaculación”; contarán hasta con 30 minutos iniciales para exponer sus puntos de vista y después de que todos hayan intervenido, “se abrirá una ronda de debate entre ellos, con derecho a réplica y contrarréplica hasta por cinco minutos”.
Los senadores inscritos podrán formular preguntas o hacer comentarios a los ponentes hasta por cinco minutos. Tanto unos como otros tendrán derecho a réplica y contrarréplica.
La Comisión de Energía determinó que sus integrantes “tendrán prioridad en el uso de la palabra” y fijó un máximo de diez participaciones de legisladores, “distribuidas conforme a la representación numérica de cada grupo parlamentario”.
En esas “disposiciones generales y reglas para los foros de debate sobre la reforma energética”, publicadas en la Gaceta del Senado, se precisa que “los ponentes, legisladores y demás asistentes estarán obligados a conducirse con respeto a las normas establecidas para el debate”.
Habrá un control rigorista del tiempo: se utilizará un reloj para contabilizar el uso de la palabra, se instalará un sistema electrónico que avise a los oradores sobre la proximidad del fin de sus intervenciones y la presidencia del foro podrá solicitar al ponente que concluya, “e incluso ordenar el cierre de los micrófonos que se estén usando”.
Nota de Andrea Becerril, La Jornada, 2 de mayo.
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