Organizaciones sindicales y campesinas declararon ayer al presidente Felipe Calderón “enemigo de la clase trabajadora” y advirtieron que continuarán el 21 de mayo con movilizaciones en defensa del petróleo, la soberanía alimentaria y los contratos colectivos hasta concretar la huelga nacional indefinida.
“¡No pasará, no pasará! Este es un momento de reflexión y de unidad entre los dirigentes de las organizaciones sindicales, campesinas, sociales e indígenas. El enemigo no está entre nosotros, está allá en el Banco Mundial y en Los Pinos, por eso tenemos que avanzar en la construcción del movimiento obrero, campesino y popular, por eso, tenemos que salir unificados este 1 de mayo”, dijo Martín Esparza, líder del Sindicato Mexicano de Electricista.
Al iniciar Esparza su discurso, el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del IMSS, Valdemar Gutiérrez Fragoso, abandonó el templete en evidente señal de deslinde.
En tanto, Francisco Hernández Juárez, presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores y quien mantiene grandes diferencias con Esparza, optó por abandonar las primeras filas del templete y colocarse hasta el final.
En esta movilización, donde también marcharon los familiares de los estudiantes universitarios fallecidos durante el ataque militar de las fuerzas colombianas en territorio ecuatoriano, se anunció la conformación de un gran Frente Único.
El líder de la sección 22 del SNTE de Oaxaca, Ezequiel Rosales, anticipó que el frente único promoverá la “huelga política nacional con la que tiraremos la privatización del petróleo, de la electricidad y del gas, así como la privatización de la educación pública y la nefasta y criminal ley del ISSSTE”.
“No pasará la reforma laboral, echaremos atrás el TLCAN, echaremos atrás la reforma fiscal y el plan Mérida”, advirtió.
Ahí también el sector rural, en voz de Max Correa, líder de la Central Campesina Cardenista, recriminó al gobierno federal su “incapacidad” para mejorar el campo y atender una alerta mundial, como es el desabasto de alimentos”.
“El precio de la tortilla, del pan, del huevo, de la carne, presionan severamente el salario de los trabajadores y esos minisalarios que aprobaron los líderes charros y el gobierno han quedado ya rebasados, como ha reconocido el propio gobernador del Banco de México.
“No pasará esa iniciativa privatizadora de Petróleos Mexicanos, los campesinos y campesinos juntos, nos preparamos ya para que el próximo 21 de mayo a escala nacional realicemos una gran jornada de lucha”, agregó.
La conmemoración del Día del Trabajo estuvo dominada por los contingentes del Sindicato Mexicano de Electricistas, quienes partieron del Monumento a la Revolución y al llegar a Eje Central los contingentes se dividieron para entrar por Tacuba, Francisco I. Madero y 16 de Septiembre.
“¡No pasará, no pasará! Este es un momento de reflexión y de unidad entre los dirigentes de las organizaciones sindicales, campesinas, sociales e indígenas. El enemigo no está entre nosotros, está allá en el Banco Mundial y en Los Pinos, por eso tenemos que avanzar en la construcción del movimiento obrero, campesino y popular, por eso, tenemos que salir unificados este 1 de mayo”, dijo Martín Esparza, líder del Sindicato Mexicano de Electricista.
Al iniciar Esparza su discurso, el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del IMSS, Valdemar Gutiérrez Fragoso, abandonó el templete en evidente señal de deslinde.
En tanto, Francisco Hernández Juárez, presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores y quien mantiene grandes diferencias con Esparza, optó por abandonar las primeras filas del templete y colocarse hasta el final.
En esta movilización, donde también marcharon los familiares de los estudiantes universitarios fallecidos durante el ataque militar de las fuerzas colombianas en territorio ecuatoriano, se anunció la conformación de un gran Frente Único.
El líder de la sección 22 del SNTE de Oaxaca, Ezequiel Rosales, anticipó que el frente único promoverá la “huelga política nacional con la que tiraremos la privatización del petróleo, de la electricidad y del gas, así como la privatización de la educación pública y la nefasta y criminal ley del ISSSTE”.
“No pasará la reforma laboral, echaremos atrás el TLCAN, echaremos atrás la reforma fiscal y el plan Mérida”, advirtió.
Ahí también el sector rural, en voz de Max Correa, líder de la Central Campesina Cardenista, recriminó al gobierno federal su “incapacidad” para mejorar el campo y atender una alerta mundial, como es el desabasto de alimentos”.
“El precio de la tortilla, del pan, del huevo, de la carne, presionan severamente el salario de los trabajadores y esos minisalarios que aprobaron los líderes charros y el gobierno han quedado ya rebasados, como ha reconocido el propio gobernador del Banco de México.
“No pasará esa iniciativa privatizadora de Petróleos Mexicanos, los campesinos y campesinos juntos, nos preparamos ya para que el próximo 21 de mayo a escala nacional realicemos una gran jornada de lucha”, agregó.
La conmemoración del Día del Trabajo estuvo dominada por los contingentes del Sindicato Mexicano de Electricistas, quienes partieron del Monumento a la Revolución y al llegar a Eje Central los contingentes se dividieron para entrar por Tacuba, Francisco I. Madero y 16 de Septiembre.
Nota de Blanca Valadez y Nayeli Roldán, Milenio, 2 de mayo.
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