El gobierno federal busca darle a Petróleos Mexicanos (Pemex) un régimen fiscal diferenciado que permita, por un lado, mantener la actual carga tributaria de la empresa y, por el otro, incentivar y apoyar los nuevos proyectos de inversión.
El presidente Felipe Calderón envió ayer a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión una iniciativa para darle un nuevo marco fiscal a la paraestatal como complemento de la reforma energética que presentó en abril pasado y que será analizada por la Cámara de Diputados de manera paralela al trabajo que realiza actualmente el Senado de la República.
El proyecto, puesto sobre la mesa de discusión, propone la creación de dos nuevos impuestos para Pemex, los cuales serán aplicados únicamente para la exploración y explotación de campos de extracción de petróleo y gas en zonas que, por sus características geológicas, requieren mayores inversiones, como en aguas profundas y las reservas ubicadas en el Paleoncanal de Chicontepec.
"Se pretende que dicho régimen fiscal diferenciado para los dos tipos de campos mencionados reconozca los mayores costos asociados a las diversas tecnologías que deben emplearse para su exploración y explotación", argumenta el Ejecutivo federal, al precisar que este esquema permitirá reducir la carga fiscal de los proyectos. Así, se propone establecer un derecho anual por la extracción de petróleo de crudo y gas natural de los campos en el Paleocanal de Chicontepec en el Golfo de México y otro por los de aguas profundas a cargo de Pemex Exploración y Producción, que se calcularía aplicando una tasa porcentual variable no mayor a 20% sobre el valor anual de los hidrocarburos extraídos en el año.
La necesidad de avanzar en la explotación de nuevos yacimientos, explica la propuesta del Primer Mandatario, se debe a la caída que se ha registrado a partir del 2004 en las reservas y en la producción de petróleo y las cuales tienen un periodo probado únicamente de 10 años.
Del pago de los nuevos derechos propuestos en la iniciativa se podrán deducir los gastos que realice la paraestatal para desarrollar la tecnología necesaria para este tipo de exploración y además se amplían los incentivos para la explotación de los campos abandonados o en proceso de abandono.
"Permitir las deducciones de los gastos para recuperación mejorada y pruebas tecnológicas, ante los altos costos de producción, generará los incentivos adecuados para que Pemex invierta y pruebe tecnologías para una mayor recuperación de crudo posible", destaca el Ejecutivo.
El presidente Felipe Calderón envió ayer a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión una iniciativa para darle un nuevo marco fiscal a la paraestatal como complemento de la reforma energética que presentó en abril pasado y que será analizada por la Cámara de Diputados de manera paralela al trabajo que realiza actualmente el Senado de la República.
El proyecto, puesto sobre la mesa de discusión, propone la creación de dos nuevos impuestos para Pemex, los cuales serán aplicados únicamente para la exploración y explotación de campos de extracción de petróleo y gas en zonas que, por sus características geológicas, requieren mayores inversiones, como en aguas profundas y las reservas ubicadas en el Paleoncanal de Chicontepec.
"Se pretende que dicho régimen fiscal diferenciado para los dos tipos de campos mencionados reconozca los mayores costos asociados a las diversas tecnologías que deben emplearse para su exploración y explotación", argumenta el Ejecutivo federal, al precisar que este esquema permitirá reducir la carga fiscal de los proyectos. Así, se propone establecer un derecho anual por la extracción de petróleo de crudo y gas natural de los campos en el Paleocanal de Chicontepec en el Golfo de México y otro por los de aguas profundas a cargo de Pemex Exploración y Producción, que se calcularía aplicando una tasa porcentual variable no mayor a 20% sobre el valor anual de los hidrocarburos extraídos en el año.
La necesidad de avanzar en la explotación de nuevos yacimientos, explica la propuesta del Primer Mandatario, se debe a la caída que se ha registrado a partir del 2004 en las reservas y en la producción de petróleo y las cuales tienen un periodo probado únicamente de 10 años.
Del pago de los nuevos derechos propuestos en la iniciativa se podrán deducir los gastos que realice la paraestatal para desarrollar la tecnología necesaria para este tipo de exploración y además se amplían los incentivos para la explotación de los campos abandonados o en proceso de abandono.
"Permitir las deducciones de los gastos para recuperación mejorada y pruebas tecnológicas, ante los altos costos de producción, generará los incentivos adecuados para que Pemex invierta y pruebe tecnologías para una mayor recuperación de crudo posible", destaca el Ejecutivo.
Nota de Mauricio Rubí y Felipe Morales, El Economista, 15 de mayo.
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