Juarenses castigan estrategia federal contra el crimen

El día se anunció con la misma carga violenta de los años recientes. La víspera, 15 personas fueron asesinadas y cinco más habrían de caer abatidas durante la jornada electoral. Los habitantes del municipio de Ciudad Juárez, en el que se concentra uno de cada cuatro asesinatos atribuidos a la guerra entre cárteles de la droga, se manifestaron entonces con la única herramienta a su alcance, absteniéndose de votar la mayoría y brindándole, los pocos que salieron a las urnas, el triunfo contundente al PRI .

“Estoy muy, muy agradecido, de veras, muy agradecido”, dijo emocionado Héctor Murguía Lardizábal al término de una conferencia temprana, a las seis de la tarde, en la que se proclamó triunfador de las elecciones para la alcaldía juarense. El discurso de victoria fue replicado por casi todos los candidatos del partido tricolor, que arrasó con el gobierno estatal, casi la totalidad de los 67 municipios y el Congreso.

Murguía Lardizábal se mostró entusiasmado desde temprano, cuando acudió a sufragar en una pequeña escuela de preescolar en el fraccionamiento Fuentes del Valle, donde reside.

A la casilla arribó después de las 10 de la mañana, custodiado por siete elementos de seguridad provistos con fusiles de asalto. La calle quedó obstruida por la caravana de cuatro camionetas que llegaron con él y por una veintena de reporteros que lo abordaron para entrevistarlo. Durante el tiempo que Murguía acudió a la casilla, ningún otro ciudadano llegó para votar.

“Quiero decirles particularmente que, en estos momentos, como está Ciudad Juárez, votar es una obligación”, dijo Murguía Lardizábal al dejar las urnas. “Si este barco naufraga, todos nos vamos con él”.

Sus palabras parecieron responder, por última ocasión, a incontables señalamientos que lo ligan con el crimen organizado. En enero de 2008, tres meses después de abandonar su cargo como jefe operativo de la Policía Municipal, el empresario Saulo Reyes fue arrestado por agentes encubiertos del departamento de aduanas de Estados Unidos, con los que pretendía pactar el cruce de tres toneladas de mariguana.

Saulo Reyes fue designado jefe policiaco por Murguía Lardizábal, quien fue alcalde de la ciudad de 2004 a 2007. Desde entonces, el descrédito de la clase política local fue tremendo.

Entre el miedo y el desánimo

Los ciudadanos de Juárez y el resto del estado quedaron atrapados no sólo por el desánimo, sino por el miedo de perecer en medio de algún atentado. Por primera vez en la historia reciente, las autoridades electorales notificaron que no hubo registro de observadores para los comicios en este municipio fronterizo.

En Ciudad Juárez, para la contienda se ejercieron más de 1.5 millones de pesos en dietas para los 7 mil 400 funcionarios de casillas. Ayer, durante las votaciones, quedaron instalados mil 850 lugares para sufragar. La presencia de operadores en los centros de votación fue un contraste brutal con la desolación que se observó en las calles. Había un “buen clima para votar”, decían funcionarios y políticos por la radio y la televisión, pero el clima social no alcanzó para primaveras.

Unos 10 kilómetros al oriente de donde votó el candidato del PRI, en Villas de Salvárcar, no hubo casillas instaladas. El complejo para la clase obrera, en donde 15 menores murieron acribillados la madrugada del 31 de enero tras una aparente equivocación de sicarios, estuvo desierto la mayor parte del día. La única urna colocada en sus perímetros lució tan sola como las que operaron en el resto de las zonas populares.

Corredor violento

El camino que conduce hacia Pradera Dorada, la zona residencial en la que votó el candidato a presidente municipal por el PAN, César Jáuregui, es un largo rosario de cuentas infelices. Cada uno de sus cruceros, centros comerciales, bares, restaurantes y moteles de paso son referencia de cientos de asesinatos con armas de fuego. La avenida, que cambia su nombre de Paseo Triunfo de la República a Tecnológico, cruza la ciudad de norte a sur. Es la vialidad más importante de Juárez, pero a las nueve de la mañana no se contaban más de 10 carros por kilómetro.

Jáuregui fue un contendiente feroz para Murguía Lardizábal, a quien exhibió por supuestos nexos comerciales con el capo local, Crispín Borunda, durante el primero de los debates organizados por el Instituto Estatal Electoral (IEE), hace unas semanas.

El panista fue puntero en la estrategia de su partido, que buscó denostar a sus oponentes, incluido César Duarte Jáquez, candidato a gobernador por el PRI, pero no les funcionó. La derrota fue en proporción a lo que marcaron las encuestas, con distancia de hasta 20 puntos porcentuales entre ambos.

PAN apostó por encender ánimos

Acción Nacional apostó por encender el ánimo ciudadano. Entre más personas salieran a votar, mayores serían sus probabilidades de triunfo.

“Lo verdaderamente importante es que el mayor número de juarenses salga a votar”, dijo Jáuregui al abandonar la casilla. Volviéndose a las cámaras y los micrófonos, el candidato se afanó en lograr algo de participación sin éxito, a pesar de la moraleja: “El voto es lo que va a legitimar estas elecciones”.

La ciudad tuvo el mismo blindaje de los últimos años, con patrullas de agentes federales recorriendo las calles, municipales respondiendo a los llamados de emergencia y unidades de la policía estatal al cuidado de colonias popula- res. Pero todos ellos han sido blanco de atentados mortales en los días recientes, por lo que no garantizaban tranquilidad, sino todo lo contrario.

Poco después de las 10 de la noche en la casa de campaña de Héctor Murguía, en la fraccionamiento Los Nogales, con música a todo volumen alrededor de 200 personas celebraban el fin de la jornada y el triunfo.

A esa misma hora, un kilómetro al norte del festejo priísta, en el fraccionamiento Córdova Américas, los cárteles también daban, por su parte, señales de que la jornada electoral había terminado. Sicarios ejecutaban a un par de agentes de la Policía Federal.

Con 5 mil 500 asesinatos desde 2008, los juarenses tuvieron ayer manera de mostrar sus frustraciones. La escasa concurrencia a las urnas y el revés a los candidatos del Partido Acción Nacional, fue un juicio claro.
Ignacio ALvarado enviado, El Universal, 5 de julio.

0 Responses to "Juarenses castigan estrategia federal contra el crimen"