A principios de año, la gobernadora republicana de Arizona, Jan Brewer, caminaba en un terreno lleno de contrincantes de su propio partido que aspiraban a ocupar su puesto.
Algunos críticos dentro de las filas republicanas consideraban que Brewer era especialmente vulnerable en momentos en que buscaba el apoyo de los votantes para un aumento de los impuestos a las ventas, que propuso para reforzar el presupuesto estatal.
Todo comenzó a cambiar en abril, cuando promulgó una nueva ley estatal que busca frenar la inmigración ilegal, legislación que puso a Arizona en el centro de un debate nacional sobre la inmigración.
Ahora, a pocas semanas de las elecciones primarias republicanas del 24 de agosto, Brewer no sólo se ha vuelto más popular, sino que ha logrado consolidar su reputación entre grupos conservadores de EU.
“Secamente le dio un vuelco a las elecciones”, señaló Matthew Jette, el único candidato que sigue en campaña contra la gobernadora.
La mayoría de los rivales importantes de Brewer se retiraron o dejaron de hacer campaña activamente. Mientras que las encuestas en el pasado le daban a Brewer 20 puntos menos que el posible candidato demócrata, el procurador general Terry Goddard, sondeos más recientes la colocan por arriba de él con esa misma diferencia.
Entre tanto, candidatos republicanos en otros estados le han dado la bienvenida al respaldo de la gobernadora. Brewer “se ha convertido en una inspiración para los conservadores y representa el nuevo liderazgo que necesitamos alrededor del país’”, dijo la candidata a la gobernación de Georgia, Karen Handel.
La promulgación de la ley de inmigración el 23 de abril fue un gran momento político para Brewer, señaló Richard Herrera, profesor de ciencias políticas de la Universidad del Estado de Arizona.
Le dio la oportunidad de desviar la atención de su incremento fiscal y “la puso a tono con el punto de vista de los electores de las internas del Partido Republicano, al superar a los otros candidatos en su conservadurismo”’, dijo Herrera.
Algunos críticos dentro de las filas republicanas consideraban que Brewer era especialmente vulnerable en momentos en que buscaba el apoyo de los votantes para un aumento de los impuestos a las ventas, que propuso para reforzar el presupuesto estatal.
Todo comenzó a cambiar en abril, cuando promulgó una nueva ley estatal que busca frenar la inmigración ilegal, legislación que puso a Arizona en el centro de un debate nacional sobre la inmigración.
Ahora, a pocas semanas de las elecciones primarias republicanas del 24 de agosto, Brewer no sólo se ha vuelto más popular, sino que ha logrado consolidar su reputación entre grupos conservadores de EU.
“Secamente le dio un vuelco a las elecciones”, señaló Matthew Jette, el único candidato que sigue en campaña contra la gobernadora.
La mayoría de los rivales importantes de Brewer se retiraron o dejaron de hacer campaña activamente. Mientras que las encuestas en el pasado le daban a Brewer 20 puntos menos que el posible candidato demócrata, el procurador general Terry Goddard, sondeos más recientes la colocan por arriba de él con esa misma diferencia.
Entre tanto, candidatos republicanos en otros estados le han dado la bienvenida al respaldo de la gobernadora. Brewer “se ha convertido en una inspiración para los conservadores y representa el nuevo liderazgo que necesitamos alrededor del país’”, dijo la candidata a la gobernación de Georgia, Karen Handel.
La promulgación de la ley de inmigración el 23 de abril fue un gran momento político para Brewer, señaló Richard Herrera, profesor de ciencias políticas de la Universidad del Estado de Arizona.
Le dio la oportunidad de desviar la atención de su incremento fiscal y “la puso a tono con el punto de vista de los electores de las internas del Partido Republicano, al superar a los otros candidatos en su conservadurismo”’, dijo Herrera.
Milenio, 9 de agosto.
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