Calderón: La debilidad institucional se ha convertido en nuestro “talón de Aquiles”; demandó ayuda a los partidos para superarla

El presidente Felipe Calderón demandó a los partidos políticos su ayuda, fuerza y colaboración para reconstruir la institucionalidad pública en materia de seguridad y justicia en todo el país y en todos los niveles, porque su debilidad se ha convertido en el “Talón de Aquiles”.

“Pienso que si no se logra esa voluntad política, difícilmente lo podremos hacer”, refirió.

Tras ofrecer su disposición a modificar la estrategia de su gobierno contra el crimen organizado, el Ejecutivo dijo no compartir la percepción de que “la guerra se va perdiendo: No comparto la afirmación, pero comprendo que es una percepción general, que creo que también el Estado debe combatir”.

“Sé que la estrategia también ha sido cuestionada y mi gobierno ha estado y está en la mejor disposición de revisarla, fortalecerla y rectificarla, si es necesario”, admitió Calderón.

Ante los líderes políticos del PRI, PAN, PRD, PVEM, Panal y Convergencia –sin el PT–, el primer mandatario refirió que “esta tarea no admite cálculo de vencedores y vencidos, porque lo que está en juego es el futuro de la nación”.

En las jornadas de los “Diálogos por la Seguridad, Evaluación y Fortalecimiento hacia una Política de Estado, el Ejecutivo expuso:

“Lo que pido simplemente a los actores políticos y sociales son ideas claras y propuestas precisas acerca de cómo debe mejorarse la estrategia”.

Refirió que “si alguien considerase que el error del gobierno ha sido combatir la criminalidad, es el momento oportuno de que lo diga abierta y sinceramente”.

Sostuvo que reconoce pública y abiertamente que el deber del Estado es combatir a la criminalidad y hacer cumplir la ley; es el cimiento para articular la vida institucional.

Afirmó que las diferencias no debilitan ni desprestigian a la política, sino lo que daña profundamente a la nación es que la política no pueda trascender esas diferencias.

Enfatizó que llegó el momento de darle cauce a las coincidencias y tener claro que el enemigo a vencer son los criminales en sus distintas expresiones.

En el curso de las cuatro horas que duró el evento, el Ejecutivo coincidió con quienes pidieron que el Ejército regrese a los cuarteles al señalar que debe facilitarse que los militares no sean el primer frente de batalla contra la delincuencia, sino policías mejor capacitados.

Al respecto, el líder del PRD, Jesús Ortega, dijo que la estrategia del gobierno no funciona debido a que no se comprende suficiente y cabalmente que el desafío interpuesto por los poderes fácticos no se limita a escaramuzas o confrontaciones entre ellos. “Hoy la Procuraduría General de la República no está siendo útil al combate al crimen organizado”, dijo, y reclamó la creación de una comisión especial que tenga capacidad de iniciativa, de vigilancia y observación, para el combate al tráfico de drogas y a la violencia creciente.

Para el dirigente nacional del PAN, César Nava Vázquez, la lucha contra el crimen organizado no es ni ha sido nunca optativa, es una obligación elemental del Estado mexicano y es en gran medida una acción que preserva la vigencia del Estado de derecho y una decisión que obedece a los fundamentos más profundos de la democracia constitucional que no podía ni podrá jamás rehuirse o posponerse.

A nombre del PVEM, el senador Arturo Escobar dijo que el de la seguridad pública es el tema de temas. Al presidente Calderón le dijo que su partido está dispuesto a presentar propuestas y “a jugarnos nuestro resto para que México recupere su seguridad y tranquilidad”.

Para el presidente nacional del partido Nueva Alianza, Jorge Kahwagi, se combate al crimen organizado desorganizadamente, “porque no estamos vinculadas las diferentes fuerzas políticas”.

Pidió dejar atrás el viejo discurso de echarnos culpas unos a otros. “Tenemos que estar unidos y dispuestos a todo dentro de la legalidad”.

Cecilia Téllez Cortés, La Crónica, 11 de agosto.