El gobernador de Texas, el Rick Perry, se entrevistó con el presidente Barack Obama en el aeropuerto de Austin, a quien reiteró su exigencia de que despliegue un mínimo de mil efectivos de la Guardia Nacional a lo largo de la frontera texana con México.
Después del breve encuentro, el gobernador dio un discurso en la Texas Public Policy Foundation. A tenor de lo publicado por el diario The Texas Tribune, el republicano no convenció al presidente demócrata, por lo que su estrategia ahora es alertar directamente a sus ciudadanos de un peligro en ciernes que comparó con los atentados de Al Qaeda del 11-S.
“Estamos ignorando las señales de alerta a lo largo de nuestra frontera”, dijo Perry tras denunciar que “cuando tienes una frontera de 1,931 kilómetros, la idea de que 286 soldados de la Guardia Nacional van a detener el flujo de drogas y la actividad ilegal a lo largo de la frontera es un pequeño fraude”.
No repetir la historia. El gobernador advirtió a los ciudadanos texanos que “deben recordar la historia para apreciar plenamente la importancia del peligro que acecha al sur de la frontera”.
“¿Debemos mirar la década de los 30 en Europa, el Pacífico Sur a finales de 1941 o incluso Estados Unidos a principios de septiembre de 2001?”, se preguntó el gobernador señalando tres momentos claves de la Historia: cuando se gestó el nazismo, cuando los japoneses bombardearon Pearl Harbor y la víspera de los ataques de Al Qaeda.
El gobernador alertó que esas “señales de alerta temprana fueron ignoradas” y que a causa de ello “muchas vidas se perdieron innecesariamente”.
Tamaulipas y Chihuahua. Según recoge ayer el diario The Texas Tribune sobre el discurso que dio, Perry consideró que los cárteles mexicanos de la droga son los enemigos oficiales de EU y destacó la reciente violencia en los estados fronterizos de Tamaulipas y Chihuahua “sobre la que hay síntomas de que está empezando a introducirse en Texas”. Como ejemplo se traslado a un hecho ocurrido hace cuatro años, cuando dos adolescentes de Laredo asesinaron bajo órdenes de los Zetas.
Reforma condicionada. Sobre la reforma migratoria, Perry dijo que “es un punto que será posible discutir hasta que la frontera esté asegurada”.
“Uno tiene una puerta giratoria en la frontera –dijo—. Poner reglas en ese lugar no significa nada.”
Unanimidad
Representantes aprueban 600 mdd y mil 500 soldados más en la frontera
La Cámara de Representantes aprobó ayer, con respaldo de ambos partidos, una asignación de 600 millones de dólares que servirá para sufragar el envío de otros 1,500 agentes de la Guardia Nacional para que sean desplegados en la frontera sur, así como aviones sin piloto para la vigilancia fronteriza.
El Senado aprobó una ley idéntica la semana pasada por consenso unánime, y ayer la cámara baja dio su visto bueno a la legislación sin oposición. La ley no entrará en vigor hasta después del receso de septiembre.
Grupos proinmigrantes criticaron esta medida acusando al Gobierno de dedicar una gran cantidad de dinero a la seguridad en la frontera en vez de promover una reforma migratoria global para solucionar el problema “real” de la inmigración.
El grupo Border Network for Human Rights publicó ayer los resultados de una encuesta telefónica en las ciudades fronterizas de El Paso, San Diego Nogales, y Laredo, entre otras, en la que el 69.7 por ciento de los consultados asegura que se siente tan seguro como en cualquier otro vecindario del país.
Agencias en Houston, La Crónica, 11 de agosto.
Después del breve encuentro, el gobernador dio un discurso en la Texas Public Policy Foundation. A tenor de lo publicado por el diario The Texas Tribune, el republicano no convenció al presidente demócrata, por lo que su estrategia ahora es alertar directamente a sus ciudadanos de un peligro en ciernes que comparó con los atentados de Al Qaeda del 11-S.
“Estamos ignorando las señales de alerta a lo largo de nuestra frontera”, dijo Perry tras denunciar que “cuando tienes una frontera de 1,931 kilómetros, la idea de que 286 soldados de la Guardia Nacional van a detener el flujo de drogas y la actividad ilegal a lo largo de la frontera es un pequeño fraude”.
No repetir la historia. El gobernador advirtió a los ciudadanos texanos que “deben recordar la historia para apreciar plenamente la importancia del peligro que acecha al sur de la frontera”.
“¿Debemos mirar la década de los 30 en Europa, el Pacífico Sur a finales de 1941 o incluso Estados Unidos a principios de septiembre de 2001?”, se preguntó el gobernador señalando tres momentos claves de la Historia: cuando se gestó el nazismo, cuando los japoneses bombardearon Pearl Harbor y la víspera de los ataques de Al Qaeda.
El gobernador alertó que esas “señales de alerta temprana fueron ignoradas” y que a causa de ello “muchas vidas se perdieron innecesariamente”.
Tamaulipas y Chihuahua. Según recoge ayer el diario The Texas Tribune sobre el discurso que dio, Perry consideró que los cárteles mexicanos de la droga son los enemigos oficiales de EU y destacó la reciente violencia en los estados fronterizos de Tamaulipas y Chihuahua “sobre la que hay síntomas de que está empezando a introducirse en Texas”. Como ejemplo se traslado a un hecho ocurrido hace cuatro años, cuando dos adolescentes de Laredo asesinaron bajo órdenes de los Zetas.
Reforma condicionada. Sobre la reforma migratoria, Perry dijo que “es un punto que será posible discutir hasta que la frontera esté asegurada”.
“Uno tiene una puerta giratoria en la frontera –dijo—. Poner reglas en ese lugar no significa nada.”
Unanimidad
Representantes aprueban 600 mdd y mil 500 soldados más en la frontera
La Cámara de Representantes aprobó ayer, con respaldo de ambos partidos, una asignación de 600 millones de dólares que servirá para sufragar el envío de otros 1,500 agentes de la Guardia Nacional para que sean desplegados en la frontera sur, así como aviones sin piloto para la vigilancia fronteriza.
El Senado aprobó una ley idéntica la semana pasada por consenso unánime, y ayer la cámara baja dio su visto bueno a la legislación sin oposición. La ley no entrará en vigor hasta después del receso de septiembre.
Grupos proinmigrantes criticaron esta medida acusando al Gobierno de dedicar una gran cantidad de dinero a la seguridad en la frontera en vez de promover una reforma migratoria global para solucionar el problema “real” de la inmigración.
El grupo Border Network for Human Rights publicó ayer los resultados de una encuesta telefónica en las ciudades fronterizas de El Paso, San Diego Nogales, y Laredo, entre otras, en la que el 69.7 por ciento de los consultados asegura que se siente tan seguro como en cualquier otro vecindario del país.
Agencias en Houston, La Crónica, 11 de agosto.
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