HEREFORD.- Activistas conservadores del movimiento Tea Party se reunieron ayer en un remoto lugar cerca de la frontera entre México y Arizona para apoyar la controvertida ley estatal de inmigración SB1070.
Varios oradores hablaron ante unas 400 personas que respondieron al llamado para manifestarse en una hacienda privada a unos 113 kilómetros al oeste de Nogales, colindante con la frontera, donde un muro -que fue decorado por los activistas- impide el paso a los indocumentados.
Los presentes demandaron al Congreso y al Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, más recursos para fortalecer la seguridad en áreas remotas de la frontera.
"Vamos a obligarles a hacerlo, porque de lo contrario, no vamos a dejar de gritar", aseveró el ex senador Pam Gorman, uno de los 10 republicanos que compiten por un escaño vacante en el Congreso estatal.
Gorman llevaba un revolver en una funda colgada al hombro mientras hablaba a la multitud.
Los manifestantes celebraron la aplicación de la ley SB1070 en Arizona, que criminaliza el ser indocumentado.
Dicha legislación entró en vigor a finales de julio sin sus aspectos más controvertidos, incluyendo una sección que requiere que los agentes verifiquen el estatus migratorio de una persona si es que tienen una "sospecha razonable" de que ésta se encuentra ilegalmente en el país.
En ese sentido, el alguacil del condado de Maricopa, Joe Arpaio, conocido por sus duras políticas antiinmigrantes, dijo que la labor para hacer cumplir la normativa migratoria va mucho más allá de las fronteras del país y que más personas deberían sumarse a sus esfuerzos contra los indocumentados.
"No sólo digan seguridad fronteriza; éso es evadir la responsabilidad'', afirmó. "Digamos: 'encarcelémoslos en el interior (del país)'", añadió.
Asimismo, dijo que el Gobierno mexicano debería recibir con beneplácito a la Patrulla Fronteriza estadounidense o a las Fuerzas Armadas de ese país para que persigan a los cárteles del narcotráfico al sur de la frontera.
Betsy Bayley, de 55 años, abuela y ama de casa en Hereford, quien acudió al evento, aseveró que se siente más insegura debido al supuesto aumento del narcotráfico en la zona.
Aunque el Gobierno de Obama ha dicho que el narco y el tráfico de inmigrantes han sido afectados debido a los recursos destinados a la frontera, para muchos de los presentes no es así. De hecho, muchos acudieron armados al mitin "por protección".
Varios oradores hablaron ante unas 400 personas que respondieron al llamado para manifestarse en una hacienda privada a unos 113 kilómetros al oeste de Nogales, colindante con la frontera, donde un muro -que fue decorado por los activistas- impide el paso a los indocumentados.
Los presentes demandaron al Congreso y al Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, más recursos para fortalecer la seguridad en áreas remotas de la frontera.
"Vamos a obligarles a hacerlo, porque de lo contrario, no vamos a dejar de gritar", aseveró el ex senador Pam Gorman, uno de los 10 republicanos que compiten por un escaño vacante en el Congreso estatal.
Gorman llevaba un revolver en una funda colgada al hombro mientras hablaba a la multitud.
Los manifestantes celebraron la aplicación de la ley SB1070 en Arizona, que criminaliza el ser indocumentado.
Dicha legislación entró en vigor a finales de julio sin sus aspectos más controvertidos, incluyendo una sección que requiere que los agentes verifiquen el estatus migratorio de una persona si es que tienen una "sospecha razonable" de que ésta se encuentra ilegalmente en el país.
En ese sentido, el alguacil del condado de Maricopa, Joe Arpaio, conocido por sus duras políticas antiinmigrantes, dijo que la labor para hacer cumplir la normativa migratoria va mucho más allá de las fronteras del país y que más personas deberían sumarse a sus esfuerzos contra los indocumentados.
"No sólo digan seguridad fronteriza; éso es evadir la responsabilidad'', afirmó. "Digamos: 'encarcelémoslos en el interior (del país)'", añadió.
Asimismo, dijo que el Gobierno mexicano debería recibir con beneplácito a la Patrulla Fronteriza estadounidense o a las Fuerzas Armadas de ese país para que persigan a los cárteles del narcotráfico al sur de la frontera.
Betsy Bayley, de 55 años, abuela y ama de casa en Hereford, quien acudió al evento, aseveró que se siente más insegura debido al supuesto aumento del narcotráfico en la zona.
Aunque el Gobierno de Obama ha dicho que el narco y el tráfico de inmigrantes han sido afectados debido a los recursos destinados a la frontera, para muchos de los presentes no es así. De hecho, muchos acudieron armados al mitin "por protección".
Reforma, 16 de agosto.
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