La legalización de las drogas en el país dejó en evidencia las diferencias entre los partidos políticos y el presidente Felipe Calderón, quien ratificó su apertura sólo al debate, ante el planteamiento del dirigente perredista, Jesús Ortega, de su despenalización como una alternativa para frenar la violencia del crimen organizado.
El líder nacional del PRD resaltó que con la “legalización fáctica” de los estupefacientes en Europa si bien hay mayor consumo, no existe el grado de violencia que impera en México.
El presidente Calderón, quien fue secundado por el dirigente del PAN, César Nava, estableció que la legalización es absurda si antes no lo hace Estados Unidos.
Nava señaló que la medida es “una puerta falsa” que, de no estar precedida por un debate internacional, convertiría a México “en el paria de América”.
A su vez, la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, se abstuvo de fijar su postura sobre el tema, y sólo consideró que sería grave abrir un debate que polarice al país.
“Sería muy graveque una discusión analítica, seria y responsable, sobre ventajas y desventajas acerca de la legalización de las drogas vuelva a ser un instrumento de polarización”, apuntó.
La definición de posturas inició con el planteamiento de Jesús Ortega, quien por primera vez planteó a nombre del PRD la necesidad de la legalización de las drogas como parte de una solución de carácter estratégico.
Sostuvo que la razón principal de la existencia del narcotráfico en México es la enorme ganancia económica que genera, y por eso “no puede explicarse sólo como un problema moral, ético o de violación a la ley o un acto criminal, y en razón de ello ser combatido”.
Planteó que la experiencia internacional demuestra que con su legalización se le quita valor al negocio del tráfico de la droga, además de que resuelve el problema de la competencia entre cárteles, que ahora se zanja a balazos.
En respuesta, Calderón puntualizó que la legalización “propiciaría, automática y lógicamente, un aumento del consumo masivo de drogas, particularmente entre adolescentes y jóvenes”, y sólo los esclavizaría frente a los criminales, a menos que haya de por medio una agresiva readaptación.
Asumiendo, dijo, en una situación hipotética que las ventajas sean mayores, en México no puede haber legalización si antes no lo hace EU. “Esto es simple y sencillamente absurdo, porque el precio no está determinado por México”, y, en consecuencia, “además de la pérdida masiva de generaciones de jóvenes en adicciones, el precio seguiría siendo de mercado negro, quizá marginalmente impactado, pero dominado por la delincuencia”.
- Claves
Pasar a los hechos
• José Narro, rector de la UNAM, mostró su beneplácito por la convocatoria realizada por el presidente, Felipe Calderón, acerca de una nueva estrategia de seguridad
• Sin embargo, dijo, es necesario “pasar de las grandes ideas a los hechos”, y consideró que legalizar las drogas no resuelve el problema de inseguridad
• Es necesario, apuntó, seguirle la pista al dinero que maneja el crimen organizado, “el cual asciende a decenas de miles de millones de dólares”.
México • Liliana Padilla, Milenio, 11 de agosto.
El líder nacional del PRD resaltó que con la “legalización fáctica” de los estupefacientes en Europa si bien hay mayor consumo, no existe el grado de violencia que impera en México.
El presidente Calderón, quien fue secundado por el dirigente del PAN, César Nava, estableció que la legalización es absurda si antes no lo hace Estados Unidos.
Nava señaló que la medida es “una puerta falsa” que, de no estar precedida por un debate internacional, convertiría a México “en el paria de América”.
A su vez, la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, se abstuvo de fijar su postura sobre el tema, y sólo consideró que sería grave abrir un debate que polarice al país.
“Sería muy graveque una discusión analítica, seria y responsable, sobre ventajas y desventajas acerca de la legalización de las drogas vuelva a ser un instrumento de polarización”, apuntó.
La definición de posturas inició con el planteamiento de Jesús Ortega, quien por primera vez planteó a nombre del PRD la necesidad de la legalización de las drogas como parte de una solución de carácter estratégico.
Sostuvo que la razón principal de la existencia del narcotráfico en México es la enorme ganancia económica que genera, y por eso “no puede explicarse sólo como un problema moral, ético o de violación a la ley o un acto criminal, y en razón de ello ser combatido”.
Planteó que la experiencia internacional demuestra que con su legalización se le quita valor al negocio del tráfico de la droga, además de que resuelve el problema de la competencia entre cárteles, que ahora se zanja a balazos.
En respuesta, Calderón puntualizó que la legalización “propiciaría, automática y lógicamente, un aumento del consumo masivo de drogas, particularmente entre adolescentes y jóvenes”, y sólo los esclavizaría frente a los criminales, a menos que haya de por medio una agresiva readaptación.
Asumiendo, dijo, en una situación hipotética que las ventajas sean mayores, en México no puede haber legalización si antes no lo hace EU. “Esto es simple y sencillamente absurdo, porque el precio no está determinado por México”, y, en consecuencia, “además de la pérdida masiva de generaciones de jóvenes en adicciones, el precio seguiría siendo de mercado negro, quizá marginalmente impactado, pero dominado por la delincuencia”.
- Claves
Pasar a los hechos
• José Narro, rector de la UNAM, mostró su beneplácito por la convocatoria realizada por el presidente, Felipe Calderón, acerca de una nueva estrategia de seguridad
• Sin embargo, dijo, es necesario “pasar de las grandes ideas a los hechos”, y consideró que legalizar las drogas no resuelve el problema de inseguridad
• Es necesario, apuntó, seguirle la pista al dinero que maneja el crimen organizado, “el cual asciende a decenas de miles de millones de dólares”.
México • Liliana Padilla, Milenio, 11 de agosto.
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