HEREFORD, Arizona (AP).— Activistas del Tea Party se reunieron ayer en una remota sección de la frontera con México, a fin de expresar su apoyo a la controvertida ley Arizona.
Más de 400 personas se congregaron al occidente de Nogales, en un rancho privado ubicado cerca de un tramo del muro de acero que marca la frontera y que tiene 4.5 metros de alto.
Los activistas colocaron en los postes cientos de banderas estadounidenses con mensajes sobre combatir la inmigración ilegal, mientras gritaban “U-S-A”. Uno de los mensajes decía: “Señor presidente, asegure esta frontera de Estados Unidos”.
Una juez federal postergó la entrada en vigor de varios aspectos de la ley Arizona, incluyendo una sección que podría requerir a los policías verificar el estatus migratorio de las personas, si existe una “sospecha razonable” de que se encuentran en el país de manera ilegal.
Entre quienes fueron a la reunión figura el sheriff de Maricopa, Joe Arpaio, quien declaró que el reforzamiento de las leyes migratorias va más allá de la frontera y que el gobierno de México debe recibir a policías fronterizos o fuerzas militares para que persigan a narcotraficantes al sur de la frontera.
El candidato al Senado de EU J.D. Hayworth, quien contiende contra John McCain en las primarias republicanas, también tenía preparada una declaración.
Betsy Bayley, una mujer de 55 años, ama de casa en Hereford, dijo que se siente menos segura en su hogar ahora que hace tres años, debido al tráfico de drogas.
“Mi gobierno debería de protegerme para que me pueda sentir segura en mi propia casa”, dijo Bayley, quien llevaba bandas rojas y azules atadas en el cuello.
“Ese es mi derecho como estadounidense. Debo sentirme segura en mi propiedad”, añadió Bayley.
Steven Nanatovich, de 42 años, oficial retirado de Sierra Vista, dijo que la migración ilegal tal vez no lo afecta tanto como a otras personas porque los migrantes pasan por su zona para ir más hacia el norte a vivir.
Ayer mismo, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, rechazó en una entrevista a Univisión que los 600 millones de dólares aprobados esta semana para la seguridad en la frontera con México sean un dispendio.
Más de 400 personas se congregaron al occidente de Nogales, en un rancho privado ubicado cerca de un tramo del muro de acero que marca la frontera y que tiene 4.5 metros de alto.
Los activistas colocaron en los postes cientos de banderas estadounidenses con mensajes sobre combatir la inmigración ilegal, mientras gritaban “U-S-A”. Uno de los mensajes decía: “Señor presidente, asegure esta frontera de Estados Unidos”.
Una juez federal postergó la entrada en vigor de varios aspectos de la ley Arizona, incluyendo una sección que podría requerir a los policías verificar el estatus migratorio de las personas, si existe una “sospecha razonable” de que se encuentran en el país de manera ilegal.
Entre quienes fueron a la reunión figura el sheriff de Maricopa, Joe Arpaio, quien declaró que el reforzamiento de las leyes migratorias va más allá de la frontera y que el gobierno de México debe recibir a policías fronterizos o fuerzas militares para que persigan a narcotraficantes al sur de la frontera.
El candidato al Senado de EU J.D. Hayworth, quien contiende contra John McCain en las primarias republicanas, también tenía preparada una declaración.
Betsy Bayley, una mujer de 55 años, ama de casa en Hereford, dijo que se siente menos segura en su hogar ahora que hace tres años, debido al tráfico de drogas.
“Mi gobierno debería de protegerme para que me pueda sentir segura en mi propia casa”, dijo Bayley, quien llevaba bandas rojas y azules atadas en el cuello.
“Ese es mi derecho como estadounidense. Debo sentirme segura en mi propiedad”, añadió Bayley.
Steven Nanatovich, de 42 años, oficial retirado de Sierra Vista, dijo que la migración ilegal tal vez no lo afecta tanto como a otras personas porque los migrantes pasan por su zona para ir más hacia el norte a vivir.
Ayer mismo, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, rechazó en una entrevista a Univisión que los 600 millones de dólares aprobados esta semana para la seguridad en la frontera con México sean un dispendio.
El Universal, 16 de agosto.
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