Los dos periodistas que permanecían secuestrados desde el pasado lunes 26 de julio fueron rescatados ayer en un operativo de la Policía Federal.
La Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP) señaló como responsable del secuestro al cártel de Sinaloa, encabezado por Joaquín El Chapo Guzmán.
Los camarógrafos Javier Canales Fernández de Multimedios Torreón y Alejandro Hernández Pacheco de Televisa Torreón, fueron "levantados" junto con Héctor Gordoa Márquez, enviado de Televisa, y Óscar Solís del periódico El Vespertino, cuando cubrían una protesta de internos y familiares de éstos en el Centro de Readaptación Social (Cereso) Nº 2 de Gómez Palacio, Durango.
Un día después de su plagio, el reportero Óscar Solís fue liberado, aunque esto trascendió apenas ayer. El jueves pasado, Gordoa Márquez también fue liberado.
Cártel de El Chapo. Genaro García Luna, titular de la SSP, informó que una célula del cártel de Sinaloa, que lidera El Chapo Guzmán, realizó el secuestro de los cuatro periodistas para forzar a los medios de comunicación a que transmitir sus mensajes.
"El objetivo de este grupo criminal, según el testimonio de los reporteros que fueron rescatados, era el transmitir mensajes del crimen organizado ocupando en principio a los reporteros para que sirvieran de conducto en la transmisión de estos mensajes", indicó en conferencia de prensa, en la sede de la SSP en Iztapalapa, donde estuvieron presentes Canales Fernández y Hernández Pacheco.
Señaló que los plagiarios tenían la intención de difundir fotografías y videos de sus acciones delictivas, y para asegurar su publicación plagiaron a los reporteros.
Dejó en claro que en el operativo sólo se encontró a los dos periodistas presentados.
Destacó que desde el primer momento en que se tuvo conocimiento del plagio, el presidente Felipe Calderón giró instrucciones a la Policía Federal para iniciar de inmediato labores de investigación e inteligencia por medio de un equipo de investigadores, analistas, asesores en manejo de crisis y el grupo especial de operaciones, con el objetivo primordial de salvaguardar en todo momento la vida de las víctimas.
García Luna explicó que en primera instancia, se realizó el enlace y se asesoró el proceso de negociación, lo que facilitó que fuera liberado el reportero Héctor Gordoa, el jueves 29 de julio.
Posteriormente, agregó, se siguieron las líneas de investigación lográndose la ubicación de la casa de seguridad donde estaban cautivos los otros periodistas.
El inmueble se ubicó en el cruce de las calles Invierno y Fresno, colonia Miguel de la Madrid, en Gómez Palacio, Durango.
El titular de la dependencia dejó en claro que ningún plagiario fue detenido durante el operativo de liberación.
"Se implementó entonces un operativo y cuando los plagiarios se percataron de la presencia de los elementos de la Policía Federal huyeron del lugar, terminando así el cautiverio de los camarógrafos" Canales y Hernández Pacheco.
García Luna aseguró que el Estado mexicano está por encima de cualquier organización o grupo criminal y es mucho más fuerte que estas organizaciones.
"Es imprescindible que mantengamos un frente común en contra de cualquier actividad de la delincuencia", dijo.
Testimonios. El camarógrafo Hernández Pacheco aseguró que, durante su cautiverio, él y sus compañeros fueron amenazados y maltratados y mostró en su cabeza una gasa con rastros de sangre.
Indicó que antes del arribo de la Policía Federal al inmueble donde estaban cautivos, los secuestradores huyeron de la casa de seguridad al sentirse cercados.
"Éramos su garantía para que ellos transmitieran lo que quisieran, nos decían el nombre de lo que querían que se transmitiera, pero no sabíamos si había que bajar esos videos de internet. Eran tres videos que les interesaba difundir, pero siempre desconocimos cuáles eran", expresó.
"Fue como volver a nacer después de una situación tan triste que a nadie le deseo", agradeció.
A su vez, Canales Fernández agradeció a la Policía Federal por el rescate. "Quiero dar gracias a Dios por estar vivo, eso es lo que les puedo decir, fue una amarga experiencia", dijo también.
La Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP) señaló como responsable del secuestro al cártel de Sinaloa, encabezado por Joaquín El Chapo Guzmán.
Los camarógrafos Javier Canales Fernández de Multimedios Torreón y Alejandro Hernández Pacheco de Televisa Torreón, fueron "levantados" junto con Héctor Gordoa Márquez, enviado de Televisa, y Óscar Solís del periódico El Vespertino, cuando cubrían una protesta de internos y familiares de éstos en el Centro de Readaptación Social (Cereso) Nº 2 de Gómez Palacio, Durango.
Un día después de su plagio, el reportero Óscar Solís fue liberado, aunque esto trascendió apenas ayer. El jueves pasado, Gordoa Márquez también fue liberado.
Cártel de El Chapo. Genaro García Luna, titular de la SSP, informó que una célula del cártel de Sinaloa, que lidera El Chapo Guzmán, realizó el secuestro de los cuatro periodistas para forzar a los medios de comunicación a que transmitir sus mensajes.
"El objetivo de este grupo criminal, según el testimonio de los reporteros que fueron rescatados, era el transmitir mensajes del crimen organizado ocupando en principio a los reporteros para que sirvieran de conducto en la transmisión de estos mensajes", indicó en conferencia de prensa, en la sede de la SSP en Iztapalapa, donde estuvieron presentes Canales Fernández y Hernández Pacheco.
Señaló que los plagiarios tenían la intención de difundir fotografías y videos de sus acciones delictivas, y para asegurar su publicación plagiaron a los reporteros.
Dejó en claro que en el operativo sólo se encontró a los dos periodistas presentados.
Destacó que desde el primer momento en que se tuvo conocimiento del plagio, el presidente Felipe Calderón giró instrucciones a la Policía Federal para iniciar de inmediato labores de investigación e inteligencia por medio de un equipo de investigadores, analistas, asesores en manejo de crisis y el grupo especial de operaciones, con el objetivo primordial de salvaguardar en todo momento la vida de las víctimas.
García Luna explicó que en primera instancia, se realizó el enlace y se asesoró el proceso de negociación, lo que facilitó que fuera liberado el reportero Héctor Gordoa, el jueves 29 de julio.
Posteriormente, agregó, se siguieron las líneas de investigación lográndose la ubicación de la casa de seguridad donde estaban cautivos los otros periodistas.
El inmueble se ubicó en el cruce de las calles Invierno y Fresno, colonia Miguel de la Madrid, en Gómez Palacio, Durango.
El titular de la dependencia dejó en claro que ningún plagiario fue detenido durante el operativo de liberación.
"Se implementó entonces un operativo y cuando los plagiarios se percataron de la presencia de los elementos de la Policía Federal huyeron del lugar, terminando así el cautiverio de los camarógrafos" Canales y Hernández Pacheco.
García Luna aseguró que el Estado mexicano está por encima de cualquier organización o grupo criminal y es mucho más fuerte que estas organizaciones.
"Es imprescindible que mantengamos un frente común en contra de cualquier actividad de la delincuencia", dijo.
Testimonios. El camarógrafo Hernández Pacheco aseguró que, durante su cautiverio, él y sus compañeros fueron amenazados y maltratados y mostró en su cabeza una gasa con rastros de sangre.
Indicó que antes del arribo de la Policía Federal al inmueble donde estaban cautivos, los secuestradores huyeron de la casa de seguridad al sentirse cercados.
"Éramos su garantía para que ellos transmitieran lo que quisieran, nos decían el nombre de lo que querían que se transmitiera, pero no sabíamos si había que bajar esos videos de internet. Eran tres videos que les interesaba difundir, pero siempre desconocimos cuáles eran", expresó.
"Fue como volver a nacer después de una situación tan triste que a nadie le deseo", agradeció.
A su vez, Canales Fernández agradeció a la Policía Federal por el rescate. "Quiero dar gracias a Dios por estar vivo, eso es lo que les puedo decir, fue una amarga experiencia", dijo también.
Carlos D. Medina. La Crónica, 1º de agosto.
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