Este domingo da inicio el despliegue de mil 200 elementos de la Guardia Nacional estadunidense a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos, con el objetivo —a decir del gobierno norteamericano— de reforzar la seguridad en la zona.
Desde ayer sábado, los estados fronterizos comenzaron a prepararse para el despliegue de unidades por toda la franja fronteriza, tal como lo anunció el Departamento de Seguridad Nacional del vecino país el pasado 19 de julio.
Sin embargo, Arizona, estado donde este jueves entró en vigor parcialmente la controvertida Ley SB 1070, presentó demoras con el envió de sus efectivos a la frontera con México.
Se tiene previsto que los miembros de la Guarida Nacional sirvan como informantes para que la Patrulla Fronteriza se dedique a la persecución de indocumentados y traficantes de drogas en la zona.
El portavoz de la Guardia Nacional en Arizona explicó que el Departamento fijo un plazo a los estados fronterizos para iniciar el despliegue a partir de hoy y completarlo a más tardar a fines de septiembre.
Por esta razón, dijo, es posible que no se verá la totalidad del despliegue inmediatamente, pero el proceso ha iniciado.
Arizona enviará 524 soldados, todos voluntarios, a su frontera con México, los cuales deberán someterse a exámenes médicos y una capacitación especial antes de llegar al área que les corresponde.
En los demás estados que comparten la frontera sur de Estados Unidos, los elementos de la Guardia serán desplegados de la siguiente manera: En Texas, 250; en California, 224, y Nuevo México 72, mientras que otros 130 darán apoyo logístico por toda la frontera.
El miércoles 28 de julio, el gobierno de Estados Unidos anunció que de manera simultánea a los mil 200 miembros de la Guardia Nacional, enviaría a su frontera sur centenares de agentes de la Agencia de Inmigración y Aduanas, de la Policía Fronteriza y de otras agencias de procuración de justicia, especialmente en el tramo con Arizona.
Matt Chandler, subsecretario de la Oficina de Prensa del Departamento de Seguridad Nacional, detalló que estos agentes se ocuparán de realizar inspecciones, patrullajes y captura de traficantes de personas.
“La Agencia de Inmigración y Aduanas trabaja todos los días con las fuerzas policiacas locales de todo el país a fin de apoyarlas en sus esfuerzos a favor de comunidades seguras, y continuará haciéndolo en Arizona”, añadió Chandler.
El funcionario norteamericano aseguró que las autoridades de su país están concentradas “en el control efectivo de la inmigración y de la frontera mientras seguimos trabajando con el Congreso hacia una reforma integral bipartidista que ofrecerá verdadera seguridad y establecerá rendición de cuentas y responsabilidad en nuestro sistema de inmigración a nivel nacional”.
Pese a este aumento de efectivos en la frontera, no cesa la petición de mayor militarización en los estados del sur estadunidense.
El gobernador de Texas, Rick Perry, pidió ya en 2009 que la administración del presidente Barack Obama autorice un total de mil soldados, porque considera que la vigilancia en la zona es insuficiente.
Su queja se basa en que Texas, que abarca el 60 por ciento de la frontera entre Estados Unidos y México, sólo recibirá el 20 por ciento del despliegue militar, es decir 250 soldados.
Los miembros de la Guarida Nacional servirán como informantes de la Patrulla Fronteriza, tal como ocurrió con la operación “Jump Start”, bajo la presidencia de George W. Bush.
Desde ayer sábado, los estados fronterizos comenzaron a prepararse para el despliegue de unidades por toda la franja fronteriza, tal como lo anunció el Departamento de Seguridad Nacional del vecino país el pasado 19 de julio.
Sin embargo, Arizona, estado donde este jueves entró en vigor parcialmente la controvertida Ley SB 1070, presentó demoras con el envió de sus efectivos a la frontera con México.
Se tiene previsto que los miembros de la Guarida Nacional sirvan como informantes para que la Patrulla Fronteriza se dedique a la persecución de indocumentados y traficantes de drogas en la zona.
El portavoz de la Guardia Nacional en Arizona explicó que el Departamento fijo un plazo a los estados fronterizos para iniciar el despliegue a partir de hoy y completarlo a más tardar a fines de septiembre.
Por esta razón, dijo, es posible que no se verá la totalidad del despliegue inmediatamente, pero el proceso ha iniciado.
Arizona enviará 524 soldados, todos voluntarios, a su frontera con México, los cuales deberán someterse a exámenes médicos y una capacitación especial antes de llegar al área que les corresponde.
En los demás estados que comparten la frontera sur de Estados Unidos, los elementos de la Guardia serán desplegados de la siguiente manera: En Texas, 250; en California, 224, y Nuevo México 72, mientras que otros 130 darán apoyo logístico por toda la frontera.
El miércoles 28 de julio, el gobierno de Estados Unidos anunció que de manera simultánea a los mil 200 miembros de la Guardia Nacional, enviaría a su frontera sur centenares de agentes de la Agencia de Inmigración y Aduanas, de la Policía Fronteriza y de otras agencias de procuración de justicia, especialmente en el tramo con Arizona.
Matt Chandler, subsecretario de la Oficina de Prensa del Departamento de Seguridad Nacional, detalló que estos agentes se ocuparán de realizar inspecciones, patrullajes y captura de traficantes de personas.
“La Agencia de Inmigración y Aduanas trabaja todos los días con las fuerzas policiacas locales de todo el país a fin de apoyarlas en sus esfuerzos a favor de comunidades seguras, y continuará haciéndolo en Arizona”, añadió Chandler.
El funcionario norteamericano aseguró que las autoridades de su país están concentradas “en el control efectivo de la inmigración y de la frontera mientras seguimos trabajando con el Congreso hacia una reforma integral bipartidista que ofrecerá verdadera seguridad y establecerá rendición de cuentas y responsabilidad en nuestro sistema de inmigración a nivel nacional”.
Pese a este aumento de efectivos en la frontera, no cesa la petición de mayor militarización en los estados del sur estadunidense.
El gobernador de Texas, Rick Perry, pidió ya en 2009 que la administración del presidente Barack Obama autorice un total de mil soldados, porque considera que la vigilancia en la zona es insuficiente.
Su queja se basa en que Texas, que abarca el 60 por ciento de la frontera entre Estados Unidos y México, sólo recibirá el 20 por ciento del despliegue militar, es decir 250 soldados.
Los miembros de la Guarida Nacional servirán como informantes de la Patrulla Fronteriza, tal como ocurrió con la operación “Jump Start”, bajo la presidencia de George W. Bush.
Carlos D. Medina y Agencias, La Crónica, 1º de agosto.
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