LA HABANA (Agencias).— El gobernador de Nuevo México y ex embajador de Estados Unidos en la ONU, Bill Richardson, inició ayer lunes una visita a Cuba en busca de negocios agrícolas para su estado y con la misión extraoficial de abogar por la liberación de un contratista estadounidense preso bajo sospechas de espionaje.
Oficialmente, Richardson permanecerá cinco días en Cuba para “fortalecer potenciales asociaciones comerciales y culturales”. Pero los detalles de su agenda eran vagos y sus antecedentes como enviado del ex presidente estadounidense Bill Clinton a naciones enemigas como Corea del Norte sugerían un posible rol diplomático tras bastidores.
El Departamento de Estado dijo ayer mismo que la semana pasada informó a Richardson sobre la situación de Alan Gross, un contratista de 60 años detenido desde diciembre pasado en La Habana por sospecha de espionaje.
“Esperamos que el gobernador Richardson inste al gobierno cubano a liberar inmediatamente al señor Gross”, dijo a Reuters Charles Luoma-Overstreet, portavoz del Departamento de Estado. Cuba aún no presentó cargos contra Gross, pero lo investiga por distribuir teléfonos satelitales a disidentes y dice que su caso ilustra los esfuerzos de Estados Unidos por desestabilizar su sistema socialista.
La detención de Gross frenó la tímida apertura emprendida en el 2009 por el presidente Barack Obama.
Por un acercamiento
Richardson, ex embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas y hombre cercano a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, defiende un acercamiento a la isla caribeña.
En una columna de opinión publicada el pasado 14 de agosto en The Washington Post, Richardson instó al presidente Obama a eliminar las restricciones que impiden a los estadounidenses viajar a Cuba, como un “paso importante hacia una normalización” y para responder a la decisión del presidente cubano, Raúl Castro, de liberar a medio centenar de presos políticos.
El gobernador de Nuevo México representa, además, una cara conocida para las autoridades cubanas.
En agosto del 2009 realizó una visita similar a Cuba y se entrevistó con el vicecanciller Dagoberto Rodríguez y con el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón. Richardson dijo entonces que percibió una “buena atmósfera” y que recomendaría al presidente Obama dar “modestos pasos” hacia una futura normalización de las relaciones.
En 1996, el político se reunió con el entonces presidente cubano Fidel Castro para negociar la liberación de tres presos políticos, por lo que cada vez que visita la isla se especula que va a efectuar gestiones diplomáticas.
Cesan hostigamientos
A seis meses de la muerte de Orlando Zapata, ocurrida el 23 de febrero, Reina Luisa Tamayo, madre del opositor, confirmó que el domingo pudo circular libremente por la isla para asistir a misa y visitar la tumba de su hijo sin que se produjeran actos de acoso contra su persona por parte de autoridades y partidarios del gobierno, como ocurriera en días anteriores.
El cese de los hostigamientos se produce después de que la Iglesia católica mediara para mejorar la situación, informaron el domingo las disidentes Damas de Blanco (familiares de 75 opositores condenados en la primavera 2003), de los cuales varios han sido excarcelados gracias a la mediación de la Iglesia.
Oficialmente, Richardson permanecerá cinco días en Cuba para “fortalecer potenciales asociaciones comerciales y culturales”. Pero los detalles de su agenda eran vagos y sus antecedentes como enviado del ex presidente estadounidense Bill Clinton a naciones enemigas como Corea del Norte sugerían un posible rol diplomático tras bastidores.
El Departamento de Estado dijo ayer mismo que la semana pasada informó a Richardson sobre la situación de Alan Gross, un contratista de 60 años detenido desde diciembre pasado en La Habana por sospecha de espionaje.
“Esperamos que el gobernador Richardson inste al gobierno cubano a liberar inmediatamente al señor Gross”, dijo a Reuters Charles Luoma-Overstreet, portavoz del Departamento de Estado. Cuba aún no presentó cargos contra Gross, pero lo investiga por distribuir teléfonos satelitales a disidentes y dice que su caso ilustra los esfuerzos de Estados Unidos por desestabilizar su sistema socialista.
La detención de Gross frenó la tímida apertura emprendida en el 2009 por el presidente Barack Obama.
Por un acercamiento
Richardson, ex embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas y hombre cercano a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, defiende un acercamiento a la isla caribeña.
En una columna de opinión publicada el pasado 14 de agosto en The Washington Post, Richardson instó al presidente Obama a eliminar las restricciones que impiden a los estadounidenses viajar a Cuba, como un “paso importante hacia una normalización” y para responder a la decisión del presidente cubano, Raúl Castro, de liberar a medio centenar de presos políticos.
El gobernador de Nuevo México representa, además, una cara conocida para las autoridades cubanas.
En agosto del 2009 realizó una visita similar a Cuba y se entrevistó con el vicecanciller Dagoberto Rodríguez y con el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón. Richardson dijo entonces que percibió una “buena atmósfera” y que recomendaría al presidente Obama dar “modestos pasos” hacia una futura normalización de las relaciones.
En 1996, el político se reunió con el entonces presidente cubano Fidel Castro para negociar la liberación de tres presos políticos, por lo que cada vez que visita la isla se especula que va a efectuar gestiones diplomáticas.
Cesan hostigamientos
A seis meses de la muerte de Orlando Zapata, ocurrida el 23 de febrero, Reina Luisa Tamayo, madre del opositor, confirmó que el domingo pudo circular libremente por la isla para asistir a misa y visitar la tumba de su hijo sin que se produjeran actos de acoso contra su persona por parte de autoridades y partidarios del gobierno, como ocurriera en días anteriores.
El cese de los hostigamientos se produce después de que la Iglesia católica mediara para mejorar la situación, informaron el domingo las disidentes Damas de Blanco (familiares de 75 opositores condenados en la primavera 2003), de los cuales varios han sido excarcelados gracias a la mediación de la Iglesia.
El Universal, 24 de agosto.
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