BOGOTÁ.- El ex congresista Rodrigo Rivera abandonó las filas del opositor Partido Liberal para sumarse a la campaña del hoy Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
Para los expertos, este gesto entraña ambivalencia sobre la lealtad política que Santos puede esperar de su hoy Ministro de Defensa, pero pocos ponen en duda que sea un fiel escudero de sus políticas de seguridad, para las que prevén continuidad.
"En términos generales va a haber una continuidad de la política de seguridad", dijo a REFORMA el especialista Román Ortiz, quien recordó que el Ejército seguirá presionando a la guerrilla y a las bandas criminales emergentes.
En los ocho años del Gobierno de Álvaro Uribe, una amplia ofensiva militar arrinconó a las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Y un acuerdo de paz permitió desmovilizar a los paramilitares que las combatían imponiendo su ley, pero tras el vacío que dejaron en algunas regiones, surgieron bandas criminales, ligadas al narcotráfico, que aún amedrentan a sus habitantes.
Ortiz recordó que al término de su primera reunión con la cúpula de las Fuerzas Armadas, Rivera advirtió que la orden de Santos es clara: arreciar y arreciar el combate a los grupos armados ilegales, a menos, que la guerrilla envíe gestos inequívocos de paz.
Rivera desautorizó, además, cualquier iniciativa de paz de agentes políticos dentro o fuera de Colombia que no sea avalada por el Gobierno.
Como exitoso ex titular de Defensa, advierten los expertos, el propio Santos seguirá muy de cerca el desempeño de esa cartera. Junto con el Ministro del Interior, Germán Vargas, Rivera es visto como uno de los dos hombres fuertes del Gabinete.
Rivera recibió el Ministerio de Defensa también con el compromiso, sin aflojar el puño, de profundizar los avances en materia de respeto a los derechos humanos.
Allegados reconocen en este funcionario cualidades personales como saber escuchar, buscar consensos y ser menos confrontacional, que serán de gran ayuda para mejorar la relación con las ONGs de derechos humanos -estigmatizadas durante el Gobierno de Uribe- y por tanto, la imagen del Ministerio.
"Es probable que Rivera los escuche en lugar de confrontarlos", aseveró el consultor político Juan Fernando Londoño.
"Tiene un talante que hará más fáciles las relaciones del Ministerio con otras instituciones, dentro y fuera de Colombia", secundó Ortiz.
El aporte será valioso en momentos que las Fuerzas Armadas intentan dejar atrás la sombra del escándalo de los "falsos positivos", ejecuciones de civiles a manos de militares que los hacían pasar por guerrilleros caídos en combate en un afán por mostrar resultados.
Además de su buena formación profesional, Rivera es visto como firme y claro en sus posturas.
Pero fuentes del Partido Liberal recuerdan que la trayectoria política de Rivera ha sido de ires y venires en años recientes. Fue nombrado presidente del Partido Liberal en 2003 y precandidato presidencial en 2006. Tras perder una contienda interna viajó a Estados Unidos para estudiar y volvió al país en 2008 para adherirse al uribismo, apoyando, incluso, la segunda reelección del entonces Presidente.
Luego, se aproximó de nuevo a los liberales, pero terminó por abandonar sus filas para sumarse a Santos como gerente de campaña. Una vez electo Santos, coordinó la comisión de transición.
Conózcalo
Nombre: Rodrigo Rivera Salazar
Edad: 47 años
Experiencia: Es abogado egresado de la Universidad Libre. Se especializó en Desarrollo Económico y Derechos Humanos en el American University College of Law en Washington. Ha sido columnista en diarios colombianos y catedrático. Fue presidente de la Cámara de Representantes y senador. Como congresista, abogó por reformas que endurecieran las penas contra el narcotráfico. Como senador, se opuso a la zona de despeje para dialogar con la guerrilla de las FARC.
Para los expertos, este gesto entraña ambivalencia sobre la lealtad política que Santos puede esperar de su hoy Ministro de Defensa, pero pocos ponen en duda que sea un fiel escudero de sus políticas de seguridad, para las que prevén continuidad.
"En términos generales va a haber una continuidad de la política de seguridad", dijo a REFORMA el especialista Román Ortiz, quien recordó que el Ejército seguirá presionando a la guerrilla y a las bandas criminales emergentes.
En los ocho años del Gobierno de Álvaro Uribe, una amplia ofensiva militar arrinconó a las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Y un acuerdo de paz permitió desmovilizar a los paramilitares que las combatían imponiendo su ley, pero tras el vacío que dejaron en algunas regiones, surgieron bandas criminales, ligadas al narcotráfico, que aún amedrentan a sus habitantes.
Ortiz recordó que al término de su primera reunión con la cúpula de las Fuerzas Armadas, Rivera advirtió que la orden de Santos es clara: arreciar y arreciar el combate a los grupos armados ilegales, a menos, que la guerrilla envíe gestos inequívocos de paz.
Rivera desautorizó, además, cualquier iniciativa de paz de agentes políticos dentro o fuera de Colombia que no sea avalada por el Gobierno.
Como exitoso ex titular de Defensa, advierten los expertos, el propio Santos seguirá muy de cerca el desempeño de esa cartera. Junto con el Ministro del Interior, Germán Vargas, Rivera es visto como uno de los dos hombres fuertes del Gabinete.
Rivera recibió el Ministerio de Defensa también con el compromiso, sin aflojar el puño, de profundizar los avances en materia de respeto a los derechos humanos.
Allegados reconocen en este funcionario cualidades personales como saber escuchar, buscar consensos y ser menos confrontacional, que serán de gran ayuda para mejorar la relación con las ONGs de derechos humanos -estigmatizadas durante el Gobierno de Uribe- y por tanto, la imagen del Ministerio.
"Es probable que Rivera los escuche en lugar de confrontarlos", aseveró el consultor político Juan Fernando Londoño.
"Tiene un talante que hará más fáciles las relaciones del Ministerio con otras instituciones, dentro y fuera de Colombia", secundó Ortiz.
El aporte será valioso en momentos que las Fuerzas Armadas intentan dejar atrás la sombra del escándalo de los "falsos positivos", ejecuciones de civiles a manos de militares que los hacían pasar por guerrilleros caídos en combate en un afán por mostrar resultados.
Además de su buena formación profesional, Rivera es visto como firme y claro en sus posturas.
Pero fuentes del Partido Liberal recuerdan que la trayectoria política de Rivera ha sido de ires y venires en años recientes. Fue nombrado presidente del Partido Liberal en 2003 y precandidato presidencial en 2006. Tras perder una contienda interna viajó a Estados Unidos para estudiar y volvió al país en 2008 para adherirse al uribismo, apoyando, incluso, la segunda reelección del entonces Presidente.
Luego, se aproximó de nuevo a los liberales, pero terminó por abandonar sus filas para sumarse a Santos como gerente de campaña. Una vez electo Santos, coordinó la comisión de transición.
Conózcalo
Nombre: Rodrigo Rivera Salazar
Edad: 47 años
Experiencia: Es abogado egresado de la Universidad Libre. Se especializó en Desarrollo Económico y Derechos Humanos en el American University College of Law en Washington. Ha sido columnista en diarios colombianos y catedrático. Fue presidente de la Cámara de Representantes y senador. Como congresista, abogó por reformas que endurecieran las penas contra el narcotráfico. Como senador, se opuso a la zona de despeje para dialogar con la guerrilla de las FARC.
Octavio Pineda corresponsal, Reforma, 18 de agosto.
0 Responses to "Tiene Colombia Ministro opositor"
Publicar un comentario