Ex funcionario de una empresa estatal cubana en Cancún durante algunos años, Almeida García dice padecer “una enfermedad degenerativa de los huesos”, para la cual busca asistencia médica en Estados Unidos, donde residen su esposa y una hija. Hasta la intervención del cardenal, el gobierno cubano le había negado el permiso de salida, razón por la cual realizó una serie de protestas, que incluyeron hacerse presente en algunas de las iglesias desde donde las Damas de Blanco han iniciado sus marchas en demanda de la libertad de familiares presos.
Varios disidentes se dieron cita en la terminal aérea cubana para despedirlo, sobre las 16:00 ( hora local).
En la década de 1980, Almeida García solía viajar dos veces al año a Bélgica —algo imposible para el cubano promedio por las leyes nacionales—, pero en 2003 las autoridades comenzaron a negarle el permiso de salida, según sus declaraciones. La noticia de que podría viajar a Miami lo “sorprendió”, dijo, cuando “llevaba 57 días sin comer y tres sin tomar agua” en señal de protesta.
Por otra parte, el gobierno cubano anunció ayer la eliminación de la cuota de cigarrillos a precios subsidiados, que vendía mensualmente desde 1962 a los isleños mediante la cartilla de racionamiento, como parte de una política en curso “para limitar los subsidios”.
“Esta medida entrará en vigor a partir del primero de septiembre”, dijo una escueta nota oficial. Ese mes proseguirá además la “reubicación” de un millón de empleados públicos que sobren de sus puestos de trabajo, como parte de una estricta política de ahorro que abarca a sectores emblemáticos como la educación y la salud públicas.
La nota dijo que la eliminación de los cigarrillos de la “libreta de abastecimientos”, con la que varias generaciones de cubanos se han habituado a subsistir, afectará sólo “a una parte de la población”. La eliminación del subsidio impacta básicamente en cubanos de más de 60 años, muchos de los cuales —con bajísimos ingresos por jubilación— revendían las cajetillas a precios de mercado negro.
¿Qué es la libreta de abastecimiento?
La libreta de abastecimiento está vigente en Cuba desde 1962 con el objetivo de distribuir equitativamente los alimentos y otros productos. Incluye arroz, café, huevos, aceite de cocina, pollo, pescado y productos de limpieza a precios subsidiados. Inicialmente se entregaba cigarrillos a todos los cubanos mayores de edad, pero a principios de 1990 se establecieron restricciones.
Muchos de los beneficiados no fuman y terminan vendiendo las cajetillas a los vecinos que sí lo hacen, en una suerte de mercado informal, a cinco pesos cada una (0.02 centavos de dólar). Algunos jubilados incluso aseguran que con la venta de la ración que les toca pueden completar sus ingresos y apoyar la obtención de los otros productos que sí son de primera necesidad.
El sueldo promedio en Cuba es de unos 429 pesos cubanos (20 dólares), pero los servicios básicos están subsidiados y la mayoría de las familias tiene casa propia o vive en una entregada por su empresa. La salud y la educación son gratuitas.
Al asumir en febrero de 2008, Raúl Castro aseguró que buscaría la forma de eliminar los subsidios indiscriminados que fomentan la baja productividad o el desinterés por trabajar. En noviembre de 2009 se quitaron de la libreta los chícharos y las papas.
La Habana. Manuel Juan Somoza, Milenio, 26 de agosto.
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