En Tabasco hay que acabar con décadas de corrupción y negligencia: Arturo Núñez


El próximo primero de julio, el senador con licencia Arturo Núñez confía en acabar con 83 años de predominio del PRI en Tabasco, y lograr por fin el cambio verdadero en una entidad en crisis por la gran corrupción y negligencia con que ha sido gobernada en las últimas décadas.
Advierte, en entrevista con La Jornadauna sensación de euforiaentre los tabasqueños por la posibilidad de la alternancia. Se siente muy bien posicionado en la contienda por la gubernatura del estado y su reto, resalta, es “llevar a las urnas ese entusiasmo que la ciudadanía le manifiesta y defender el voto en un estado ‘doctorado en mapacheríaelectoral’”.
Para el candidato del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, el riesgo no es la auténtica libre competencia, que puedo garantizar la tenemos ganada, sino la compra del voto y otras prácticas fraudulentas con la que el PRI de Enrique Peña Nieto pretende retener el gobierno estatal.
Lo ven perdido, sostiene, por el enorme desencanto frustración, rabia y hartazgo que hay entre los tabasqueños ante la pésima gestiónde Andrés Granier, quien pese a haber manejado un presupuesto de 175 mil millones de pesos en los últimos cinco años, tiene al estado en quiebra, con los más altos niveles de pobreza, marginación y delincuencia.
Un factor adicional, detalla, es el desaseado proceso interno en que se eligió al candidato de la coalición PRI-Verde-Panal.
Político de gran trayectoria, ofrece a los tabasqueños 42 años de experiencia política y administrativa, que incluyen su gestión como subsecretario de Gobernación, en 1994, que culminó con la reforma que dio vida al Instituto Federal Electoral.
Su adversario priísta, Jesús Alí de Torre, no obstante que se presenta como el candidato de la nueva generación, representa la continuidad de un gobierno que no da más en el poder que no sea negligencia y corrupción, recalca.
El senador Núñez detalla que Jesús Alí de la Torre fue su secretario particular cuando él coordinó a la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, en 1997. Colaboró en mi equipo como 12 años y directamente conmigo tres años. En la actualidad hay una relación respetuosa, aunque, insiste, hoy representan intereses totalmente distintos.
Su ex colaborador y ahora contrincante, decidió quedarse en las filas del Revolucionario Institucional cuando él dejó ese partido en 2006, para contender para el Senado como candidato externo, a invitación de Andrés Manuel López Obrador.
Es la segunda ocasión en que Núñez busca la gubernatura. En 2000 la pretendió desde el PRI, pero se me atravesó Roberto Madrazo e impuso a Andrade. Seis años después ganó, bajo las siglas de la coalición por el Bien de Todos, un escaño en el Senado y decidió afiliarse al PRD.
Hoy, destaca, está en la batalla por la gubernatura, que fue siempre parte de un proyecto de vida. De hecho su camino en la administración pública lo inició en Tabasco, donde se desempeñó como director de Presupuesto de la entidad. Aunque ocupó luego diversos cargos en el ámbito federal, nunca se desligó de su tierra.
Parafrasea a Jesús Reyes Heroles para precisar que tiene el arraigo del zapato, pero también el que se lleva en la mente y el corazón. A sus paisanos, detalla, les ofrece la experiencia que ha acumulado en más de cuatro décadas yalgo que no debiera decir, pero que en la circunstancia de Tabasco, es importante: una hoja de servicios honorable.
Su lema de campaña: Cambiemos el rumbo por amor a Tabasco, concentra, explica, la decisión de ofrecer una salida, ya que a pesar de que el estado durante 35 años ha tenido las participaciones fiscales más altas por las aportaciones petroleras, la gente no sólo padece una fuerte disminución en sus niveles de vida, sino también los índices más altos de robo con violencia, extorsión y secuestros.
La irritación creció, señala, porque el gobierno de Granier canceló, después de las elecciones de 2009, los programas sociales que daban apoyo a los ancianos, discapacitados y madres solteras. Despidió, además, a 3 mil 200 trabajadores del estado. No hay obra pública y el sistema de salud está en niveles deplorables.
No hay una explicación clara de por qué esta crisis terrible, que no sea la corrupción. Tabasco, como el país, afirma, necesita el cambio al que López Obrador le ha puesto apellido: un cambio verdadero.
El candidato presidencial de la izquierda estará por segunda vez en su tierra, el próximo 8 de mayo, para acompañar al senador Núñez, quien días después, el 14, comenzará su campaña electoral ante adversarios, dice, que están tan preocupados por su repunte que han comenzado a publicar encuestas en todos los municipios donde lo ponen por debajo del aspirante del PRI.
Andrea Becerril, La Jornada, 30 de abril.

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