Puerto España, 19 de abril. El presidente Felipe Calderón defendió la declaración final de la quinta Cumbre de las Américas, rechazada por cinco países tras la exclusión de una condena al embargo económico aplicado por Estados Unidos a Cuba, porque sin alcanzar unanimidad representó un nuevo consenso “de norte a sur, del Pacífico al Golfo, de izquierda a derecha”.
Concluida la reunión de los 34 gobernantes en esta ciudad puerto caribeño, el mandatario mexicano reconoció que se presentaron diferencias de “forma y de fondo”, entre las que mencionó el “tema Cuba” y la falta de un pronunciamiento amplio sobre la crisis económica, que provocó la inconformidad de los países agrupados en la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA).
Pese a este diferendo, Calderón Hinojosa se mostró optimista y previó que vienen “mejores días para América”.
Celebró que en este encuentro se haya dado una pluralidad ideológica, cultural e incluso en la integración de los jefes de Estado participantes. “Bien lo dijo el primer ministro (de Trinidad y Tobago) Patrick Manning en su discurso introductorio. La enorme riqueza que genera tener un presidente indígena como Evo (Morales, en Bolivia), un presidente afroamericano en Estados Unidos como Barack Obama, una presidenta proveniente de la resistencia de Chile, como Michelle (Bachelet).”
En nombre de los gobernantes, Calderón y los primeros ministros de Canadá, Stephen Harper; Manning y el presidente de Panamá, Martín Torrijos, ofrecieron una rueda de prensa, en la que alabaron los resultados de la reunión cumbre, a la que calificaron de histórica.
La nota disonante se suscitó porque, por primera vez en la historia de estas cumbres, Bolivia, Venezuela, Honduras, Nicaragua, Cuba (que no participa en la cumbre) y Dominica, que integran la ALBA, no firmaron la declaración final porque no expresa solidaridad con Cuba, excluida de la Organización de Estados Americanos y sometida por el gobierno e Washington a un embargo desde 1962.
Interrogado sobre la causa de esta inconformidad, el Presidente mexicano explicó que algunos países también propusieron eliminar cualquier referencia a que los participantes eran democráticos, lo cual representó un dilema, porque “evidentemente lo somos”.
Sin embargo, destacó que los mandatarios de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y de Venezuela, Hugo Chávez Frías, hicieron un matiz interesante al distinguir entre unanimidad y consenso. “La unanimidad implicaba estar de acuerdo en todos los puntos que se trataron y en estar de acuerdo en las que se omitieron. Esa unanimidad es imposible para cualquier país. Consenso sí lo hubo”, explicó.
Prometen controlar armas de alto poder
En el tema de la seguridad, que quedó en segundo plano durante las discusiones, indicó que acordaron controlar el uso de armas de alto poder, y para ello se comprometieron a fortalecer una política común en materia de combate al crimen organizado, así como a valorar la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego.
Como medida de “emergencia” para enfrentar la crisis económica, anunció que los países participantes pidieron flexibilizar las reglas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para que en lo inmediato pueda otorgar créditos.
En algunos recesos, el michoacano se reunió con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, con quien coincidió en que se pueden “tomar ventajas” de la crisis económica para impulsar una mayor integración entre los países de América Latina.
Antes de regresar a la ciudad de México, sostuvo breves reuniones, una con el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, de la que Los Pinos no dio mayores detalles.
Concluida la reunión de los 34 gobernantes en esta ciudad puerto caribeño, el mandatario mexicano reconoció que se presentaron diferencias de “forma y de fondo”, entre las que mencionó el “tema Cuba” y la falta de un pronunciamiento amplio sobre la crisis económica, que provocó la inconformidad de los países agrupados en la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA).
Pese a este diferendo, Calderón Hinojosa se mostró optimista y previó que vienen “mejores días para América”.
Celebró que en este encuentro se haya dado una pluralidad ideológica, cultural e incluso en la integración de los jefes de Estado participantes. “Bien lo dijo el primer ministro (de Trinidad y Tobago) Patrick Manning en su discurso introductorio. La enorme riqueza que genera tener un presidente indígena como Evo (Morales, en Bolivia), un presidente afroamericano en Estados Unidos como Barack Obama, una presidenta proveniente de la resistencia de Chile, como Michelle (Bachelet).”
En nombre de los gobernantes, Calderón y los primeros ministros de Canadá, Stephen Harper; Manning y el presidente de Panamá, Martín Torrijos, ofrecieron una rueda de prensa, en la que alabaron los resultados de la reunión cumbre, a la que calificaron de histórica.
La nota disonante se suscitó porque, por primera vez en la historia de estas cumbres, Bolivia, Venezuela, Honduras, Nicaragua, Cuba (que no participa en la cumbre) y Dominica, que integran la ALBA, no firmaron la declaración final porque no expresa solidaridad con Cuba, excluida de la Organización de Estados Americanos y sometida por el gobierno e Washington a un embargo desde 1962.
Interrogado sobre la causa de esta inconformidad, el Presidente mexicano explicó que algunos países también propusieron eliminar cualquier referencia a que los participantes eran democráticos, lo cual representó un dilema, porque “evidentemente lo somos”.
Sin embargo, destacó que los mandatarios de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y de Venezuela, Hugo Chávez Frías, hicieron un matiz interesante al distinguir entre unanimidad y consenso. “La unanimidad implicaba estar de acuerdo en todos los puntos que se trataron y en estar de acuerdo en las que se omitieron. Esa unanimidad es imposible para cualquier país. Consenso sí lo hubo”, explicó.
Prometen controlar armas de alto poder
En el tema de la seguridad, que quedó en segundo plano durante las discusiones, indicó que acordaron controlar el uso de armas de alto poder, y para ello se comprometieron a fortalecer una política común en materia de combate al crimen organizado, así como a valorar la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego.
Como medida de “emergencia” para enfrentar la crisis económica, anunció que los países participantes pidieron flexibilizar las reglas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para que en lo inmediato pueda otorgar créditos.
En algunos recesos, el michoacano se reunió con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, con quien coincidió en que se pueden “tomar ventajas” de la crisis económica para impulsar una mayor integración entre los países de América Latina.
Antes de regresar a la ciudad de México, sostuvo breves reuniones, una con el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, de la que Los Pinos no dio mayores detalles.
Claudia Herrera Beltrán, La Jornada, 20 de abril.
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