BOGOTÁ.- Con el secuestro y asesinato del Gobernador del Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a la que se atribuye el crimen, planteó un abierto desafío a la política de seguridad del Presidente Álvaro Uribe, coinciden expertos.
Familiares del Gobernador plagiado la noche del lunes y asesinado posteriormente, cuestionaron la débil protección del funcionario tomando en cuenta que ya había sido secuestrado en cuatro ocasiones. Sólo un policía vigilaba su casa el día del rapto.
En su editorial, el diario El Tiempo advirtió que el crimen busca agrietar el respaldo social a la política de seguridad democrática impulsada por Uribe desde que llegó al poder, en 2002, y planteó la necesidad de nuevas estrategias.
"El Gobierno necesita arrancar el 2010 con estrategias frescas y aprendizajes necesarios para reafirmar lo ganado y recuperar el ritmo", expuso el diario.
"El desafío inmediato es impedir, con reacción rápida e inteligencia, el retorno de epidemias, como los secuestros a políticos, que el país creía superadas", añadió.
El politólogo Alejo Vargas coincidió en que las FARC plantearon un abierto desafío al Presidente Uribe.
"Quieren mostrar las debilidades de esa política de seguridad. No encuentro otra justificación", dijo a REFORMA.
Por ahora, la Policía colombiana no se ha pronunciado a detalle sobre el tema de la protección al Gobernador, pero las medidas de seguridad en la región ya han sido reforzadas. Otros Alcaldes de Caquetá también temen por su vida.
Pese al crimen de Cuéllar, la senadora Piedad Córdoba, quien gestiona la liberación de los soldados Pablo Emilio Moncayo y Josué Calvo, cautivos de las FARC, se ha mostrado confiada en que la entrega no se trunque.
Hasta ayer, la guerrilla de las FARC aún no se había pronunciado sobre el secuestro y asesinato del Gobernador.
Por otra parte, la Policía reportó ayer en la noche un atentado con explosivos contra un puesto de venta de billetes de lotería en Tolima. El ataque, inicialmente atribuido a las FARC, dejó un muerto y cinco heridos.
Familiares del Gobernador plagiado la noche del lunes y asesinado posteriormente, cuestionaron la débil protección del funcionario tomando en cuenta que ya había sido secuestrado en cuatro ocasiones. Sólo un policía vigilaba su casa el día del rapto.
En su editorial, el diario El Tiempo advirtió que el crimen busca agrietar el respaldo social a la política de seguridad democrática impulsada por Uribe desde que llegó al poder, en 2002, y planteó la necesidad de nuevas estrategias.
"El Gobierno necesita arrancar el 2010 con estrategias frescas y aprendizajes necesarios para reafirmar lo ganado y recuperar el ritmo", expuso el diario.
"El desafío inmediato es impedir, con reacción rápida e inteligencia, el retorno de epidemias, como los secuestros a políticos, que el país creía superadas", añadió.
El politólogo Alejo Vargas coincidió en que las FARC plantearon un abierto desafío al Presidente Uribe.
"Quieren mostrar las debilidades de esa política de seguridad. No encuentro otra justificación", dijo a REFORMA.
Por ahora, la Policía colombiana no se ha pronunciado a detalle sobre el tema de la protección al Gobernador, pero las medidas de seguridad en la región ya han sido reforzadas. Otros Alcaldes de Caquetá también temen por su vida.
Pese al crimen de Cuéllar, la senadora Piedad Córdoba, quien gestiona la liberación de los soldados Pablo Emilio Moncayo y Josué Calvo, cautivos de las FARC, se ha mostrado confiada en que la entrega no se trunque.
Hasta ayer, la guerrilla de las FARC aún no se había pronunciado sobre el secuestro y asesinato del Gobernador.
Por otra parte, la Policía reportó ayer en la noche un atentado con explosivos contra un puesto de venta de billetes de lotería en Tolima. El ataque, inicialmente atribuido a las FARC, dejó un muerto y cinco heridos.
Octavio Pineda corresponsal, Reforma, 24 de diciembre.
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