COPENHAGUE.- La Cumbre sobre cambio climático de Naciones Unidas concluyó por fin ayer, luego de que los delegados de los 193 países participantes "tomaron nota" de un acuerdo impulsado por Estados Unidos, China, India, Brasil y Sudáfrica que se quedó lejos de las metas originales.
"Finalmente sellamos un acuerdo", expresó el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon. "El Acuerdo de Copenhague puede no ser todo lo que todos habían esperado, pero esta decisión es un comienzo importante".
El acuerdo -más débil que un tratado vinculante e incluso que un "pacto político"- dejó muchos temas abiertos y marca el triunfo de la estrategia de Estados Unidos para sacar la negociación ambiental de la mesa multilateral de la ONU y llevarla a un pequeño foro de apenas cinco naciones, que fueron las que terminaron por imponer su decisión al resto de países participantes.
El pacto de cinco fue adoptado por casi todos los 193 países con una mera "toma de nota", lo que permite que entre en vigor de inmediato.
El acuerdo pretende limitar el calentamiento global a un aumento máximo de 2 grados centígrados, considerado el umbral para los peores efectos del cambio climático, que incluyen inundaciones, sequías, aludes y tormentas de arena.
Pero no especificó cómo se lograría.
También ofrece crear un fondo de 100 mil millones de dólares en asistencia anual a naciones en desarrollo para 2020, pero tampoco dice de dónde saldrá el dinero.
"Esto es básicamente una carta de intenciones, pero no es preciso en términos legales. Tenemos mucho trabajo que hacer en el largo camino a México", dijo por su parte Yvo de Boer, jefe de la Secretaría de Cambio Climático de la ONU.
En noviembre del 2010 se celebrará en México otra ronda de negociaciones climáticas. Ahí se espera se logre un nuevo tratado para reemplazar el Protocolo de Kyoto, el actual acuerdo vinculante para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, que vence en 2012.
En una tormentosa sesión que se extendió hasta la madrugada de ayer, el diálogo llegó al borde del colapso después de que Sudán, Nicaragua, Cuba, Venezuela y Bolivia denunciaron el plan liderado por Estados Unidos como "golpe de Estado" a la estructura de Naciones Unidas.
Las negociaciones de la ONU deben operar bajo consenso. Bajo un compromiso para evitar el colapso de la plenaria, se aceptó dar a conocer una lista de los Estados a favor de un acuerdo y de aquellos en contra.
"Finalmente sellamos un acuerdo", expresó el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon. "El Acuerdo de Copenhague puede no ser todo lo que todos habían esperado, pero esta decisión es un comienzo importante".
El acuerdo -más débil que un tratado vinculante e incluso que un "pacto político"- dejó muchos temas abiertos y marca el triunfo de la estrategia de Estados Unidos para sacar la negociación ambiental de la mesa multilateral de la ONU y llevarla a un pequeño foro de apenas cinco naciones, que fueron las que terminaron por imponer su decisión al resto de países participantes.
El pacto de cinco fue adoptado por casi todos los 193 países con una mera "toma de nota", lo que permite que entre en vigor de inmediato.
El acuerdo pretende limitar el calentamiento global a un aumento máximo de 2 grados centígrados, considerado el umbral para los peores efectos del cambio climático, que incluyen inundaciones, sequías, aludes y tormentas de arena.
Pero no especificó cómo se lograría.
También ofrece crear un fondo de 100 mil millones de dólares en asistencia anual a naciones en desarrollo para 2020, pero tampoco dice de dónde saldrá el dinero.
"Esto es básicamente una carta de intenciones, pero no es preciso en términos legales. Tenemos mucho trabajo que hacer en el largo camino a México", dijo por su parte Yvo de Boer, jefe de la Secretaría de Cambio Climático de la ONU.
En noviembre del 2010 se celebrará en México otra ronda de negociaciones climáticas. Ahí se espera se logre un nuevo tratado para reemplazar el Protocolo de Kyoto, el actual acuerdo vinculante para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, que vence en 2012.
En una tormentosa sesión que se extendió hasta la madrugada de ayer, el diálogo llegó al borde del colapso después de que Sudán, Nicaragua, Cuba, Venezuela y Bolivia denunciaron el plan liderado por Estados Unidos como "golpe de Estado" a la estructura de Naciones Unidas.
Las negociaciones de la ONU deben operar bajo consenso. Bajo un compromiso para evitar el colapso de la plenaria, se aceptó dar a conocer una lista de los Estados a favor de un acuerdo y de aquellos en contra.
Reforma, 20 de diciembre.
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