BUENOS AIRES.— Luis Francisco Cuéllar, gobernador del Departamento de Caquetá, fue asesinado ayer, horas después de ser secuestrado en su casa de la ciudad de Florencia, en lo que fue el primer caso de violencia contra una autoridad desde el 2002, lo que parece haber abierto una rajadura en la política de seguridad democrática de Uribe.
Cuéllar fue sacado de su habitación la noche del lunes y uno de sus guardias fue asesinado. El gobierno del presidente Álvaro Uribe movilizó a más de dos mil efectivos policiales y militares en un intento por rescatar al mandatario local y hasta se había ofrecido una recompensa de 500 mil dólares por información sobre el paradero de Cuéllar, quien al parecer había sido plagiado por el frente Teófilo Forero de las FARC, según las autoridades.
Al caer la tarde, la policía encontró en las afueras de Florencia la camioneta en la que fue secuestrado Cuéllar, totalmente destruida por el fuego, y una hora más tarde, en Horteguaza, se halló el cadáver. El ministro de Defensa, Gabriel Silva, confirmó que se trataba del gobernador plagiado. “Estaba amordazado, irreconocible y rodeado de minas y otros artefactos explosivos, por lo que tardamos tres en horas en rescatar el cuerpo”, dijo una fuente de la XII Brigada militar que participó en el rescate. El secuestro se produjo cuando un grupo de hombres quienes vestían uniformes de la policía atacaron la casa de Cuéllar y a su custodia, hicieron explotar una bomba de bajo alcance y se llevaron al gobernador, que de esa forma cumplía su quinto secuestro desde que en 1994 ingresara a la actividad pública y que ayer cumplía 69 años.
“El gobernador venía siendo amenazado y por eso habíamos solicitado una mayor protección”, dijo el secretario de gobierno de Caquetá, Heriberto Ramón Endo, quien aclaró que las FARC son el único grupo guerrillero que opera en la zona.
En las primeras horas de la mañana, Uribe dio un mensaje al país, en el que recalcó que “he pedido a las Fuerzas Armadas que hagan todos los esfuerzos para rescatar al gobernador de Caquetá y a los otros secuestrados en poder de estos bandidos. Hay que hacer todo el esfuerzo —militar y policial— para el rescate. No podemos seguir pendientes de los caprichos de los terroristas”. De inmediato se puso en funciones el operativo.
“La guerrilla se ha reactivado”
Para León Valencia, director de la Fundación Nuevo Arcoiris, que realiza un seguimiento del conflicto colombiano, “este hecho es una señal de que la guerrilla se ha reactivado y que se necesitan cambios importantes”, ya que según los datos de esa organización las operaciones de las FARC entre enero y octubre de este año aumentaron 25% respecto a 2008.
El asesinato de Cuéllar y el operativo militar llevaron a la Cruz Roja anunciar su retiro de las tareas de facilitación para la liberación de los militares Josué Calvo y Pablo Moncayo, en poder de las FARC, cuya liberación se espera para los próximos días.
Cuéllar fue sacado de su habitación la noche del lunes y uno de sus guardias fue asesinado. El gobierno del presidente Álvaro Uribe movilizó a más de dos mil efectivos policiales y militares en un intento por rescatar al mandatario local y hasta se había ofrecido una recompensa de 500 mil dólares por información sobre el paradero de Cuéllar, quien al parecer había sido plagiado por el frente Teófilo Forero de las FARC, según las autoridades.
Al caer la tarde, la policía encontró en las afueras de Florencia la camioneta en la que fue secuestrado Cuéllar, totalmente destruida por el fuego, y una hora más tarde, en Horteguaza, se halló el cadáver. El ministro de Defensa, Gabriel Silva, confirmó que se trataba del gobernador plagiado. “Estaba amordazado, irreconocible y rodeado de minas y otros artefactos explosivos, por lo que tardamos tres en horas en rescatar el cuerpo”, dijo una fuente de la XII Brigada militar que participó en el rescate. El secuestro se produjo cuando un grupo de hombres quienes vestían uniformes de la policía atacaron la casa de Cuéllar y a su custodia, hicieron explotar una bomba de bajo alcance y se llevaron al gobernador, que de esa forma cumplía su quinto secuestro desde que en 1994 ingresara a la actividad pública y que ayer cumplía 69 años.
“El gobernador venía siendo amenazado y por eso habíamos solicitado una mayor protección”, dijo el secretario de gobierno de Caquetá, Heriberto Ramón Endo, quien aclaró que las FARC son el único grupo guerrillero que opera en la zona.
En las primeras horas de la mañana, Uribe dio un mensaje al país, en el que recalcó que “he pedido a las Fuerzas Armadas que hagan todos los esfuerzos para rescatar al gobernador de Caquetá y a los otros secuestrados en poder de estos bandidos. Hay que hacer todo el esfuerzo —militar y policial— para el rescate. No podemos seguir pendientes de los caprichos de los terroristas”. De inmediato se puso en funciones el operativo.
“La guerrilla se ha reactivado”
Para León Valencia, director de la Fundación Nuevo Arcoiris, que realiza un seguimiento del conflicto colombiano, “este hecho es una señal de que la guerrilla se ha reactivado y que se necesitan cambios importantes”, ya que según los datos de esa organización las operaciones de las FARC entre enero y octubre de este año aumentaron 25% respecto a 2008.
El asesinato de Cuéllar y el operativo militar llevaron a la Cruz Roja anunciar su retiro de las tareas de facilitación para la liberación de los militares Josué Calvo y Pablo Moncayo, en poder de las FARC, cuya liberación se espera para los próximos días.
José Vales corresponsal, El Universal, 23 de diciembre.
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