CIUDAD IXTEPEC, Oax.- El coordinador de la Pastoral de la Movilidad Humana del Episcopado Mexicano en el sureste, Alejandro Solalinde Guerra, señaló que es urgente que los legisladores aprueben una ley sobre secuestros de migrantes.
"Una ley sobre secuestros a migrantes debe ser considerada por los legisladores; en este año se avanzó un poco con los senadores, ha sido un año favorable porque se lograron converger las buenas voluntades de quien nos hemos lastimado al ver cómo se atropellan los derechos humanos de los migrantes y de otras personas también", dijo.
Expuso que este año fue presentado un proyecto escrito, elaborado básicamente sobre la modificación de la Ley General de Población, en algunos aspectos que no se habían tocado desde 1964 y sobre artículos que buscan directamente la participación de los migrantes y la justicia.
Detalló que con ese proyecto se pretende que los migrantes tengan acceso a la justicia.
"Antes de estas propuestas los migrantes llegaban cuando habían sido víctimas de algún delito, de una autoridad o de una persona civil, y entonces presentaban su denuncia, pero el Ministerio Público, al saber que eran migrantes, llamaban a Migración para repatriarlos, y no había posibilidad de seguir un proceso de justicia", abundó.
El párroco aseguró que con la aprobación de los artículos 67, 201 y 138 de la Ley General de Población, el Senado mostró interés por los migrantes.
Mencionó que ahora su temor se centra en el reinicio de operativos contra migrantes centroamericanos.
Solalinde Guerra dijo que ve con tristeza que México tiene compromisos con Estados Unidos y, básicamente, van a reflejarse en la contención de la pobreza, sólo pueden pasar los turistas y personas que pueden pagar, pero no los pobres.
Subrayó que su preocupación radica en que Gobernación directamente ha hecho ese compromiso con Estados Unidos, porque Gobernación es la beneficiaria directa de cientos de millones de dólares del Plan Mérida, que ha puesto a disposición Estados Unidos para México.
"Este es el compromiso que se ha hecho, y el que paga manda y pues tiene que dar resultados, y los resultados son que aumenten las estadísticas de las personas que son contenidas, que son detenidas, aunque se digan alojados, aunque se digan asegurados como quieran el término es lo de menos de todos modos es detenerlos" agregó.
El coordinador de la Pastoral de la Movilidad Humana sostuvo que más que truncar sueños a los migrantes centroamericanos no hay una respuesta, una alternativa a su pobreza y a su búsqueda legítima a una vida mejor.
Señaló que su preocupación radica en los secuestros y la corrupción, que no sólo afecta a los migrantes sino que se ha extendido contra la sociedad.
"Hemos visto que es una región muy corrompida, muy propicia no sólo a los atropellos más inauditos contra los migrantes sino a la misma población, a la misma gente; los secuestros no son nada más contra ellos, también se han dado contra la sociedad", dijo.
"Una ley sobre secuestros a migrantes debe ser considerada por los legisladores; en este año se avanzó un poco con los senadores, ha sido un año favorable porque se lograron converger las buenas voluntades de quien nos hemos lastimado al ver cómo se atropellan los derechos humanos de los migrantes y de otras personas también", dijo.
Expuso que este año fue presentado un proyecto escrito, elaborado básicamente sobre la modificación de la Ley General de Población, en algunos aspectos que no se habían tocado desde 1964 y sobre artículos que buscan directamente la participación de los migrantes y la justicia.
Detalló que con ese proyecto se pretende que los migrantes tengan acceso a la justicia.
"Antes de estas propuestas los migrantes llegaban cuando habían sido víctimas de algún delito, de una autoridad o de una persona civil, y entonces presentaban su denuncia, pero el Ministerio Público, al saber que eran migrantes, llamaban a Migración para repatriarlos, y no había posibilidad de seguir un proceso de justicia", abundó.
El párroco aseguró que con la aprobación de los artículos 67, 201 y 138 de la Ley General de Población, el Senado mostró interés por los migrantes.
Mencionó que ahora su temor se centra en el reinicio de operativos contra migrantes centroamericanos.
Solalinde Guerra dijo que ve con tristeza que México tiene compromisos con Estados Unidos y, básicamente, van a reflejarse en la contención de la pobreza, sólo pueden pasar los turistas y personas que pueden pagar, pero no los pobres.
Subrayó que su preocupación radica en que Gobernación directamente ha hecho ese compromiso con Estados Unidos, porque Gobernación es la beneficiaria directa de cientos de millones de dólares del Plan Mérida, que ha puesto a disposición Estados Unidos para México.
"Este es el compromiso que se ha hecho, y el que paga manda y pues tiene que dar resultados, y los resultados son que aumenten las estadísticas de las personas que son contenidas, que son detenidas, aunque se digan alojados, aunque se digan asegurados como quieran el término es lo de menos de todos modos es detenerlos" agregó.
El coordinador de la Pastoral de la Movilidad Humana sostuvo que más que truncar sueños a los migrantes centroamericanos no hay una respuesta, una alternativa a su pobreza y a su búsqueda legítima a una vida mejor.
Señaló que su preocupación radica en los secuestros y la corrupción, que no sólo afecta a los migrantes sino que se ha extendido contra la sociedad.
"Hemos visto que es una región muy corrompida, muy propicia no sólo a los atropellos más inauditos contra los migrantes sino a la misma población, a la misma gente; los secuestros no son nada más contra ellos, también se han dado contra la sociedad", dijo.
Martha Izquierdo corresponsal, Reforma, 22 de diciembre.
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