Panistas y priistas se enfrentaron anoche por la discusión de la reforma política.
Al cierre del seminario convocado por el Senado, el Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, refutó las acusaciones de la lideresa nacional del PRI, Beatriz Paredes, y rechazó que la iniciativa del Presidente Felipe Calderón sea autoritaria.
"Esta reforma no busca el regreso a un sistema autoritario, irrespetuoso de las esferas de acción y la autodeterminación de los poderes.
"Por el contrario, busca fortalecer la democracia mediante mecanismos de participación ciudadana, por vías de generación de consensos y a través del fortalecimiento del federalismo", dijo.
En respuesta, el coordinador del tricolor en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, cuestionó la propuesta presidencial y advirtió que la reforma caminará hacia el fortalecimiento de un Congreso que sea capaz de frenar a un Presidente desbocado.
"México requiere y quiere un Presidente fuerte, con poderes suficientes como para conducir la nave en las peores tormentas y también un Congreso que equilibre al Presidente, que le ponga exigencias y lo frene cuando se desboque", sentenció.
Beltrones expresó su desacuerdo con algunas propuestas presidenciales que también fueron rechazadas por los especialistas e investigadores.
De manera particular, criticó la creación de candidaturas ciudadanas "sin límites ni requisitos" y calificó de necios a quienes insisten en legislar sobre un tema que ya está en la Constitución.
"Sólo hay algo peor que un político profesional, y eso es uno no profesional, veamos lo que pasa en el Gobierno, con todo respeto a mi amigo el Secretario de Gobernación", señaló.
El 'no pasarán'
El coordinador del PAN, Gustavo Madero, también se subió al ring para recriminar la posición del PRI.
"Los legisladores no debemos responder con rechazo y cerrazón. El 'no pasará' es una respuesta propia de nuestro pasado autoritario, inaceptable en el México democrático y plural", dijo, en referencia a la amenaza que lanzó Beatriz Paredes.
El senador panista insistió en que la propuesta de Calderón no trata de fortalecer al Ejecutivo a costa del Legislativo, sino de aumentar, aclaró, la efectividad en la toma de decisiones políticas.
Por otro lado, acotó, su partido impedirá el regreso del presidencialismo del pasado, cuyas secuelas, añadió, todavía no se acaban de extirpar.
Ante el enfrentamiento, el presidente del Senado, Carlos Navarrete, pidió equilibrar la discusión, porque, dijo, nadie quiere regresar al presidencialismo del todo poderoso o que el Congreso termine poniendo de rodillas al Presidente.
El perredista llamó a los legisladores a no contaminar la reforma con la polarización que generan las elecciones de este año, para poder procesar la reforma antes del 30 de abril de este año.
"La coyuntura político-electoral afectará inevitablemente las actividades legislativas. Ante esta perspectiva, resulta necesario separar tajantemente la construcción de acuerdos en torno a la reforma política de la confrontación derivada de la coyuntura electoral.
"Todo a su tiempo y en el proceso parlamentario empieza el 1 de febrero", añadió Navarrete.
Al cierre del seminario convocado por el Senado, el Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, refutó las acusaciones de la lideresa nacional del PRI, Beatriz Paredes, y rechazó que la iniciativa del Presidente Felipe Calderón sea autoritaria.
"Esta reforma no busca el regreso a un sistema autoritario, irrespetuoso de las esferas de acción y la autodeterminación de los poderes.
"Por el contrario, busca fortalecer la democracia mediante mecanismos de participación ciudadana, por vías de generación de consensos y a través del fortalecimiento del federalismo", dijo.
En respuesta, el coordinador del tricolor en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, cuestionó la propuesta presidencial y advirtió que la reforma caminará hacia el fortalecimiento de un Congreso que sea capaz de frenar a un Presidente desbocado.
"México requiere y quiere un Presidente fuerte, con poderes suficientes como para conducir la nave en las peores tormentas y también un Congreso que equilibre al Presidente, que le ponga exigencias y lo frene cuando se desboque", sentenció.
Beltrones expresó su desacuerdo con algunas propuestas presidenciales que también fueron rechazadas por los especialistas e investigadores.
De manera particular, criticó la creación de candidaturas ciudadanas "sin límites ni requisitos" y calificó de necios a quienes insisten en legislar sobre un tema que ya está en la Constitución.
"Sólo hay algo peor que un político profesional, y eso es uno no profesional, veamos lo que pasa en el Gobierno, con todo respeto a mi amigo el Secretario de Gobernación", señaló.
El 'no pasarán'
El coordinador del PAN, Gustavo Madero, también se subió al ring para recriminar la posición del PRI.
"Los legisladores no debemos responder con rechazo y cerrazón. El 'no pasará' es una respuesta propia de nuestro pasado autoritario, inaceptable en el México democrático y plural", dijo, en referencia a la amenaza que lanzó Beatriz Paredes.
El senador panista insistió en que la propuesta de Calderón no trata de fortalecer al Ejecutivo a costa del Legislativo, sino de aumentar, aclaró, la efectividad en la toma de decisiones políticas.
Por otro lado, acotó, su partido impedirá el regreso del presidencialismo del pasado, cuyas secuelas, añadió, todavía no se acaban de extirpar.
Ante el enfrentamiento, el presidente del Senado, Carlos Navarrete, pidió equilibrar la discusión, porque, dijo, nadie quiere regresar al presidencialismo del todo poderoso o que el Congreso termine poniendo de rodillas al Presidente.
El perredista llamó a los legisladores a no contaminar la reforma con la polarización que generan las elecciones de este año, para poder procesar la reforma antes del 30 de abril de este año.
"La coyuntura político-electoral afectará inevitablemente las actividades legislativas. Ante esta perspectiva, resulta necesario separar tajantemente la construcción de acuerdos en torno a la reforma política de la confrontación derivada de la coyuntura electoral.
"Todo a su tiempo y en el proceso parlamentario empieza el 1 de febrero", añadió Navarrete.
Claudia Guerrero y Érika Hernández, Reforma, 27 de enero.
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