AGUASCALIENTES. Hace nueve años, Carlos Lozano, o José Carlos Lozano, como está registrado en distintas actas de nacimiento, una en Estados Unidos, perdió las elecciones como candidato a la alcaldía de Aguascalientes. Era 2001 y aún estaba arriba la cresta foxista.
Días después, en una reunión con amigos que lo mantuvieron en su agenda a pesar de su derrota, el priísta hidrocálido-estadunidense anunció que ahora buscaría la gubernatura sin importar contra quién se mediría.
Se acercó con el líder del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, y de manera paralela obtuvo apoyos de empresarios para otorgar subsidios en tortillas, ropa y productos entre la ciudadanía.
Para el panismo local, Lozano también recibió el respaldo del gobernador Reynoso Femat, por lo que promueven una eterna tachándolo de traidor y representar al nuevo Judas de la política.
Durante su campaña, Lozano contó con recursos del textilero José Gómez y el constructor zacatecano José Aguirre, el cual también le prestó en varias ocasiones alguna de sus cuatro aeronaves para agilizar sus traslados.
Como presidente del PRI, en 2004 Lozano fue parte de la derrota ante el candidato del PAN Reynoso Femat: apostó con Óscar González, el cual declinó, y Óscar López Velarde, que lo relevó; nunca prendió.
“Luis Armando llegó a la gubernatura sin ser panista; si hubiera sido buen gobernador, como lo hizo en su campaña, la historia del estado sería otra”, admitió su antecesor Felipe González, quien ayer se deslindó de cualquier apoyo a favor de Reynoso Femat en esa ocasión.
Como en otras ocasiones, el priísta Lozano recibió desde el sábado el apoyo del senador Beltrones, junto con otros nueve legisladores, y fue a respaldar al abanderado de la coalición conformada por el PRI-PVEM y Nueva Alianza.
La otra coalición no oficial, la alianza PRI-gobernador, se reflejó cuando el senador Francisco Arroyo Vieyra salió ayer en defensa del secretario de Seguridad Pública de la entidad, Rolando Eugenio Hidalgo, quien retuvo unas horas a la diputada del PAN Lucila Gallegos.
La legisladora se presentó en las instalaciones de esa corporación porque su vehículo fue interceptado cuando lo conducía un familiar con el argumento de que es robado, pero fue retenida por uniformados que la amenazaron con sus armas durante un par de horas.
Arroyo Vieyra descalificó a los panistas, pero un par de videos, que ya están en YouTube, desmintieron al funcionario y al priísta.
“Arroyo no estuvo ahí, y si no, que muestre el video”, respondió González.
Sobre la detención de la diputada del PAN por Guanajuato, Lucila del Carmen Gallegos, Reynoso Femat comentó que “si estaba haciendo algo fuera de sus facultades, pues por algo está detenida, pero eso se arregla, son situaciones que suceden, a veces se quiere pasar uno de más”, comentó el gobernador.
En Aguascalientes, miles de electores acudieron a las urnas para elegir nuevo gobernador en medio de medidas estrictas: no se permitió acceder a marcar la boleta con celular para evitar que se tomaran foto y aquellas personas que no podían caminar tuvieron casi que arrastrarse para sufragar sin el apoyo de ninguna persona, para evitar que lo hiciera por ellos su acompañante.
Prevalecieron dos opciones: Lozano, quien tiene dos actas de nacimiento con fechas distintas de registro, una con la ciudadanía estadounidense y tres CURP. Una de ellas no aparece en los registros de Gobernación.
Según los documentos, Lozano nació en Bakersfield, condado de California, el 9 de febrero de 1950; con esa acta se casó en 1979. En otra, nació el 11 de febrero de 1950 en el estado de Aguascalientes registrado como José Carlos.
El PAN, sin alianzas, se la jugó con el panista Martín Orozco, quien suma dos autos de formal prisión por el supuesto delito de tráfico de influencias, luego de haber adquirido terrenos con los que lucró aprovechando la información que tenía como alcalde de capital.
Orozco tiene el respaldo del senador Santiago Creel, quien también estuvo en la entidad, los legisladores Rubén Camarillo, Eduardo Nava y Felipe González, ex gobernador de Aguascalientes, senador y su mentor.
La tercera opción es la perredista Nora Ruvalcaba, quien quedó abajo desde el comienzo de las campañas, luego de pronunciarse en favor del aborto, situación que repudió la Iglesia católica.
Las encuestas apuntan a Lozano como puntero, Orozco se dice ganador, pero, gane o pierda, irá con el plan “B”: ir a tribunales para exigir la anulación de la elección porque enfrentaron a dos candidatos priístas: José Carlos Lozano de la Torre y Carlos Lozano de la Torre.
Días después, en una reunión con amigos que lo mantuvieron en su agenda a pesar de su derrota, el priísta hidrocálido-estadunidense anunció que ahora buscaría la gubernatura sin importar contra quién se mediría.
Se acercó con el líder del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, y de manera paralela obtuvo apoyos de empresarios para otorgar subsidios en tortillas, ropa y productos entre la ciudadanía.
Para el panismo local, Lozano también recibió el respaldo del gobernador Reynoso Femat, por lo que promueven una eterna tachándolo de traidor y representar al nuevo Judas de la política.
Durante su campaña, Lozano contó con recursos del textilero José Gómez y el constructor zacatecano José Aguirre, el cual también le prestó en varias ocasiones alguna de sus cuatro aeronaves para agilizar sus traslados.
Como presidente del PRI, en 2004 Lozano fue parte de la derrota ante el candidato del PAN Reynoso Femat: apostó con Óscar González, el cual declinó, y Óscar López Velarde, que lo relevó; nunca prendió.
“Luis Armando llegó a la gubernatura sin ser panista; si hubiera sido buen gobernador, como lo hizo en su campaña, la historia del estado sería otra”, admitió su antecesor Felipe González, quien ayer se deslindó de cualquier apoyo a favor de Reynoso Femat en esa ocasión.
Como en otras ocasiones, el priísta Lozano recibió desde el sábado el apoyo del senador Beltrones, junto con otros nueve legisladores, y fue a respaldar al abanderado de la coalición conformada por el PRI-PVEM y Nueva Alianza.
La otra coalición no oficial, la alianza PRI-gobernador, se reflejó cuando el senador Francisco Arroyo Vieyra salió ayer en defensa del secretario de Seguridad Pública de la entidad, Rolando Eugenio Hidalgo, quien retuvo unas horas a la diputada del PAN Lucila Gallegos.
La legisladora se presentó en las instalaciones de esa corporación porque su vehículo fue interceptado cuando lo conducía un familiar con el argumento de que es robado, pero fue retenida por uniformados que la amenazaron con sus armas durante un par de horas.
Arroyo Vieyra descalificó a los panistas, pero un par de videos, que ya están en YouTube, desmintieron al funcionario y al priísta.
“Arroyo no estuvo ahí, y si no, que muestre el video”, respondió González.
Sobre la detención de la diputada del PAN por Guanajuato, Lucila del Carmen Gallegos, Reynoso Femat comentó que “si estaba haciendo algo fuera de sus facultades, pues por algo está detenida, pero eso se arregla, son situaciones que suceden, a veces se quiere pasar uno de más”, comentó el gobernador.
En Aguascalientes, miles de electores acudieron a las urnas para elegir nuevo gobernador en medio de medidas estrictas: no se permitió acceder a marcar la boleta con celular para evitar que se tomaran foto y aquellas personas que no podían caminar tuvieron casi que arrastrarse para sufragar sin el apoyo de ninguna persona, para evitar que lo hiciera por ellos su acompañante.
Prevalecieron dos opciones: Lozano, quien tiene dos actas de nacimiento con fechas distintas de registro, una con la ciudadanía estadounidense y tres CURP. Una de ellas no aparece en los registros de Gobernación.
Según los documentos, Lozano nació en Bakersfield, condado de California, el 9 de febrero de 1950; con esa acta se casó en 1979. En otra, nació el 11 de febrero de 1950 en el estado de Aguascalientes registrado como José Carlos.
El PAN, sin alianzas, se la jugó con el panista Martín Orozco, quien suma dos autos de formal prisión por el supuesto delito de tráfico de influencias, luego de haber adquirido terrenos con los que lucró aprovechando la información que tenía como alcalde de capital.
Orozco tiene el respaldo del senador Santiago Creel, quien también estuvo en la entidad, los legisladores Rubén Camarillo, Eduardo Nava y Felipe González, ex gobernador de Aguascalientes, senador y su mentor.
La tercera opción es la perredista Nora Ruvalcaba, quien quedó abajo desde el comienzo de las campañas, luego de pronunciarse en favor del aborto, situación que repudió la Iglesia católica.
Las encuestas apuntan a Lozano como puntero, Orozco se dice ganador, pero, gane o pierda, irá con el plan “B”: ir a tribunales para exigir la anulación de la elección porque enfrentaron a dos candidatos priístas: José Carlos Lozano de la Torre y Carlos Lozano de la Torre.
José Gerardo Mejía, EL Universal, 5 de julio.
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