A través de un comunicado, el gobierno colombiano aseguró ayer que tiene pruebas de que al menos cinco jefes guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), se esconden en territorio venezolano y que el Ministerio de Defensa las presentará en las próximas horas.
El anuncio fue dado a conocer por el secretario de Prensa de la Presidencia, César Velásquez, luego de que algunos medios de comunicación anticiparon la información.
De acuerdo con el comunicado del gobierno colombiano, entre los líderes de las FARC que se ocultan en Venezuela están alias Iván Márquez y el llamado “canciller” de esa guerrilla, Rodrigo Granda, así como Timoleón Jiménez, alias Timochenko, y Germán Briceño, alias Grannobles y hermano del jefe militar de las FARC, conocido como el Mono Jojoy.
Asimismo, el gobierno del presidente Álvaro Uribe asegura que Carlos Marín Guarín, alias Pablito, uno de los líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), también está en Venezuela.
EVIDENCIA. Al respecto, el ministro de Defensa, Gabriel Silva, ratificó que el jefe guerrillero de las FARC, “Iván Márquez”, se reúne en territorio venezolano con varios líderes de ese grupo y aseguró que otros mandos rebeldes se refugian allí.
“En este instante están ocurriendo reuniones del terrorista “Iván Márquez” con otros terroristas de las FARC”, señaló Silva a periodistas luego de reunirse con directores de medios en Bogotá a los que mostró fotos y videos que supuestamente corroboran la presencia de líderes de esa guerrilla en Venezuela.
ANTECEDENTE. Granda fue excarcelado en junio de 2007 por decisión de Uribe, que accedió así a una solicitud del presidente francés, Nicolas Sarkozy, para que el rebelde ayudara a lograr la puesta en libertad de la colombo-francesa Íngrid Betancourt, que por entonces era rehén de las FARC.
Las relaciones colombo-venezolanas están congeladas desde hace casi un año por decisión del mandatario venezolano Hugo Chávez, que respondió así a unas acusaciones, a su juicio “irresponsables”, hechas desde Colombia sobre un presunto desvío de armas de Venezuela a las FARC.
La tensión aumentó con la firma, en octubre del 2009, del acuerdo militar por el que fuerzas estadunidenses pueden utilizar al menos siete bases colombianas para combatir el narcotráfico y el terrorismo.
El anuncio fue dado a conocer por el secretario de Prensa de la Presidencia, César Velásquez, luego de que algunos medios de comunicación anticiparon la información.
De acuerdo con el comunicado del gobierno colombiano, entre los líderes de las FARC que se ocultan en Venezuela están alias Iván Márquez y el llamado “canciller” de esa guerrilla, Rodrigo Granda, así como Timoleón Jiménez, alias Timochenko, y Germán Briceño, alias Grannobles y hermano del jefe militar de las FARC, conocido como el Mono Jojoy.
Asimismo, el gobierno del presidente Álvaro Uribe asegura que Carlos Marín Guarín, alias Pablito, uno de los líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), también está en Venezuela.
EVIDENCIA. Al respecto, el ministro de Defensa, Gabriel Silva, ratificó que el jefe guerrillero de las FARC, “Iván Márquez”, se reúne en territorio venezolano con varios líderes de ese grupo y aseguró que otros mandos rebeldes se refugian allí.
“En este instante están ocurriendo reuniones del terrorista “Iván Márquez” con otros terroristas de las FARC”, señaló Silva a periodistas luego de reunirse con directores de medios en Bogotá a los que mostró fotos y videos que supuestamente corroboran la presencia de líderes de esa guerrilla en Venezuela.
ANTECEDENTE. Granda fue excarcelado en junio de 2007 por decisión de Uribe, que accedió así a una solicitud del presidente francés, Nicolas Sarkozy, para que el rebelde ayudara a lograr la puesta en libertad de la colombo-francesa Íngrid Betancourt, que por entonces era rehén de las FARC.
Las relaciones colombo-venezolanas están congeladas desde hace casi un año por decisión del mandatario venezolano Hugo Chávez, que respondió así a unas acusaciones, a su juicio “irresponsables”, hechas desde Colombia sobre un presunto desvío de armas de Venezuela a las FARC.
La tensión aumentó con la firma, en octubre del 2009, del acuerdo militar por el que fuerzas estadunidenses pueden utilizar al menos siete bases colombianas para combatir el narcotráfico y el terrorismo.
La Crónica, 16 de julio.
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