La espiral de violencia en México, derivada del narcotráfico, tiene su origen en una deficiente estrategia del Gobierno federal, en instituciones débiles y Gobernadores que no se responsabilizan de sus Policías, afirmó hoy el académico Luis Astorga.
En entrevista, el experto de temas de narcotráfico, seguridad nacional y Fuerzas Armadas, reprochó que los Mandatarios estatales sólo sean parte del Estado a la hora de solicitar presupuestos, pero no para hacerse responsables de los problemas que afectan a sus gobernados.
"Las estrategias que se han seguido son desesperadas, no hay un Gobernador en el País que meta las manos por sus policías, si la estrategia fue sacar a militares a las calles porque los Policías son insuficientes e incapacitadas.
"Pero no hay que olvidar que en cada estado la responsabilidad de las Policías le corresponde a los Gobernadores y a los presidentes municipales", recordó el coordinador de la Cátedra UNESCO "Transformaciones económicas y sociales relacionadas con el problema internacional de las drogas".
Astorga advirtió que si en una política antidrogas no se actúa como Estado, difícilmente un partido o el miembro de un partido que llegue a la Presidencia pueda lograr buenos resultados sin el apoyo del resto de la clase política para contener a los grupos violentos.
"Las organizaciones criminales no contribuyen a crear instituciones democráticas ni ciudadanía, son organizaciones autoritarias y lo que imponen es un esquema autoritario con base en la fuerza de las armas y en la fuerza del dinero", opinó.
Tras su participación en el Foro Razones para Debatir, un espacio para abordar temas sobre drogas, cultura y sociedad, Astorga sostuvo que en anteriores regímenes donde el Presidente, Gobernadores y alcaldes eran de un sólo partido, se podía utilizar la maquinaria del Estado en contra de los delincuentes.
"El problema es cuando pasamos del estado autoritario al esquema de alternancia en el poder porque hay una fragmentación política y hay una desarticulación de las instituciones mediadoras entre la política y el narcotráfico, tipo (la desaparecida) Dirección Federal de Seguridad ", dijo.
Añadió que el narcotráfico no es un problema sólo de México, sino de un sistema prohibicionista internacional.
"En nuestro caso tenemos organizaciones criminales muy fuertes que están creando problemas de ingobernabilidad y donde hemos tenido alternancia en el poder, pero las instituciones que tenemos no han sido adaptadas a este esquema de la transición con miras a una consolidación democrática.
"Esa debilidad estructural del Estado mexicano ha repercutido en su capacidad para contener en lo que más puede la violencia y no para terminar con el problema de las drogas", aseveró el investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Actualmente, Astorga es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias.
En entrevista, el experto de temas de narcotráfico, seguridad nacional y Fuerzas Armadas, reprochó que los Mandatarios estatales sólo sean parte del Estado a la hora de solicitar presupuestos, pero no para hacerse responsables de los problemas que afectan a sus gobernados.
"Las estrategias que se han seguido son desesperadas, no hay un Gobernador en el País que meta las manos por sus policías, si la estrategia fue sacar a militares a las calles porque los Policías son insuficientes e incapacitadas.
"Pero no hay que olvidar que en cada estado la responsabilidad de las Policías le corresponde a los Gobernadores y a los presidentes municipales", recordó el coordinador de la Cátedra UNESCO "Transformaciones económicas y sociales relacionadas con el problema internacional de las drogas".
Astorga advirtió que si en una política antidrogas no se actúa como Estado, difícilmente un partido o el miembro de un partido que llegue a la Presidencia pueda lograr buenos resultados sin el apoyo del resto de la clase política para contener a los grupos violentos.
"Las organizaciones criminales no contribuyen a crear instituciones democráticas ni ciudadanía, son organizaciones autoritarias y lo que imponen es un esquema autoritario con base en la fuerza de las armas y en la fuerza del dinero", opinó.
Tras su participación en el Foro Razones para Debatir, un espacio para abordar temas sobre drogas, cultura y sociedad, Astorga sostuvo que en anteriores regímenes donde el Presidente, Gobernadores y alcaldes eran de un sólo partido, se podía utilizar la maquinaria del Estado en contra de los delincuentes.
"El problema es cuando pasamos del estado autoritario al esquema de alternancia en el poder porque hay una fragmentación política y hay una desarticulación de las instituciones mediadoras entre la política y el narcotráfico, tipo (la desaparecida) Dirección Federal de Seguridad ", dijo.
Añadió que el narcotráfico no es un problema sólo de México, sino de un sistema prohibicionista internacional.
"En nuestro caso tenemos organizaciones criminales muy fuertes que están creando problemas de ingobernabilidad y donde hemos tenido alternancia en el poder, pero las instituciones que tenemos no han sido adaptadas a este esquema de la transición con miras a una consolidación democrática.
"Esa debilidad estructural del Estado mexicano ha repercutido en su capacidad para contener en lo que más puede la violencia y no para terminar con el problema de las drogas", aseveró el investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Actualmente, Astorga es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias.
Benito Jiménez, Reforma, 8 de agosto.
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