El presidente Felipe Calderón afirmó ayer que los delincuentes “no tienen límite ni escrúpulo moral”, y están dispuestos a infundir miedo a la sociedad y a las autoridades para hacerlas retroceder en su combate.
Al dar inicio a la primera de tres jornadas del “Diálogo por la Seguridad, Evaluación y Fortalecimiento”, en el Casino Militar del Campo Marte, el titular del Ejecutivo admitió que el país enfrenta una nueva etapa del fenómeno de la inseguridad, que se manifiesta en una escalada de la violencia.
“Actualmente no sólo se amenaza la tranquilidad (ciudadana) con los conflictos que tienen entre sí los grupos criminales, sino que se amenaza el patrimonio y la integridad de las personas, incluidos los medios de comunicación y las instituciones democráticas”, resaltó.
Recordó que desde el asesinato de Rodolfo Torre Cantú, candidato del PRI-PVEM al gobierno de Tamaulipas, lanzó una convocatoria a todos los actores políticos y sociales a un diálogo para combatir con mayor eficacia y responsabilidad compartida a la delincuencia, e impulsar así una política de Estado en materia de seguridad pública.
Aseguró que en la primera etapa de esa convocatoria quedó demostrado el consenso de que “si actuamos divididos ante este enemigo común, pierde la sociedad, las instituciones y pierde México”.
Ante representantes de organizaciones sociales de todo el país, empresarios y el Gabinete de Seguridad Nacional en pleno, el presidente Calderón dijo que frente a esta escalada de violencia, la lucha por la seguridad obliga a todos “a ver más allá de cualquier diferencia y cálculo político, de cualquier tentación de eludir responsabilidades y de cualquier consideración de costo.
“Es inaplazable que vayamos más allá de un simple reparto de funciones, o peor aún, de un simple reparto de culpas”, demandó al abrir este Diálogo que se prolongó por espacio mayor a tres horas y media.
Se dijo consciente de los cuestionamientos que se han planteado desde diversos sectores a la estrategia de combate al crimen organizado, pero aclaró que su gobierno “ha estado siempre dispuesto a revisarla, a fortalecerla y a perfeccionarla”.
Al respecto, aseguró que “es momento de fortalecer la estrategia con sentido de unidad nacional”, porque la política de seguridad, argumentó, “tiene que ser una política de Estado. No puede ni debe ser una política del gobierno en turno o sólo de uno de los órdenes de gobierno, o de uno de los Poderes. Tiene que ser un esfuerzo permanente y de todos”, subrayó.
Precisó que México requiere una política de seguridad que trascienda a la actual administración, a este gobierno, y que por el contrario comprometa a todos para garantizar que podamos vivir en un entorno de paz, de leyes y de justicia, demandó.
Calderón pidió a sus invitados “que nos exijan resultados concretos en el combate al crimen organizado a todas las autoridades del país por igual”.
Al dar inicio a la primera de tres jornadas del “Diálogo por la Seguridad, Evaluación y Fortalecimiento”, en el Casino Militar del Campo Marte, el titular del Ejecutivo admitió que el país enfrenta una nueva etapa del fenómeno de la inseguridad, que se manifiesta en una escalada de la violencia.
“Actualmente no sólo se amenaza la tranquilidad (ciudadana) con los conflictos que tienen entre sí los grupos criminales, sino que se amenaza el patrimonio y la integridad de las personas, incluidos los medios de comunicación y las instituciones democráticas”, resaltó.
Recordó que desde el asesinato de Rodolfo Torre Cantú, candidato del PRI-PVEM al gobierno de Tamaulipas, lanzó una convocatoria a todos los actores políticos y sociales a un diálogo para combatir con mayor eficacia y responsabilidad compartida a la delincuencia, e impulsar así una política de Estado en materia de seguridad pública.
Aseguró que en la primera etapa de esa convocatoria quedó demostrado el consenso de que “si actuamos divididos ante este enemigo común, pierde la sociedad, las instituciones y pierde México”.
Ante representantes de organizaciones sociales de todo el país, empresarios y el Gabinete de Seguridad Nacional en pleno, el presidente Calderón dijo que frente a esta escalada de violencia, la lucha por la seguridad obliga a todos “a ver más allá de cualquier diferencia y cálculo político, de cualquier tentación de eludir responsabilidades y de cualquier consideración de costo.
“Es inaplazable que vayamos más allá de un simple reparto de funciones, o peor aún, de un simple reparto de culpas”, demandó al abrir este Diálogo que se prolongó por espacio mayor a tres horas y media.
Se dijo consciente de los cuestionamientos que se han planteado desde diversos sectores a la estrategia de combate al crimen organizado, pero aclaró que su gobierno “ha estado siempre dispuesto a revisarla, a fortalecerla y a perfeccionarla”.
Al respecto, aseguró que “es momento de fortalecer la estrategia con sentido de unidad nacional”, porque la política de seguridad, argumentó, “tiene que ser una política de Estado. No puede ni debe ser una política del gobierno en turno o sólo de uno de los órdenes de gobierno, o de uno de los Poderes. Tiene que ser un esfuerzo permanente y de todos”, subrayó.
Precisó que México requiere una política de seguridad que trascienda a la actual administración, a este gobierno, y que por el contrario comprometa a todos para garantizar que podamos vivir en un entorno de paz, de leyes y de justicia, demandó.
Calderón pidió a sus invitados “que nos exijan resultados concretos en el combate al crimen organizado a todas las autoridades del país por igual”.
Luciano Franco, La Crónica, 3 de agosto.
0 Responses to "Admite Calderón que el país enfrenta una nueva escalada de violencia"
Publicar un comentario