Chávez vs. la prensa

BUENOS AIRES.— “Nosotros estamos dispuestos a todo para defender los avances de la revolución”, advirtió el presidente venezolano Hugo Chávez. La prohibición de publicar fotografías “violentas”, dictada al periódico El Nacional y extendida luego al resto de la prensa, constituyó una nueva ofensiva del gobierno contra los medios, aunque esta vez se vio obligado a retractarse, tras la andanada de reacciones negativas.

A semanas de las cruciales elecciones legislativas, la ofensiva del chavismo sobre la prensa crece día a día. Además de las acusaciones de “pornografía” contra El Nacional y Tal Cual, el gobierno mantiene su guerra contra Globovisión y sus propietarios. La Justicia venezolana reclama la extradición desde EU de Guillermo Zuloaga, el presidente de la única cadena de televisión no oficialista del país, acusado de “usura genérica”.

Tras las medidas contra El Nacional y Tal Cual, Chávez se ha topado con un frente homogéneo. No son sólo los medios críticos con el chavismo los que han alzado su voz contra la medida, sino también medios considerados aliados del oficialismo, como el diario Última Hora, cuyo director, Eleazar Díaz, habló incluso de “un ejercicio de la autocensura”.

Mecanismos “burdos”

“Primero activó los mecanismos judiciales para sacar de la carrera a los medios independientes, como hizo en su momento con la persecución a los directivos de Globovisión, pero al ver las reacciones en contra usó esos mismos mecanismos para afectar sólo a esos medios y no al resto de la prensa. Es todo muy burdo”, opinó el experto en comunicación Antonio Pasquali.

La difusión de una foto de la morgue de Caracas atestada de cadáveres provocó la ira del gobierno, a sabiendas de que una imagen dice más que mil palabras y de que la inseguridad es uno de sus talones de Aquiles. En 2009, la cifra de muertos por armas de fuego fue de 2 mil 897 (36% de ello menores de 16 años), según el Instituto de Investigaciones y Convivencia de Seguridad Ciudadana.

Muy por debajo de la realidad

Para la oposición, como el ex alcalde de Chacao, Leopoldo López, esas cifras podrían estar muy por debajo de la realidad, considerando que cada fin de semana “en Caracas y sus alrededores se detectan más de medio centenar de muertos por armas de fuego”.

No obstante, Chávez juró en su más reciente aparición pública que “en 20 años no habrá más delincuencia en el país” y argumentó que esta cruel realidad “es la herencia de la Cuarta República y su 70% de pobreza”, que acabó, dijo, cuando el llegó al poder, en 1999.

Para Chávez, como siempre, lo que importa es lo inmediato. Y lo inmediato es pasar el examen electoral de tal manera que la oposición consiga la menor cantidad de curules posibles.

Para vencer en su “guerra electoral”, necesita sacar del campo de batalla al enemigo. Uno al que el presidente ya identificó: “Zuloaga y la prensa”.

A Zuloaga lo acusó de acaparar en su residencia 34 automóviles nuevos y de “usura genérica”, algo que el empresario asegura es “una mentira y una persecución para que Globovisión modere su línea editorial”, abiertamente opositora.

A El Nacional y Tal Cual, el gobierno los acusa de “violar los derechos de los niños” con la publicación de esa foto que Chávez llamó “pornográfica”. Tal Cual ya había sido sancionado con una multa millonaria en 2008, por publicar un chiste sobre el presidente que éste no consideró en absoluto gracioso.

Pero en esta última ofensiva, El Nacional ha sido el principal afectado y la medida en su contra han generado una oleada de indignación en la prensa. Díaz Rangel, “el más chavista de los editores venezolanos”, según dice uno de sus colegas, asegura que “es una medida absurda y sin sentido esta prohibición de publicar imágenes por un mes”.

La prohibición, que busca forzar a los medios a la autocensura no es la primera impulsada desde el gobierno. La relación de Chávez con los medios siempre ha sido, salvo los primeros meses de su gestión, conflictiva. Pero empeoró a partir del 2002, tras el frustrado golpe de Estado y luego de la huelga petrolera de 73 días que entre fines de 2002 y 2003 semiparalizó al país. Primero fue la no renovación de la licencia de RCTV, en 2006; después, la ofensiva contra Tal Cual y la guerra contra Globovisión. Pero esta vez las cosas han sido diferentes. Díaz Rangel (Últimas Noticias) y Teodoro Petkoff (Tal Cual) decidieron publicar nuevamente la foto en cuestión.

Petkoff lo llamó un acto “de desobediencia civil”, ante a un gobierno “irresponsable frente a la violencia que no para de crecer”. Es el tipo de desobediencia que el gobierno teme se extienda a otros sectores. Y el temor, según la psicología, es lo lleva a aplicar medidas represivas, como la censura.
José Vales corresponsal, El Universal, 20 de agosto.

0 Responses to "Chávez vs. la prensa"