Coche-bomba estalla en el norte de Bogotá

BUENOS AIRES.— Antes de cumplir una semana en el poder, Juan Manuel Santos volvió a conocer los efectos del terror pero esta vez como presidente de Colombia. Un coche-bomba estalló ayer en la zona norte de Bogotá, con un saldo de 36 heridos y cuantiosos daños materiales, en lo que fue el primer atentando con el nuevo gobierno.

“Es un acto terrorista, pero que sepan que no les tenemos miedo y que los vamos a seguir combatiendo con todo lo que tenemos a nuestro alcance”, dijo Santos al visitar el lugar de los hechos junto a varios de sus funcionarios y al alcalde, Samuel Moreno. El atentado tuvo lugar a las 5:30 de la mañana (misma hora en México) frente a los estudios de Caracol Radio, edificio que terminó sin techos en muchos de sus ambientes, cuando un auto tipo familiar reventó con una carga de 50 kilos de explosivos, presumiblemente trotil.

“Como todo acto terrorista lo que quieren es perturbar, crear miedo en la población, generar escepticismo, pero mi mensaje a los bogotanos es: tranquilos, aquí estamos, sigamos con nuestra vida normal, porque lo que ellos quieren es generar miedo”, expresó el jefe de Estado.

Anoche la policía evaluaba si el auto había sido robado para cometer el atentado y si, como se pensó desde un primer momento, detrás del mismo se encuentran las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según lo anticipó el comandante en jefe de la Policía Nacional, general César Pinzón, quien participará del Consejo de Seguridad, con el resto de las autoridades militares, para analizar este nuevo momento de terror.

Vidrios rotos en los alrededores, frentes destruidos y el edificio de Caracol desalojado por los daños estructurales que causaron los explosivos, poblaron las imágenes difundidas en directo por la televisión colombiana. Ricardo Alarcón, de Caracol, uno de los dos grandes grupos de medios electrónicos, negó ayer que en últimos días hayan recibido amenazas o intimidaciones de ninguna índole.

“Estas cosas son cíclicas. Hay tiempos de amenazas y otros de tranquilidad, en los últimos días estábamos tranquilos”, explicó Alarcón.

Lo cierto es que Colombia no soportaba un atentado de estas características desde el 24 de marzo último, cuando en Buenaventura (puerto del Pacífico), una bomba dejó nueve muertos, en un acto que le fue atribuido a la guerrilla por parte del entonces presidente Álvaro Uribe.

Anoche, las autoridades detallaron que un total de 808 personas resultaron afectadas, de las que 36 resultaron heridas, aunque todas dadas de alta, y en 424 viviendas se registraron daños debido al atentado con el coche-bomba.

Gobiernos, organismos internacionales y organizaciones de periodistas condenaron el atentado, entre ellos el de Venezuela, que el martes restableció relaciones diplomáticas con Colombia.

El gobierno estadounidense también deploró el ataque que al parecer buscaba intimidar a los medios, según consideró un vocero del Departamento de Estado. (Con información de agencias)

José Vales corresponsal, El Universal, 13 de agosto.