Cuba comenzó a festejar el cumpleaños 84 del líder de la revolución Fidel Castro con una jornada cultural de tres días en la que los jóvenes dedicaron ayer el Día Internacional de la Juventud al ex presidente y a la paz, informaron los organizadores.
“Con Fidel y por la paz” es el lema que agrupa conciertos, presentaciones de libros, realización de murales, foros con literatos, coros infantiles, con los que organizaciones juveniles buscan enviar un mensaje internacional que conjure el peligro de guerra, alertado por Castro, ante un posible ataque de Estados Unidos e Israel contra Irán.
Castro, que hoy cumple 84 años, llega a su aniversario repuesto de una grave crisis de salud que lo alejó del poder en 2006, y en su convalecencia se dedicó a estudiar y escribir artículos de prensa -unos 290 hasta ahora-, los últimos sobre la situación con Irán.
Disfrutando de un imprevisto segundo aire, Fidel Castro no se cansa de reiterar que “ahora me sobra el tiempo”, luego de reaparecer en público después de cuatro años de mantenerse alejado de los reflectores, vistiendo una camisa de corte militar verde olivo, sin grados.
“No le hace falta el uniforme, puede salir en pijama y seguirá siendo el jefe de la revolución, aunque Raúl (Castro) sea el presidente”, dice Rogelio Barzaga, quien a los 66 años asegura que “no me arrepiento de haberlo seguido en lo mejor de mi vida”, aunque hoy es de los que piensan que “desde hace muchísimo rato a este país le hace falta un cambio grande”
En medio de una de las peores crisis económicas en la isla, agudizada por el crack financiero de Estados Unidos en 2008, Fidel Castro camina emcorvado; se ha referido a la Unión Soviética cuando quiso decir Rusia y ha vuelto a adentrarse en la política interna de México, cuando las relaciones ya están normalizadas.
No tiene cargo en el gobierno después de dirigirlo durante 47 años, pero lo que dice, aun en tales condiciones, no lo pasan por alto ni sus seguidores, ni sus enemigos. Tampoco los desentendidos, que en la isla parecen sumar muchos.
“Me siento totalmente recuperado”, comentó en su última comparecencia, mientras previno un holocausto mundial “dentro de 25 días”; pero nada dijo sobre “la actualización del modelo económico” nacional que impulsa su hermano el presidente y demanda buena parte de la ciudadanía.
Hay que “movilizar a la opinión pública mundial”, dijo Castro, para “persuadir” al presidente Barack Obama de que no dé “la orden de ataque nuclear”, cuando el 7 de septiembre se cumpla el plazo de la ONU para que Irán renuncie a su programa atómico o de lo contrario las fuerzas de Estados Unidos e Israel procedan a interceptar a los cargueros persas.
Castro sabe que “99 por ciento de la gente no cree” en esa perspectiva, pero insiste. Sus seguidores dicen que él es capaz “de ir al futuro y regresar para contarlo”. Tres veces ha pronosticado que “antes de diciembre” serán liberados cinco agentes cubanos presos en EU, cuya excarcelación es para La Habana un asunto de mayor prioridad que el fin del bloqueo. “Lo mío (ahora) es decir las cosas y los acontecimientos, para que cada cual decida”, dijo hace cuatro días.
Críticas de Molina
La médica argentino-cubana, Hilda Molina, considera que Fidel “nunca dejó de gobernar” y su reciente reaparición no es por casualidad, dijo en una entrevista publicada ayer en el semanario uruguayo Búsqueda.
La científica disidente aseguró también que la liberación de presos políticos en Cuba no representa “ninguna apertura”, sino que “es algo cíclico”.
Molina, quien reside ahora en Buenos Aires, rechazó el embargo de EU a la isla, pero dijo que “los problemas que existen en Cuba” se deben a “un gobierno dictatorial, inepto, incapaz y desde hace algunos años muy corrupto”.
La Habana/Manuel Juan Somoza y Agencias, Milenio, 13 de agosto.
“Con Fidel y por la paz” es el lema que agrupa conciertos, presentaciones de libros, realización de murales, foros con literatos, coros infantiles, con los que organizaciones juveniles buscan enviar un mensaje internacional que conjure el peligro de guerra, alertado por Castro, ante un posible ataque de Estados Unidos e Israel contra Irán.
Castro, que hoy cumple 84 años, llega a su aniversario repuesto de una grave crisis de salud que lo alejó del poder en 2006, y en su convalecencia se dedicó a estudiar y escribir artículos de prensa -unos 290 hasta ahora-, los últimos sobre la situación con Irán.
Disfrutando de un imprevisto segundo aire, Fidel Castro no se cansa de reiterar que “ahora me sobra el tiempo”, luego de reaparecer en público después de cuatro años de mantenerse alejado de los reflectores, vistiendo una camisa de corte militar verde olivo, sin grados.
“No le hace falta el uniforme, puede salir en pijama y seguirá siendo el jefe de la revolución, aunque Raúl (Castro) sea el presidente”, dice Rogelio Barzaga, quien a los 66 años asegura que “no me arrepiento de haberlo seguido en lo mejor de mi vida”, aunque hoy es de los que piensan que “desde hace muchísimo rato a este país le hace falta un cambio grande”
En medio de una de las peores crisis económicas en la isla, agudizada por el crack financiero de Estados Unidos en 2008, Fidel Castro camina emcorvado; se ha referido a la Unión Soviética cuando quiso decir Rusia y ha vuelto a adentrarse en la política interna de México, cuando las relaciones ya están normalizadas.
No tiene cargo en el gobierno después de dirigirlo durante 47 años, pero lo que dice, aun en tales condiciones, no lo pasan por alto ni sus seguidores, ni sus enemigos. Tampoco los desentendidos, que en la isla parecen sumar muchos.
“Me siento totalmente recuperado”, comentó en su última comparecencia, mientras previno un holocausto mundial “dentro de 25 días”; pero nada dijo sobre “la actualización del modelo económico” nacional que impulsa su hermano el presidente y demanda buena parte de la ciudadanía.
Hay que “movilizar a la opinión pública mundial”, dijo Castro, para “persuadir” al presidente Barack Obama de que no dé “la orden de ataque nuclear”, cuando el 7 de septiembre se cumpla el plazo de la ONU para que Irán renuncie a su programa atómico o de lo contrario las fuerzas de Estados Unidos e Israel procedan a interceptar a los cargueros persas.
Castro sabe que “99 por ciento de la gente no cree” en esa perspectiva, pero insiste. Sus seguidores dicen que él es capaz “de ir al futuro y regresar para contarlo”. Tres veces ha pronosticado que “antes de diciembre” serán liberados cinco agentes cubanos presos en EU, cuya excarcelación es para La Habana un asunto de mayor prioridad que el fin del bloqueo. “Lo mío (ahora) es decir las cosas y los acontecimientos, para que cada cual decida”, dijo hace cuatro días.
Críticas de Molina
La médica argentino-cubana, Hilda Molina, considera que Fidel “nunca dejó de gobernar” y su reciente reaparición no es por casualidad, dijo en una entrevista publicada ayer en el semanario uruguayo Búsqueda.
La científica disidente aseguró también que la liberación de presos políticos en Cuba no representa “ninguna apertura”, sino que “es algo cíclico”.
Molina, quien reside ahora en Buenos Aires, rechazó el embargo de EU a la isla, pero dijo que “los problemas que existen en Cuba” se deben a “un gobierno dictatorial, inepto, incapaz y desde hace algunos años muy corrupto”.
La Habana/Manuel Juan Somoza y Agencias, Milenio, 13 de agosto.
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