El funcionario federal señaló que en Oaxaca, por ejemplo, las autoridades locales que no aceptan la existencia de la trata de personas porque no tienen información suficiente, por lo que es importante trabajar de manera coordinada a fin de que las autoridades locales se
sensibilicen.
“El costo de una mujer varía dependiendo la necesidad de quien la ofrece y va desde un costal de maíz hasta un cerdo a cambio de una mujer”, dijo.
Muchas comunidades indígenas “promueven los matrimonios forzados e incluso el esclavismo. La gente es vendida para realizar trabajo doméstico o para fines de explotación sexual, muchas veces está más penalizado robarse una vaca que atentar contra una mujer, vendiéndola, maltratándola o abusado de ella”, declaró.
En 20 códigos penales se tipifica que un hombre que se vale de la violencia o del engaño para robarse a una mujer, abusar sexualmente de ella y mantenerla secuestrada se libra de cualquier responsabilidad delictiva si acepta casarse con su víctima.
El coordinador de asuntos jurídicos del Instituto Nacional de las Mujeres explicó que la condonación del delito de “rapto”, entendido como la sustracción, retención o apoderamiento de una mujer por medio de violencia física o moral, para tener relaciones sexuales en contra de su voluntad, tiene lugar en Baja California Sur, Campeche y Coahuila.
Así como en Colima, Chiapas, Durango, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Veracruz y Zacatecas.
México • Blanca Valadez, Milenio, 24 de agosto.
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