Un día después de que el presidente Felipe Calderón dio la bienvenida a un debate sobre la regulación de las drogas, el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, llamó a estudiar con detenimiento el tema, porque de aprobarse podría tener consecuencias terribles.
“Deben pensarlo mucho, porque no es un tema fácil”, indicó en declaraciones a los medios tras su participación en la tercera jornada de los Diálogos por la Seguridad, Evaluación y Fortalecimiento.
También en declaraciones a los medios, el cardenal primado de México, Norberto Rivera, se pronunció a favor de hacer un estudio sobre el tema, ya que tendría serias implicaciones en el tema de salud.
Tras participar en el encuentro que encabezó el presidente Felipe Calderón con representantes de todas las Iglesias del país, Sandoval Íñiguez consideró que la legalización no resolverá el problema del narcotráfico.
En torno al reclamo del presidente Calderón a la clase política por no acudir a los diálogos, Sandoval señaló: “Se la ganaron”.
Por su parte, Norberto Rivera apuntó que México no sería el primero en acercarse a una tendencia de legalización, pero es necesario aprender de experiencias similares en otros países.
“Hay que aprender en cabeza ajena, aunque dicen que nadie aprende en cabeza ajena. Hay otros países que ya tuvieron esta experiencia y creo que hay que debatirlo, por supuesto”, señaló.
Previamente, durante su participación en las instalaciones del casino militar del Campo Marte, Sandoval Iñíguez expuso como causa de la violencia la desintegración familiar.
“Nosotros hablando a favor de la familia y las leyes desbaratándola : divorcio express, aborto, anticoncepción, amor libre, matrimonio de personas del mismo sexo, ¿A dónde vamos a ir a dar?”, cuestionó el cardenal Sandoval Iñíguez, quien recalcó que desbaratando la familia “vamos a acabar con el país”.
Demandó apretar las tuercas de arriba para abajo, porque en el gobierno hay mucho mal, hay corrupción, hambre de centavos y tiene que haber una administración mucho más honrada para que los dineros públicos ajusten para lo que necesita el país.
Por su parte, Rivera Carrera dijo que la Iglesia católica vive preocupada por la inseguridad, por la violencia que crece y por la cultura de la muerte que se difunde.
A su parecer, la complejidad del problema debe afrontarse con la colaboración de los medios de comunicación, del sistema educativo, de la religión y una mejor coordinación entre los estados y municipios.
Para el obispo de Campeche, monseñor Ramón Castro Castro, se vive una crisis de legalidad, pues se ha debilitado demasiado el tejido social y relajado las normas sociales, y además se vive una crisis de moralidad.
“Deben pensarlo mucho, porque no es un tema fácil”, indicó en declaraciones a los medios tras su participación en la tercera jornada de los Diálogos por la Seguridad, Evaluación y Fortalecimiento.
También en declaraciones a los medios, el cardenal primado de México, Norberto Rivera, se pronunció a favor de hacer un estudio sobre el tema, ya que tendría serias implicaciones en el tema de salud.
Tras participar en el encuentro que encabezó el presidente Felipe Calderón con representantes de todas las Iglesias del país, Sandoval Íñiguez consideró que la legalización no resolverá el problema del narcotráfico.
En torno al reclamo del presidente Calderón a la clase política por no acudir a los diálogos, Sandoval señaló: “Se la ganaron”.
Por su parte, Norberto Rivera apuntó que México no sería el primero en acercarse a una tendencia de legalización, pero es necesario aprender de experiencias similares en otros países.
“Hay que aprender en cabeza ajena, aunque dicen que nadie aprende en cabeza ajena. Hay otros países que ya tuvieron esta experiencia y creo que hay que debatirlo, por supuesto”, señaló.
Previamente, durante su participación en las instalaciones del casino militar del Campo Marte, Sandoval Iñíguez expuso como causa de la violencia la desintegración familiar.
“Nosotros hablando a favor de la familia y las leyes desbaratándola : divorcio express, aborto, anticoncepción, amor libre, matrimonio de personas del mismo sexo, ¿A dónde vamos a ir a dar?”, cuestionó el cardenal Sandoval Iñíguez, quien recalcó que desbaratando la familia “vamos a acabar con el país”.
Demandó apretar las tuercas de arriba para abajo, porque en el gobierno hay mucho mal, hay corrupción, hambre de centavos y tiene que haber una administración mucho más honrada para que los dineros públicos ajusten para lo que necesita el país.
Por su parte, Rivera Carrera dijo que la Iglesia católica vive preocupada por la inseguridad, por la violencia que crece y por la cultura de la muerte que se difunde.
A su parecer, la complejidad del problema debe afrontarse con la colaboración de los medios de comunicación, del sistema educativo, de la religión y una mejor coordinación entre los estados y municipios.
Para el obispo de Campeche, monseñor Ramón Castro Castro, se vive una crisis de legalidad, pues se ha debilitado demasiado el tejido social y relajado las normas sociales, y además se vive una crisis de moralidad.
Cecilia Téllez Cortés, La Crónica, 5 de agosto.
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