BUENOS AIRES.— Con la “prosperidad democrática” como matriz de su gestión, el nuevo presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, trazó ayer las políticas con las que buscará avanzar hacia la “la justicia social”; dijo que se esforzará por reconstruir las relaciones con Ecuador y Venezuela y advirtió a la guerrilla de las FARC que la puerta para el diálogo “está sin llave”, pero siempre “que se depongan las armas, el secuestro, el narcotráfico y la intimidación permanente”.
En un extenso discurso bajo la intermitente lluvia que entorpeció la ceremonia de su toma de posesión, en Bogotá, Santos aseguró que es posible “avanzar hacia un país más justo y más próspero, gracias a que hoy recibimos una Colombia más segura”, por la obra de “un colombiano sin par que entró en la historia, como es el presidente Álvaro Uribe”.
El homenaje a Uribe fue coronado con un largo aplauso de la concurrencia, entre quienes se encontraban el presidente ecuatoriano Rafael Correa y el canciller venezolano, Nicolás Maduro.
“Uno de mis propósitos fundamentales como presidente será reconstruir las relaciones con Venezuela y Ecuador”, dijo Santos en su discurso desde un podio colocado en las escalinatas del Congreso y de frente a la céntrica Plaza de Bolívar.
“La palabra guerra no está en mi diccionario cuando pienso en las relaciones de Colombia con sus vecinos”, dijo.
Hoy, reunión de cancilleres
Anoche mismo, el presidente venezolano Hugo Chávez anunció para hoy, en Bogotá, una reunión a nivel de cancilleres de ambos países para empezar a recomponer nexos. Correa, a su vez, confirmó que el gobierno de Colombia ya le entregó las computadoras incautados al ex jefe de las FARC, Raúl Reyes, abatido en 2008 en un bombardeo a un campamento guerrillero en territorio ecuatoriano.
Santos prometió acabar con la corrupción “tanto en el Estado como en la actividad privada y con los vasos comunicantes de éstos” y llamó a la inversión extranjera a seguir llegando al país “porque aquí seguirán encontrando confianza y amistad”. “No nos olvidaremos de los pobres, vamos a trabajar para reducir el desempleo a un dígito y la construcción de viviendas”, acotó el presidente, rodeado por su esposa y sus hijos.
En lo que a las FARC respecta, aceptó la propuesta de diálogo, pero con la condición de que sea “serio, porque las sociedades que no aprenden de su historia están condenadas a repetirla”. “Vamos a terminar con la violencia por la razón o por la fuerza y a los que me escuchan les digo que saben que en este último punto somos muy eficaces”, dijo, en referencia a los logros obtenidos en la lucha contra la insurgencia durante su gestión como ministro de Defensa, entre 2004 y 2009.
Si bien agradeció y homenajeó al mandatario saliente, marcó varias diferencias con la gestión que concluyó ayer. Planteó “respeto irrestricto de las instituciones” y “velar profundamente por el respeto a los derechos humanos y a la vida”, que según se comprometió, “serán una característica de mi gobierno”.
Acompañado por 16 jefes de Estado, entre los que se encontraban el presidente de México, Felipe Calderón, el peruano Alan García y la argentina Cristina Kirchner, Santos reconoció que “es necesario aprender a globalizarse” y ratificó su adhesión a “una unidad latinoamericana” basada en los principios democráticos y de justicia social.
En su alocución, Santos repitió “12 veces la palabra prosperidad”, con lo cual pareció reemplazar el leitmotiv de la “seguridad democrática” de Uribe. (Con información de agencias)
En un extenso discurso bajo la intermitente lluvia que entorpeció la ceremonia de su toma de posesión, en Bogotá, Santos aseguró que es posible “avanzar hacia un país más justo y más próspero, gracias a que hoy recibimos una Colombia más segura”, por la obra de “un colombiano sin par que entró en la historia, como es el presidente Álvaro Uribe”.
El homenaje a Uribe fue coronado con un largo aplauso de la concurrencia, entre quienes se encontraban el presidente ecuatoriano Rafael Correa y el canciller venezolano, Nicolás Maduro.
“Uno de mis propósitos fundamentales como presidente será reconstruir las relaciones con Venezuela y Ecuador”, dijo Santos en su discurso desde un podio colocado en las escalinatas del Congreso y de frente a la céntrica Plaza de Bolívar.
“La palabra guerra no está en mi diccionario cuando pienso en las relaciones de Colombia con sus vecinos”, dijo.
Hoy, reunión de cancilleres
Anoche mismo, el presidente venezolano Hugo Chávez anunció para hoy, en Bogotá, una reunión a nivel de cancilleres de ambos países para empezar a recomponer nexos. Correa, a su vez, confirmó que el gobierno de Colombia ya le entregó las computadoras incautados al ex jefe de las FARC, Raúl Reyes, abatido en 2008 en un bombardeo a un campamento guerrillero en territorio ecuatoriano.
Santos prometió acabar con la corrupción “tanto en el Estado como en la actividad privada y con los vasos comunicantes de éstos” y llamó a la inversión extranjera a seguir llegando al país “porque aquí seguirán encontrando confianza y amistad”. “No nos olvidaremos de los pobres, vamos a trabajar para reducir el desempleo a un dígito y la construcción de viviendas”, acotó el presidente, rodeado por su esposa y sus hijos.
En lo que a las FARC respecta, aceptó la propuesta de diálogo, pero con la condición de que sea “serio, porque las sociedades que no aprenden de su historia están condenadas a repetirla”. “Vamos a terminar con la violencia por la razón o por la fuerza y a los que me escuchan les digo que saben que en este último punto somos muy eficaces”, dijo, en referencia a los logros obtenidos en la lucha contra la insurgencia durante su gestión como ministro de Defensa, entre 2004 y 2009.
Si bien agradeció y homenajeó al mandatario saliente, marcó varias diferencias con la gestión que concluyó ayer. Planteó “respeto irrestricto de las instituciones” y “velar profundamente por el respeto a los derechos humanos y a la vida”, que según se comprometió, “serán una característica de mi gobierno”.
Acompañado por 16 jefes de Estado, entre los que se encontraban el presidente de México, Felipe Calderón, el peruano Alan García y la argentina Cristina Kirchner, Santos reconoció que “es necesario aprender a globalizarse” y ratificó su adhesión a “una unidad latinoamericana” basada en los principios democráticos y de justicia social.
En su alocución, Santos repitió “12 veces la palabra prosperidad”, con lo cual pareció reemplazar el leitmotiv de la “seguridad democrática” de Uribe. (Con información de agencias)
José Vales corresponsal, El Universal, 8 de agosto.
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