CARACAS (Agencias).— Una cadena humana de varios kilómetros se formó ayer en varias zonas de Caracas para pedir por la paz en Colombia y para que la violencia que aflige a ese país no se traslade a Venezuela.
La Cadena Humana por la Paz fue organizada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que dirige el presidente Hugo Chávez, y en algunos tramos contó con el apoyo de sectores estudiantiles.
Los participantes corearon lemas y también exhibieron pancartas en favor de la paz y por la hermandad de los pueblos colombiano y venezolano.
A pesar de que la iniciativa partió del PSUV, no se apreció la presencia de sus principales dirigentes, aunque sí hicieron acto de presencia cuadros de segunda fila.
Entre ellos destacó el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Darío Vivas, quien dijo que la crisis entre Bogotá y Caracas es una “maniobra del imperialismo estadounidense para impedir que los países latinoamericanos se integren y tengan una posición independiente y soberana”.
“Mientras Uribe habla de guerra y monta las bases militares del imperio, Unasur, y con ella Venezuela, proponen iniciativas de paz y actúan en búsqueda de la paz”, dijo el diputado oficialista. También dijo que le corresponderá al nuevo presidente colombiano, Juan Manuel Santos, “tomar medidas, porque Venezuela sufre las consecuencias de la guerra en Colombia”. Vivas no se refirió a la última iniciativa de Uribe como presidente de denunciar a Chávez ante la Corte Penal Internacional (CPI) y a Venezuela ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Se limitó a expresar que la presencia del canciller venezolano, Nicolás Maduro, en Bogotá, para asistir a la toma de posesión de Santos, “es una muestra de (...) buena voluntad”.
Sin embargo, la estatal Agencia Venezolana de Noticias (AVN) indicó, en referencia a esas denuncias, que “Álvaro Uribe se despide de la Presidencia colombiana con una nueva agresión en contra de Venezuela”.
Destacó, además, que la denuncia contra Venezuela por violación de derechos humanos coincide con el descubrimiento en Colombia de “una fosa común con más de dos mil campesinos asesinados por el Ejército del vecino país, quienes presentan a las víctimas como guerrilleros muertos en combate” (los casos conocidos como falsos positivos).
La Cadena Humana por la Paz fue organizada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que dirige el presidente Hugo Chávez, y en algunos tramos contó con el apoyo de sectores estudiantiles.
Los participantes corearon lemas y también exhibieron pancartas en favor de la paz y por la hermandad de los pueblos colombiano y venezolano.
A pesar de que la iniciativa partió del PSUV, no se apreció la presencia de sus principales dirigentes, aunque sí hicieron acto de presencia cuadros de segunda fila.
Entre ellos destacó el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Darío Vivas, quien dijo que la crisis entre Bogotá y Caracas es una “maniobra del imperialismo estadounidense para impedir que los países latinoamericanos se integren y tengan una posición independiente y soberana”.
“Mientras Uribe habla de guerra y monta las bases militares del imperio, Unasur, y con ella Venezuela, proponen iniciativas de paz y actúan en búsqueda de la paz”, dijo el diputado oficialista. También dijo que le corresponderá al nuevo presidente colombiano, Juan Manuel Santos, “tomar medidas, porque Venezuela sufre las consecuencias de la guerra en Colombia”. Vivas no se refirió a la última iniciativa de Uribe como presidente de denunciar a Chávez ante la Corte Penal Internacional (CPI) y a Venezuela ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Se limitó a expresar que la presencia del canciller venezolano, Nicolás Maduro, en Bogotá, para asistir a la toma de posesión de Santos, “es una muestra de (...) buena voluntad”.
Sin embargo, la estatal Agencia Venezolana de Noticias (AVN) indicó, en referencia a esas denuncias, que “Álvaro Uribe se despide de la Presidencia colombiana con una nueva agresión en contra de Venezuela”.
Destacó, además, que la denuncia contra Venezuela por violación de derechos humanos coincide con el descubrimiento en Colombia de “una fosa común con más de dos mil campesinos asesinados por el Ejército del vecino país, quienes presentan a las víctimas como guerrilleros muertos en combate” (los casos conocidos como falsos positivos).
El Universal, 8 de agosto.
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