Todavía ni siquiera está a debate pero la posibilidad de legalizar las drogas ya divide opiniones.
Especialistas aplaudieron la apertura del Ejecutivo para que se discuta la legalización de las drogas en México, pero advirtieron que si el debate no es verdaderamente serio e integral está condenado al fracaso.
Javier Dondé Matute, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), consideró que la eventual regulación permitiría reducir la violencia generada por la compra-venta de enervantes.
Carlos Ramírez, secretario técnico del grupo ciudadano evaluador del Acuerdo Nacional por la Seguridad, llamó a la clase política a no temerle al tema de la legalización de las drogas y analizar su viabilidad sin tabúes.
En tanto, Luis de la Barreda, Director del ICESI, resaltó la importancia de abrir este debate: "la droga está en todas partes y está al alcance de todos, entonces de lo que se trata es de clausurar el negocio del narcotráfico y de que haya una regulación formulada con mucho cuidado, y de que el Estado redoble sus campañas de rehabilitación de adictos".
Mientras, el líder del PRI en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas, aceptó el reto de debatir la despenalización pero exigió que se analice en el marco de un análisis general sobre los resultados de la gestión del Ejecutivo federal en materia de seguridad, la cual a su juicio es fallida.
El presidente del Senado, Carlos Navarrete, propuso que el Congreso organice foros de discusión sobre las ventajas y desventajas de la legalización.
El perredista Rene Arce, quien presentó una iniciativa sobre la despenalización de la mariguana, llamó a Calderón y a sus antecesores Vicente Fox y Ernesto Zedillo a dar argumentos.
La apertura de Navarrete y Arce contrastó con la posición del presidente de la Cámara de Diputados, el panista Francisco Ramírez Acuña, quien afirmó que el País no está preparado.
Mientras, la alternativa fue rechazada por los gobernadores de Baja California, Durango y Quintana Roo, legisladores de San Luis Potosí, el Obispo de Querétaro y el Arzobispo de Durango.
Finalmente, el Cardenal Norberto Rivera Carrera señaló que México debe aprender de experiencias internacionales y debatir con la sociedad si es una decisión factible o no.
Especialistas aplaudieron la apertura del Ejecutivo para que se discuta la legalización de las drogas en México, pero advirtieron que si el debate no es verdaderamente serio e integral está condenado al fracaso.
Javier Dondé Matute, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), consideró que la eventual regulación permitiría reducir la violencia generada por la compra-venta de enervantes.
Carlos Ramírez, secretario técnico del grupo ciudadano evaluador del Acuerdo Nacional por la Seguridad, llamó a la clase política a no temerle al tema de la legalización de las drogas y analizar su viabilidad sin tabúes.
En tanto, Luis de la Barreda, Director del ICESI, resaltó la importancia de abrir este debate: "la droga está en todas partes y está al alcance de todos, entonces de lo que se trata es de clausurar el negocio del narcotráfico y de que haya una regulación formulada con mucho cuidado, y de que el Estado redoble sus campañas de rehabilitación de adictos".
Mientras, el líder del PRI en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas, aceptó el reto de debatir la despenalización pero exigió que se analice en el marco de un análisis general sobre los resultados de la gestión del Ejecutivo federal en materia de seguridad, la cual a su juicio es fallida.
El presidente del Senado, Carlos Navarrete, propuso que el Congreso organice foros de discusión sobre las ventajas y desventajas de la legalización.
El perredista Rene Arce, quien presentó una iniciativa sobre la despenalización de la mariguana, llamó a Calderón y a sus antecesores Vicente Fox y Ernesto Zedillo a dar argumentos.
La apertura de Navarrete y Arce contrastó con la posición del presidente de la Cámara de Diputados, el panista Francisco Ramírez Acuña, quien afirmó que el País no está preparado.
Mientras, la alternativa fue rechazada por los gobernadores de Baja California, Durango y Quintana Roo, legisladores de San Luis Potosí, el Obispo de Querétaro y el Arzobispo de Durango.
Finalmente, el Cardenal Norberto Rivera Carrera señaló que México debe aprender de experiencias internacionales y debatir con la sociedad si es una decisión factible o no.
Reforma, 5 de agosto.
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